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Israel y Hamas acuerdan una tregua de cuatro días en Gaza y la liberación de 50 rehenes

Una nube de humo se levanta sobre la zona norte de la Franja de Gaza, después de un ataque del Ejército israelí.

Francesca Cicardi

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Israel y el grupo islamista Hamas llegaron a un acuerdo para la liberación de 50 mujeres y niños israelíes retenidos en Gaza, a cambio de 150 presos en cárceles israelíes, además de un alto el fuego parcial de cuatro días, cuyo comienzo será anunciado en las próximas horas.

Después de semanas de complicadas negociaciones, el anuncio de un acuerdo parecía inminente este martes, cuando empezaron a filtrarse los detalles de ese pacto, que finalmente fue confirmado oficialmente por el Gobierno israelí en la madrugada del miércoles en España, después de varias horas de reuniones de los más altos cargos del país.

Hamas confirmó que se alcanzó un acuerdo y añade que 150 mujeres y niños palestinos serán liberados de las cárceles israelíes.

En un comunicado publicado cerca de las 4:30 hora española, Qatar, país que medió en el acuerdo junto a Egipto y EEUU, dice que el inicio de la pausa se anunciará en las próximas 24 horas y durará cuatro días, prorrogables. Este miércoles por la mañana, el Ejército israelí continuaba operando en la Franja de Gaza, antes de que comience la tregua.

El anuncio de la oficina del primer ministro israelí afirma que la tregua de los ataques israelíes se prolongará un día más por cada 10 rehenes liberados. No se precisa cuándo comenzará el alto el fuego, aunque en su discurso ante su gabinete, Benjamin Netanyahu ha afirmado que los primeros rehenes deberían ser liberados en las 48 horas siguientes al acuerdo.

“El Gobierno israelí está comprometido con el regreso a casa de todos los secuestrados”, dice el comunicado del Ejecutivo de Netanyahu en un mensaje de WhatsApp: “Esta noche, el Gobierno ha aprobado la primera etapa para lograr este objetivo, según el cual al menos 50 secuestrados –mujeres y niños– serán liberados durante cuatro días, durante los cuales habrá una tregua en los combates. La liberación de cada 10 secuestrados adicionales supondrá un día más de tregua”.

El Ministerio de Exteriores de Qatar dice que el número de liberados “aumentará en fases posteriores de la aplicación del acuerdo”. Las autoridades israelíes publicaron una lista de 300 palestinos que podrían ser liberados en total, la mayoría de ellos tiene entre 17 y 18 años.

Israel: “Continuaremos la guerra”

Israel ha insistido en que este no es el fin de la guerra. “El Gobierno de Israel, las IDF [Fuerzas de Defensa de Israel] y los servicios de seguridad continuarán la guerra para devolver a casa a todos los rehenes, completar la eliminación de Hamas y garantizar que no habrá ninguna nueva amenaza para el Estado de Israel desde Gaza”.

La confirmación israelí del acuerdo se produce tras una larga reunión del gabinete israelí al completo, compuesto por 38 miembros, para debatir los términos del mismo, ante la oposición de la extrema derecha. El primer ministro israelí convocó por la tarde un encuentro del denominado 'gabinete de guerra', a las 18:00 horas de Israel (17:00 de España); luego del gabinete político y de seguridad, a las 19:00 (18:00 de España) y, finalmente, con todo el Gobierno a las 20:00 (19:00 de España) para tomar “una decisión difícil”, en sus propias palabras.

El debate terminó poco antes de las 3.00 de la madrugada en Tel Aviv. Antes de la votación del gobierno, Netanyahu aseguró a su gabinete que todos los organismos de seguridad apoyaban el acuerdo sobre los rehenes y que no supondría el fin de la campaña militar contra Hamas, que Netanyahu ha afirmado que se reanudará una vez finalizado el alto el fuego. “Estamos en guerra y continuaremos la guerra”, ha dicho Netanyahu. “Continuaremos hasta que logremos todos nuestros objetivos”.

