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El frente de Grabois se opone al acuerdo, Heller lo considera “aceptable” y la CGERA lo apoya

Juan Grabois

Alejandro Rebossio

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Una de las preguntas claves que resuenan tras el acuerdo radica en qué apoyo interno del Frente de Todos recibirá el acuerdo que logró el ministro de Economía, Martín Guzmán, con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Algunos ya se manifiestan.

El Frente Patria Grande, donde milita Juan Grabois, elaboró un comunicado criticando el acuerdo. Sus tres diputados, el economista Itai Hagman, Federico Fagioli y la cartonera Natalia Zaracho, votarán en contra cuando se lo someta al Congreso, a menos que se ofrezcan “garantías para el pueblo”, como la creación del salario universal. Sin embargo, el Patria Grande no se retirará del Frente de Todos.

“La deuda es con el pueblo”, se tituló el texto del frente de Grabois, que no se manifestó a título personal. “Está desconectado”, aclaran. “El Gobierno anunció un acuerdo con el FMI. Nuestra postura siempre ha sido clara: el préstamo de 45 mil millones de dólares fue una estafa al pueblo argentino que tuvo dos responsables, el gobierno de (Mauricio) Macri y el propio FMI, que violó sus estatutos para cumplir con una decisión geopolítica del gobierno de (Donald) Trump de apoyar a su aliado del Sur. Ese préstamo no se utilizó para salud ni educación ni obras. Ni un dólar de ese préstamo fue para el pueblo, se lo fugaron unos pocos, con la convicción de que Macri iba a ganar las elecciones y 'acordar en 5 minutos', como él mismo confesó. Se lo planteamos al FMI en una carta en el 2018; lo planteamos en una denuncia penal contra Macri y las autoridades del Fondo; lo planteamos públicamente y al interior del Frente de Todos”, arranca el texto.

“No existe un buen acuerdo porque el endeudamiento en sí mismo es un yugo muy injusto para nuestro país”, opina el Patria Grande. “Tener que someternos a un monitoreo constante de una entidad que ha fracasado sistemáticamente en cumplir sus postulados de estabilidad económica y desarrollo es una cesión de soberanía humillante para cualquier país. Es parte de la injerencia histórica de la arquitectura financiera internacional. Llegamos a esta negociación arrinconados por un Fondo Monetario inflexible, consciente de su poder de daño con el default, una oposición irresponsable que lejos está de hacerse cargo del daño que hicieron con esa deuda y una negociación centrada en lo técnico-económico por sobre la geopolítica”, disparó contra la estrategia del gobierno de Alberto Fernández, encarnada en Guzmán.

“Como generación que empezó a militar al calor del 2001, reafirmamos que la deuda sigue siendo con el pueblo, y que ante un plan de garantías para el FMI, debe haber un plan de garantías para nuestro pueblo que incluya salario básico universal y políticas concretas que garanticen tierra, techo y trabajo para todos”, pidió el Patria Grande. “De nada sirve a los fines de concretar el compromiso de una vida digna para todos, que honremos pagos al FMI y cumplamos con las metas de crecimiento sin un plan de desarrollo humano integral que contemple soluciones concretas para cada padecimiento del pueblo. Esa deuda interna es la más importante y no podemos dejar de discutir quién va a pagarla. Que no lo hagan los laburantes ni el pueblo pobre, que tampoco lo haga la clase media, sino que principalmente lo hagan quienes se enriquecieron con el endeudamiento de Macri accediendo a ganancias financieras extraordinarias y dólares baratos que fueron fugados. Es momento de avanzar con la investigación de la fuga de capitales que permanece planchada en la Comisión Bicameral del Congreso.”

En cambio, el diputado oficialista y presidente del Banco Credicoop, Carlos Heller, que sintoniza con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, apoyó por Twitter sin festejar: “El Gobierno heredó una situación de endeudamiento insostenible e inviable. En ese marco, el acuerdo con el FMI que se ha conocido hoy puede considerarse aceptable. Desde luego que no hay nada para festejar, excepto que se explicita un camino para comenzar a salir del atolladero en que nos metió el gobierno de Cambiemos. Hay definiciones importantes: la meta de déficit fiscal para 2022 bajaría un 0,5% del PIB respecto a 2021 (muy lejos de la reducción del 3% del PIB en un año que propuso al FMI el gobierno de Cambiemos). Con una diferencia fundamental con la política macrista: no habrá reducción del gasto real, y sí un incremento en obra pública y en ciencia y tecnología. Lo expresó claramente @alferdez (Fernández), y también está explícito en el comunicado del FMI. No habrá saltos devaluatorios, una definición esencial para tranquilizar la economía. Se reconoce que la inflación es un fenómeno multicausal y, por lo tanto, como expresó el ministro @Martin_M_Guzman, las políticas de precios van a tener un rol principal, trabajando con el sector privado, y de forma tal que redunden en un aumento en el salario real. Se mantendrán todos los derechos de nuestros jubilados y jubiladas, no hay ninguna reforma laboral, no hay ninguna privatización de empresas públicas”.

En tanto, la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), que encabeza el ex diputado kirchnerista Marcelo Fernández, redactó un comunicado titulado: “Genera condiciones para que la industria continúe recuperándose”. “Despeja el escenario macroeconómico”, agregó.

Marcelo Fernández hizo hincapié en que, “tal como anunció el Gobierno, el acuerdo con el FMI no prevé un ajuste que repercutiría en la actividad económica y, sobre todo, en los sectores medios que impulsan el consumo de los productos de las pymes”. “Agradecemos al ministro Martín Guzmán por haber destacado en su presentación que los sectores empresarios colaboramos con el acuerdo trabajando políticamente. Era importante que el Gobierno resuelva este problema heredado de la administración anterior para poder enfocarse en seguir implementando las políticas que necesitan la industria y el comercio para apuntalar su recuperación”, añadió el presidente de la CGREA, que representa a miles de pymes agrupadas en más de 90 cámaras y federaciones de todo el país. Algunos de los sectores industriales que la constituyen son manufacturas del cuero, indumentaria, curtiembres, exportadores pymes, de la carne, electrónicos, radiodifusores, ópticos, engordadores de hacienda, fabricantes de tintas gráficas, metalúrgicos, de insumos textiles, del juguete, industria del calzado, herrajes, productores artísticos y culturales, de la seguridad, la construcción, empresas procesadoras avícolas, laboratorios, farmacias, textiles, autopartes, panaderil, ferroviarios, aires acondicionados, industria naval, de fuegos de artificios, entre otros.

AR

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