El magnate Elon Musk, hasta hace unos días asesor privilegiado del presidente de EEUU, Donald Trump, trató de rebajar el tono del enfrentamiento enconado que estalló la semana pasada entre ambos. “Me arrepiento de alguna de mis publicaciones sobre el presidente Donald Trump de la semana pasada. Fueron demasiado lejos”, escribió en X, red social de la que es propietario.
La marcha atrás de Musk llega después de una semana de creciente beligerancia en las acusaciones públicas que se lanzaron por redes el político y el dueño de la marca de coches eléctricos Tesla. En pleno enfrentamiento, el político amenazó con quitar al empresario todos los contratos con el Gobierno, incluidos los de su empresa de exploración espacial, SpaceX.
La espiral de ataques comenzó con un comentario de Musk en el que criticaba que Trump no fuese aún más radical en los recortes públicos, lo que enojó al presidente. Pero Musk no rebajó el tono y aseguró que, sin su colaboración económica de campaña, el presidente no habría ganado las elecciones del año pasado. La secuencia continuó con acusaciones mutuas; Trump lo llamó “loco” y lo acusó de tener afinidades con los demócratas.
La pelea llego a su punto álgido cuando Trump amenazó con retirar los contratos a Tesla y SpaceX, y el empresario tecnológico contraatacó acusando al presidente de figurar en los archivos de Jeffrey Epstein, magnate, pedófilo y depredador sexual que fue hallado muerto en agosto de 2019 en su celda de una prisión de alta seguridad de Manhattan.