Israel también ha acordado permitir la entrada de más ayuda en Gaza, que sufre una aguda crisis humana tras siete semanas de incesantes bombardeos y bloqueo. “La pausa humanitaria también permitirá la entrada de un mayor número de convoyes humanitarios y ayuda de emergencia, incluido el combustible destinado a las necesidades humanitarias”, dice Qatar. Se cree que el acuerdo también incluye visitas de la Cruz Roja a los rehenes restantes y una distribución de medicamentos. Israel restringirá sus ataques aéreos en el sur de Gaza y sus operaciones de vigilancia.

El grupo islamista capturó a más de 30 menores y a al menos 13 madres durante el ataque contra comunidades judías al otro lado de la frontera de Gaza, y desde entonces estarían retenidos en la Franja por los milicianos. De acuerdo con el recuento oficial de Israel, 236 rehenes están en manos de Hamas y otras milicias en el enclave palestino.

Este martes por la noche, mientras Israel estudiaba las condiciones del acuerdo, el grupo Yihad Islámica anunció la muerte de una rehén israelí que estaba secuestrada en Gaza y que iba a ser liberada “por razones humanitarias”. El portavoz de las Brigadas Al Quds (brazo armado de la Yihad Islámica), Abu Hamza, aseguró que “la dilación del enemigo provocó la pérdida de su vida”, sin ofrecer detalles sobre las circunstancias de su muerte. Asimismo, responsabilizó a Israel del fallecimiento de la cautiva por “el bombardeo salvaje y frenético de cada centímetro de la Franja de Gaza”, según declaraciones recogidas por la Agencia EFE.

Mediación de Qatar, Egipto y EEUU

Desde Qatar, el líder de Hamas, Ismail Haniyeh, señaló a primera hora del martes que un entendimiento con Israel estaba “cerca”, tras la mediación del país del golfo Pérsico. También el portavoz del Ministerio de Exteriores qatarí, Majed al Ansari, indicó en una rueda de prensa que el acuerdo entre Hamas e Israel para el intercambio de los rehenes estaba “cerca”: “Sólo faltan algunos detalles logísticos y no esenciales para que puedan ser resueltos”. Pero esos detalles han necesitado muchas horas y la intervención de Estados Unidos, según reveló Netanyahu.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha ensalzado a Netanyahu por su “compromiso” y ha señalado que es “importante que todos los aspectos de este acuerdo se apliquen plenamente”. Por su parte, el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, ha expresado su “satisfacción” por el acuerdo y ha afirmado que seguirá sus esfuerzos para una “solución definitiva”. En la misma línea, Qatar ha hecho énfasis en “su compromiso con los esfuerzos diplomáticos en curso para reducir las tensiones, detener el derramamiento de sangre y proteger a los civiles”.

Doha está jugando el papel de mediador entre Hamas –algunos de cuyos líderes están afincados en Qatar– e Israel, a través de Estados Unidos, aliado tanto del país árabe como del hebreo. Hasta el momento, esta compleja mediación, en la que también participa Egipto, había logrado la puesta en libertad de cuatro rehenes: una madre y su hija de Illinois (EEUU), y dos ancianas israelíes de 85 y 80 años.

La presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Mirjana Spoljaric, viajó este lunes a Qatar, donde se reunió con Haniyeh y con representantes qataríes. El CICR no ha participado en las negociaciones para la liberación de rehenes, pero desempeña el rol de facilitador: el organismo neutral recibe a los cautivos de manos de los milicianos de Hamas y los entrega a las autoridades de Israel.

Sin embargo, hasta el día de hoy, el CICR no ha podido acceder a los rehenes para comprobar sus condiciones, como ha hecho en otros conflictos, ni los captores han ofrecido pruebas de vida. Por su parte, los palestinos buscan la excarcelación del mayor número posible de presos en cárceles de Israel, que se cuentan por miles. Sólo desde el 7 de octubre, unos 3.000 palestinos han sido detenidos por las fuerzas israelíes, principalmente en Cisjordania.

Desde esa fecha, más de 13.000 gazatíes han fallecido por los ataques del Ejército israelí sobre la Franja, según los datos del Gobierno local, controlado por Hamas, que afirma que la gran mayoría son civiles y unos dos tercios son mujeres y menores. La comunidad internacional ha pedido “pausas humanitarias” en Gaza para dar un respiro a la población civil, permitir la entrada de ayuda de forma segura para los trabajadores de organizaciones humanitarias y, también, la posibilidad de que los rehenes sean liberados sin que corran peligro. Los familiares de los cautivos han mostrado su preocupación por sus vidas y están presionando al Gobierno de Netanyahu para que priorice su bienestar por encima de cualquier otro objetivo militar en la ofensiva en Gaza.

