ELECCIONES PRESIDENCIALES EN BRASIL

Bolsonaro endurece su discurso y apuesta por otro militar como compañero de fórmula para octubre

Jair Bolsonaro decidió optar por otro militar como compañero de fórmula para su reelección, en los comicios del 2 de octubre próximo en Brasil. El ex capitán del Ejército y actual Presidente llevará al general Walter Braga Netto como candidato a vice. Este militar fue ministro coordinador del Gobierno y luego comandó la cartera de Defensa hasta abril último, cuando renunció al cargo para facilitar su participación en la disputa electoral. Y al igual que el jefe de Estado, hizo declaraciones polémicas: anticipó un presunto fraude por tratarse de urnas electrónicas; y en simultáneo advirtió que rechazará una eventual derrota. 

Dirigentes de los partidos políticos de centroderecha, que forman parte de la coalición bolsonarista, no ocultaron la decepción: dicen que Braga, el “elegido”, no sólo no atrae votos; peor aún puede representar una pérdida de apoyo que aumente la distancia con el adversario más perturbador: Luiz Inácio Lula da Silva. Las encuestas revelan que Bolsonaro está, como mínimo, 10 puntos por debajo del líder del Partido de los Trabajadores, quien ha conservado el primer lugar desde que se iniciaron las encuestas hace más de un año.

En los comentarios de los políticos, que se desilusionan ante el escaso tiempo sobrante para crecer (faltan 95 días para la batalla), el presidente brasileño debería haber escogido un postulante civil, en lo posible mujer, para integrar el binomio. Esa sería una condición para atraer al menos una parte del electorado femenino (52% del total), que por abrumadora mayoría lo rechaza. La designación de Braga acaba con esas expectativas y, según todo parece indicar, apuesta a la estrategia de rechazar los resultados finales si estos no dan la victoria. Es un proceso que recuerda el estilo de la violenta campaña desplegada por Donald Trump ante la derrota, que concluyó con la toma del Capitolio por sus partidarios, el 6 de enero de 2021.

Otros “detalles” suelen nutrir las versiones “golpistas”, como define la prensa brasileña. El nuevo candidato a vice del bolsonarismo ya tomó partido por declaraciones de su jefe, al cuestionar la “transparencia” de las próximas elecciones.

En marzo último, cuando todavía estaba al frente del Ministerio de Defensa, no tuvo pudor al reivindicar el golpe de Estado de 1964. Dijo que había sido “un marco histórico para la evolución política brasileña”, dado que pudo “restablecer el orden e impedir que un régimen totalitario fuera implantado en Brasil”. Lo cierto es que la dictadura surgida del derrocamiento de Joao Goulart, duró largos 21 años, además de dejar un terrible saldo de cientos de exiliados, detenidos, desaparecidos y asesinados. 

Hay otra interpretación del nombramiento del general como vice, por parte del actual jefe del Palacio del Planalto. Afirma que en caso de resultar triunfante y encarar un segundo período, el militar no le hará sombra frente a un eventual intento de “impeachment” por parte de la oposición. Confía que por su naturaleza “circunspecta” y nada deseosa de alta exposición, a Braga Netto no le interesaría ocupar el primer puesto del Poder Ejecutivo.

Sin embargo, los movimientos del Presidente, en función de sus aspiraciones de segundo mandato, no contarían con el aval de las Fuerzas Armadas. Los últimos días estas han reiterado que van a defender la democracia, sin dificultar el proceso de los comicios, tanto si se resuelve en la primera vuelta, el 2 de octubre, como en la segunda, el 30 de ese mes. En el entorno de Lula afirman que representantes de las FF.AA. le aseguraron a aliado del ex presidente que “no habrá intervención”, cualquiera sea el resultado. Algo de esa postura reflejó el ministro de Defensa Paulo Serio Oliveira, al designar 10 oficiales como veedores de los comicios, junto a los delegados de partidos políticos y varias organizaciones civiles (como, por ejemplo, el colegio de abogados) que constituyen la Comisión de Transparencia. El nombramiento de esa decena de uniformados fue por una invitación expresa del presidente del Tribunal Superior Electoral, Edson Fachin.

EG/MG