SALUD

Peino canas desde que era joven: ¿es signo de alguna enfermedad oculta?

Cristian Vázquez

Diario.es —

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“Peinar canas” es una de las frases más comunes para referirse al envejecimiento. Quienes tienen cabellos grises o blancos son -por lo general- las personas de más edad, pues el encanecimiento es un proceso que suele comenzar, poco a poco, después de los 30 años de edad en la población blanca y después de los 40 en la de piel negra. Sin embargo, hay casos en que las canas aparecen antes: incluso antes de los veinte.

Este inicio prematuro de un proceso asociado con el envejecimiento en algunas ocasiones causa preocupación. ¿Acaso puede ser señal de que algo en la salud no está bien? En realidad, no se conocen con precisión las causas del surgimiento de canas a edad temprana, pero hay consenso en que el motivo principal es la genética: la mayoría de las veces, las canas prematuras son hereditarias.

Sin embargo, también existen casos en que están asociadas con picos de estrés, el consumo de tabaco, atopia, enfermedades autoinmunes o trastornos de envejecimiento prematuro. Así lo explica una revisión de estudios publicada en 2018 por científicos de Estados Unidos y la India. Por lo tanto, aseguran los investigadores, ante un encanecimiento anticipado es conveniente acudir a la consulta de un médico para descartar la presencia de algún problema subyacente.

Por qué se pierde el color del pelo

El color del cabello está determinado por la melanina, un pigmento que es creado por unas células llamadas melanocitos. Hay dos tipos de melanina: eumelanina (que da al cabello las tonalidades entre el marrón y el negro) y feomelanina(entre el marrón y el rojizo). En función de las cantidades que el organismo de cada persona produce, el color de su pelo será más rubio, pelirrojo o moreno.

El problema es que, con el paso del tiempo, los melanocitos van muriendo. En consecuencia, los niveles de melanina decaen y surgen los cabellos grises o blancos. A continuación se enumera un listado de posibles factores asociados con el surgimiento temprano de ese cabello cano.

1. El estrés

Apenas este año la ciencia confirmó una creencia muy arraigada desde hace tiempo: el estrés puede hacer que el pelo se ponga blanco. Científicos de la Universidad de Harvard comprobaron que existe una relación entre el sistema nervioso y las células madre que regeneran el pigmento del folículo piloso. Las situaciones de tensión física o psicológica pueden activar de manera excesiva esas células, induciéndolas a la producción de grandes cantidades de un neurotransmisor llamado noradrenalina.

De ese modo, esas células madre se pierden y ya no pueden recuperarse. De algún modo, en un lapso de tiempo muy breve, se “agotan las reservas” del pigmento en el organismo. “Esta es la primera vez que tenemos evidencia definitiva de la relación entre estrés y encanecimiento del cabello”, señaló Ya Chieh-Hsu, una de las autoras de la investigación, publicada en enero en la revista especializada Nature. Por lo tanto, las canas pueden ser una especie de recordatorio de una situación muy estresante, incluso desde la juventud.

2. Atopia

La atopia se define como el estado de hipersensibilidad que padece el sistema inmunológico de algunas personas frente a diversos agentes externos. Una de sus manifestaciones más comunes es la dermatitis atópica o piel atópica: el surgimiento de inflamación y picor en la piel como reacción a diferentes causas. Pero, además de en la piel, la atopia también se puede expresar en el sistema respiratorio (en forma de asma bronquial), ocular (conjuntivitis alérgica) o nasal (rinitis alérgica).

Estudios recientes han hallado una asociación significativa entre personas que sufren de encanecimiento prematuro y atopia. Esto no quiere decir que las canas sean un modo de reacción alérgica como los eccemas o el asma, sino que tal vez las personas con un sistema inmunológico más sensible también tiendan a tener canas desde más jóvenes. De todos modos, como los trabajos científicos que señalan este posible vínculo todavía son pocos, hacen falta nuevas investigaciones para poder afirmarlo con mayores fundamentos.

3. Enfermedades autoinmunes

Algunas de las ya citadas investigaciones también han hallado que la aparición temprana de canas también podría estar vinculada con la presencia de ciertas enfermedades autoinmunes, es decir, aquellas que ocasionan que el sistema inmunitario ataque -por error- a células sanas del propio organismo. Entre las que han aparecido como posiblemente asociadas con las canas prematuras se encuentran la llamada anemia perniciosa, trastornos de la tiroides, el síndrome de Werner y el vitiligo.

El vitiligo, por cierto, también se caracteriza por una pérdida de la pigmentación, en este caso en la piel. Varias investigaciones publicadas en los últimos años han señalado que, en uno de cada cinco casos, convive con alguna otra enfermedad autoinmune. Las pérdidas de pigmentación en la piel son, por supuesto, mucho menos comunes que las canas, y por tanto sus consecuencias psicosociales son mayores, debido a lo cual los especialistas exigen que no sea tratada como una simple “enfermedad cosmética”.

4. Envejecimiento prematuro

Existen varias formas de la enfermedad conocida como “envejecimiento prematuro”, aunque todas son raras y su prevalencia es muy baja. Además de la progeria (que se manifiesta en los primeros dos años de vida), una de las formas más conocidas es el citado síndrome de Werner, una enfermedad con manifestaciones previas: baja estatura, poco peso, etc. Entre otros problemas, las canas en quienes sufren este problema aparecen en torno a los 25 años de edad. En general, se estima que afecta a uno de cada 200.000 nacimientos.

5. El tabaquismo

Según los resultados de un estudio de 2013, el riesgo de tener canas antes de los treinta años de edad sería dos veces y medio mayor en las personas que fuman que en las que no. En este caso, las canas no serían en sí mismas una señal de mala salud, sino la consecuencia de un hábito con perjuicios sobre el organismo. De todos modos, el trabajo analizó los datos de solo 207 personas en Jordania, por lo cual son necesarias investigaciones mucho más exhaustivas para hacer afirmaciones más rotundas sobre esta posible relación.

En suma, la mayoría de las veces las canas tempranas no son motivo de preocupación, pues se deben a la herencia genética. Factores como el estrés excesivo y el tabaquismo, por su parte, está claro que son perjudiciales para la salud general: las canas prematuras serían solo otro de sus efectos, y probablemente no de los más graves. Por lo demás, la consulta con el médico permitirá descartar la presencia de problemas como la atopia o problemas autoinmunes poco frecuentes y, en caso de ser necesario, actuar en consecuencia.

C.V.