Seis semanas para el acuerdo

Mientras el Gobierno de Netanyahu discutía el acuerdo, continuaban los ataques aéreos en Gaza y Hamas disparaba cohetes contra Israel. Netanyahu ha dicho también que la intervención del presidente estadounidense, Joe Biden, ha contribuido a mejorar el acuerdo para que incluyera más rehenes a cambio de menos concesiones.

De aplicarse, el acuerdo dejaría aún unos 190 rehenes en Gaza, de los cuales se cree que aproximadamente la mitad son militares.

Qatar, donde Hamas tiene una oficina política, ha sido el principal intermediario entre Israel y la organización islamista, aunque Egipto y otros países también han desempeñado un papel. No todos los rehenes están en manos de Hamas, sino de la Yihad Islámica Palestina.

La mayoría de los rehenes son israelíes, pero casi la mitad tienen doble nacionalidad: argentina, alemana, estadounidense, francesa, tailandesa, nepalí y rusa. Se han preparado hospitales en Israel para recibir a los liberados, según informan los medios israelíes.

El acuerdo supone un importante activo para Hamas y una victoria personal para Yahya Sinwar, líder de Hamas en Gaza, que pasó 23 años en cárceles israelíes antes de ser liberado en un intercambio en 2011. Sinwar encabeza la lista negra de Israel y se desconoce su paradero.

Para garantizar el cumplimiento de las condiciones del acuerdo por su parte, Hamas tendrá que asegurarse de que los 50 rehenes lleguen sanos y salvos a las fronteras de Gaza, lo que supone un importante reto logístico . El grupo indicó anteriormente durante las negociaciones que desconocía la ubicación exacta de cada rehén debido a los diversos grupos que los retienen en todo el territorio.

Netanyahu estará ahora bajo presión interna para conseguir la liberación del resto de los rehenes, pero se enfrenta a crecientes riesgos políticos. Varios partidos de extrema derecha que forman parte de la coalición gobernante se opusieron el martes por la noche al acuerdo propuesto y pidieron que se intensificara la ofensiva israelí en Gaza para conseguir mejores condiciones.

Sus declaraciones provocaron protestas en Tel Aviv por parte de las familias de los rehenes.

Las conversaciones entre Hamas y la parte israelí se ralentizaron tras la invasión terrestre israelí de Gaza a finales de octubre, lo que dio lugar a discusiones sobre una liberación de rehenes mucho menor.

Una fuente conocedora de las negociaciones afirmó que las conversaciones sobre la liberación de un gran número de rehenes civiles, entre ellos mujeres, niños, ancianos y personas heridas o enfermas, fracasaron tras los dos ataques aéreos israelíes contra el campo de refugiados de Jabaliya, el 31 de octubre y el 1 de noviembre, en los que murieron más de 100 personas. Los negociadores de Hamas, cuya dirección en el exilio incluye a miembros presentes en Qatar, se mostraron temporalmente reacios a entablar conversaciones tras los ataques.

Funcionarios israelíes han sugerido que los rehenes que serán liberados en los próximos días se seleccionarán entre los que están en poder de Hamas, que intentará después localizar a otros en poder de distintos grupos o facciones.

Hamas liberó a mediados de octubre a dos estadounidenses y dos ciudadanos israelíes. El ejército israelí rescató el mes pasado a uno de sus soldados, y la semana pasada dijo haber recuperado los cadáveres de dos rehenes durante la ofensiva.

“Ésta es una guerra larga, con muchos asaltos. Se han fijado objetivos y llevará mucho tiempo alcanzarlos. Nos prepararemos para las próximas etapas”, declaró un portavoz militar israelí.

John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, declaró que Estados Unidos no apoyaría un avance de las fuerzas israelíes hacia el sur de Gaza a menos que exista “un plan claramente articulado sobre cómo van a proteger las vidas de los cientos de miles de personas que ahora se han sumado a la población, porque los israelíes les pidieron que se marcharan. Tienen la obligación de tenerlo en cuenta en su planificación”.

Con información de The Guardian

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