Jesús Braceras estrena “Barrabrava”: “Es un universo que había que explorar”

Victoria Ojam

Télam —

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A cuatro años de la reconocida serie biográfica “Monzón”, el realizador Jesús Braceras vuelve al formato chico con “Barrabrava”, propuesta dramática que llegará el próximo viernes a Amazon Prime Video y que, a través de los protagónicos de Gastón Pauls y Matías Mayer, aborda “un universo que había que explorar” al poner el foco en lo humano y evadiendo los juicios de valor.

Así lo aseguró el director y showrunner en conversación con Télam de cara al estreno de la tira, que si bien le permitirá a las y los espectadores “salir entendiendo cómo funciona” el entramado común de estas organizaciones insertas en el terreno del fútbol, que desde tiempos inmemoriales son objeto de debate público en Argentina, “lo que se va a ver es a las personas” detrás de la etiqueta.

Con antecedentes en el rubro televisivo de las recientes “Puerta 7” (2020, de Netflix) y “El hincha” (2022, por El Nueve y en Flow), que -cada una con su fórmula- también llevaron a la pantalla tramas desarrolladas en ese mundillo tan oscuro como expuesto, Braceras suma “Barrabrava” a la lista siguiendo bien de cerca a los personajes que lo navegan y en busca de alejarse de la dicotomía entre “buenos” y “malos” y de la reproducción de los abundantes estereotipos que pululan a su alrededor.

Para eso, la narrativa se ancla en los roles principales de “Polaco” y César, encarnados por Mayer y Pauls -que vuelve a trabajar con el creador tras su paso conjunto por “Todos contra Juan” (2008-2010)-, dos hermanos de alto rango en la barra del ficticio Club Atlético Libertad del Puerto, que funciona bajo las órdenes del “Tío”, el veterano líder de la facción interpretado por Gustavo Garzón.

De dimensiones muy distantes a las de cualquier “grande” del fútbol local, aunque no por eso menos corrupta, la estructura operativa que mete bocado en cada área y decisión del club está hace años bajo ese dominio indiscutido. Sin embargo, un imprevisto error de cálculo tanto en el vestuario como en la cancha, cargado de consecuencias problemáticas, se transforma en la oportunidad ideal para dar paso a la traición y dar vuelta por completo el panorama.

Ahora, expulsados de su principal entorno de pertenencia tras la explosiva interna, la dupla de hermanos buscará, sin protección ni recursos económicos pero a toda costa, la manera de recuperar su espacio y “volver a su medio de vida y a sus propias vidas, con todo lo que los rodea, con sus seres queridos”, explicó Braceras, aunque eso desate una verdadera contienda con su comunidad de siempre.

Mientras, con ese conflicto como telón de fondo y claro marco de influencia, el hilo conductor de aquello que une y pone a prueba a los protagonistas será alimentado por inquietudes personales, desde el terreno de lo romántico y el deseo hasta el de lo familiar y lo identitario, que marcarán el devenir de su desventurada aventura en un escenario marcado por la violencia en múltiples expresiones.

Con un logrado trabajo de producción, que va desde la confección completa de la estética y los símbolos del imaginario club hasta la convocatoria de decenas y decenas de hinchas reales para construir el clima y la energía de la tribuna a la hora de rodar, “Barrabrava” llega a la oferta del streaming con guion de Gabriel Nicoli junto a Diego Fió, Mariana Wainstein y Bruno Luciani, y de la mano de los periodistas Gustavo Grabia y Julio Boccalatte como consultores.

En diálogo con Télam, Braceras conversó sobre la serie que también cuenta en su elenco con Liz Solari, Pablo Alarcón, Cande Molfese, Miguel Ángel Rodríguez, Ángelo Mutti Spinetta, Violeta Narvay y el rapero Neo Pistea, entre más.

-¿Cómo surgió la idea de la serie?

-Es un tema de estudio que me interesó siempre, me parece un fenómeno único del mundo por su intensidad cultural, con la que se llevan adelante los cantos y la organización en cuanto a los festejos y también en cuanto a todos los entramados y negociados que hay detrás, que está en casi todos los clubes, la verdad que es único y viene desde hace muchísimo tiempo. Y no había visto nada que se haya hecho así, pensé que es un universo que había que explorar.

-¿De qué manera construiste ese mundo para la ficción?

-Me relacioné con barras de diferentes clubes y con periodistas especializados, porque básicamente lo que más me interesaba contar es a las personas detrás de este fenómeno barrabrava. Es una historia de personajes, de vínculos y de familia, tiene que ver con sus historias personales, y cómo las pérdidas de poder o el estar dentro o no de una barra los afectan en su día a día. Y también de alguna manera intenta entender el porqué de esta vinculación, por qué les pasa lo que les pasa a los miembros de una barra. Elegimos contarlo desde ese lugar, esta serie no sería lo mismo si fuese sobre una mafia en Chicago, porque la dinámica de una barra es diferente, la pasión es diferente.

-Siendo un tema presente desde hace décadas en el periodismo y la discusión pública, ¿qué mirada propone la serie sobre las barras? ¿Pensás que va a despertar algún tipo de conversación?

-No, la serie sí va a generar conversación, pero no toma partido. Cuando tus protagonistas son miembros de una barra efectivamente estás metiéndote, pero no los juzgamos, no intentamos dar una bajada de línea. A través de los personajes mostramos cómo funcionan estas organizaciones, sí, vas a ver que los protagonistas obran por fuera de la ley, que ven en la violencia un medio para conseguir sus objetivos, pero no si eso está bien o está mal.

-Desde que estrenaste “Monzón”, la producción de series en Argentina cambió mucho con la llegada de las plataformas de streaming. Como realizador, ¿fue distinta esta experiencia? ¿Cómo ves el panorama?

-La verdad que este contexto trajo una nueva manera de contar historias, aunque quizás no sea nueva, pero sí básicamente lo que trajo fueron mayores presupuestos y mayores tiempos, y entonces apareció algo que es una mezcla entre el cine y la televisión. A mí en particular esto me permitió tomarme un respiro entre un proyecto y otro, para poder trabajar bien los guiones, porque de alguna manera las plataformas te apoyan en ese camino. Así que sí, todo esto vino de la mano con poder hacer productos de mayor calidad, no hay cosas libradas al azar. Tenés el tiempo para pensar en absolutamente todo, para que funcione como relato y sea la mejor versión de lo que puede ser.