Este domingo, Bolivia va a la urnas en unas elecciones que podrían marcar un cambio de rumbo hacia el centro o la derecha luego de 20 de hegemonía de los Gobiernos del izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS). Hoy 7.567.207 personas habilitadas para votar elegirán al nuevo Gobierno y Parlamento para el próximo período de cinco años.
Ocho organizaciones políticas son las que se presentarán a competir en las elecciones en las que se definirán presidente y vice y también los parlamentarios del Legislativo. De todas ellas, dos listas opositoras aparecen como favoritas para estos comicios, la del empresario de centroderecha Samuel Doria Medina y la del derechista expresidente Jorge Tuto Quiroga (2001-2002), quienes podría disputar una inédita segunda vuelta si se confirma lo reflejado en las encuestas.
Esta posibilidad está vigente en la Constitución desde 2009 y señala que habrá balotaje si ninguna de las candidaturas alcanza más del 50 % de los votos válidos o o un mínimo del 40 % con al menos diez puntos de ventaja sobre el siguiente.
Pero además de una posible segunda vuelta, estas elecciones podrían marcar la salida de la izquierda del poder, ya que las encuestas colocan al oficialista Eduardo del Castillo en los últimos lugares, mientras que el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, de la alianza Popular quien era considerado el sucesor del expresidente Evo Morales, tampoco aparece con porcentajes que lo acerquen siquiera al balotaje.
El oficialismo concurre dividido a la justa electoral. Es que además de las postulaciones de Del Castillo y de Rodríguez, Evo Morales se desmarcó del MAS al no lograr ser nuevamente el candidato de ese partido. El expresidente insistió en ser candidato pese a una disposición constitucional que le impide volver a postularse porque ya gobernó el país en tres periodos y tampoco tiene partido político.
Los seguidores de Morales protagonizaron en los últimos meses diversas protestas para forzar su inscripción. Sin embargo, al quedar fuera de carrara el exmandatario esta promoviendo el voto nulo.
Los sondeos vienen mostrando un alto porcentaje de indecisos, votos blancos y nulos, incluso antes de que Morales inicie su campaña. De acuerdo a la legislación electoral, los votos nulos y blancos no ingresan en los válidos y solo son considerados para fines estadísticos de la votación en un proceso electoral. En caso de que los votos nulos y blancos sumen la mayoría, la elección de los nuevos dignatarios se realizará con base en los votos válidos, aunque hayan obtenido minoría.
Para estas elecciones, hay además 369.308 ciudadanos habilitados para votar en el exterior.
Bolivia contará para esta elección con el Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (Sirepre), cuyo funcionamiento fue puesto a prueba con simulacros en los nueve tribunales departamentales electorales, y que lanzará información al término de la jornada de votación. También están desplegadas 14 misiones internacionales de observación electoral, las más numerosas las de la Unión Europea (UE) y de la Organización de Estados Americanos (OEA), además de otras cinco delegaciones nacionales para vigilar el proceso.
En Bolivia, el voto es obligatorio y luego de emitirlo, la persona recibe un certificado de sufragio que deberá presentar para realizar cualquier trámite en instituciones públicas y en la banca en los 90 días posteriores a los comicios. Las mesas electorales deben abrir a partir de las 8.00 hora local y funcionar durante ocho horas continuas, o hasta que el último votante en fila haya emitido su sufragio.
En el país rige la veda electoral desde el jueves y el “auto de buen gobierno” que desde el viernes prohíbe las aglomeraciones o reuniones masivas, y la venta de bebidas alcohólicas. Además, este domingo estará prohibida la circulación de vehículos que carezcan de autorización del órgano electoral.
El bastión de Evo
La región boliviana del Trópico de Cochabamba, bastión político y sindical del expresidente Evo Morales, se alista para hacer que el voto nulo sea “mayoría” en las elecciones del domingo, al considerar que los ocho candidatos en competencia “no representan” al pueblo, mientras que los seguidores del exgobernante también afirman que un presidente con baja votación sería una “imposición”.
“Mañana vamos a hacer conocer con más del 50 % con voto nulo que no estamos de acuerdo, es una democracia sin el pueblo boliviano, con candidatos sin el pueblo boliviano”, dijo a EFE Wilma Colque, presidenta de las mujeres de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba.
La dirigente afirmó que las organizaciones sociales de la región se han organizado para sufragar e instaurar un mecanismo de control que refleje la votación de la población.
Los seguidores de Morales hicieron campaña por el voto nulo en protesta a la inhabilitación del exgobernante a la candidatura presidencial, ya que no pudo conseguir un partido tras su renuncia al oficialismo.
A unas horas de la votación, un cartel enorme con la inscripción “voto nulo”, con letras negras y fondo blanco, permanece en el pórtico de bienvenida a la localidad de Villa Tunari, que es la puerta de acceso al Trópico de Cochabamba, mientras las tareas cotidianas se realizan con normalidad cuando rige el auto de buen Gobierno que estableció la Gobernación.
Un par de vallas hechas con tela colgadas en el frontis de una vivienda reflejan la consigna de la votación mientras las actividades se hacen sin demasiada expectativa política. Los rastros de propaganda de los partidos de oposición o del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), del que Morales fue líder, son inexistentes.
Con información de EFE