La Reserva Federal de EEUU resiste la presión de Trump y deja las tasas de interés en el 4,5%

Daniel Yebra

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La Reserva Federal (Fed) aguanta el pulso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y decidió este miércoles dejar las tasas de interés en el rango del 4,25 al 4,5%. El banco central norteamericano, la Fed, mantiene sin cambios el 'precio' oficial del dinero en la principal economía del mundo ante la amenaza de un repunte de la inflación por la guerra comercial y pese a las presiones del nuevo inquilino de la Casa Blanca y la desaceleración del crecimiento económico.

Las subidas de precios en Estados Unidos siguen en el 2,6% interanual —según el indicador que vigila la Fed—, por encima del objetivo teórico de la política monetaria, mientras que la tasa de desempleo se sitúa cerca del 4%, en niveles históricamente bajos. “Si bien las fluctuaciones en las exportaciones netas afectaron a los datos, los indicadores recientes sugieren que la actividad económica continuó expandiéndose a un ritmo sólido”, arranca el comunicado tras la reunión del comité de política monetaria de la Reserva Federal que se celebró durante los últimos días.

“La inflación se mantiene algo elevada”, incide este mismo comunicado.Teniendo en cuenta el doble mandato del banco central estadounidense de estabilidad de precios y de minimizar el desempleo, la decisión de la Fed era esperada, aunque Donald Trump haya vertido su furia públicamente contra su presidente, Jerome Powell, al que calificó de “Sr. Demasiado Tarde, un gran perdedor”, y al que exigió que “baje los tipos de interés, ¡YA!”, incluso amenazando con despedirle, saltándose todos los principios económicos de independencia de la política monetaria.

Las acusaciones del presidente de Estados Unidos a su banco central y las órdenes directas para favorecer su política comercial de aranceles y guerra global golpearon al dólar y a la deuda del país en las últimas semanas y escalaron la incertidumbre en las bolsas y en la economía en general.

La debilidad del dólar agrava el efecto de los aranceles, aumentando todavía más el coste de las importaciones, que se traslada a los precios de consumo —a la inflación que sufren las familias de la primera potencial mundial—.

Por otra parte, a mediados de abril, el Fondo Monetario Internacional (FM) recortó nueve décimas el incremento del PIB (Producto Interior Bruto) de Estados Unidos este año, del 2,7% al 1,8%, por el daño autoinfligido por los aranceles. La proyección de inflación media para Estados Unidos del FMI para este año se va al 3%.

Donald Trump pretende que la política monetaria amortigüe este doble golpe abaratando las hipotecas y los préstamos en general. En definitiva, estimulando la actividad con costes de financiación más bajos. Por el contrario, la Reserva Federal y su presidente se mantienen a la espera de poder analizar las decisiones sobre los aranceles, y sus consecuencias, sobre todo en la inflación. “El comité [de política monetaria] evaluará cuidadosamente los datos entrantes, la evolución de las perspectivas y el balance de riesgos”, dice su comunicado de este miércoles.