“Mala administración, malas políticas”, dijo el papa Francisco sobre el aumento de la pobreza en Argentina

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Desde que se convirtió en Papa, Jorge Bergoglio suele evitar las referencias directas a su país. Pero este miércoles, lo hizo y con un tono poco habitual:  “En el año 55, cuando terminé mi escuela secundaria, el nivel de pobreza era del 5%, hoy la pobreza está en el 52%. ¿Qué pasó? Mala administración, malas políticas”.

En un reportaje con la agencia Associated Press se refirió a los altos índices de pobreza e inflación y calificó como “impresionante” el aumento de precios.

Consciente del peso que tienen sus palabras, enseguida aclaró: “Argentina en este momento, y no hago política, leo los datos, tiene un nivel de inflación impresionante”.

En otro tramo hasta se permitió bromear con la argentinidad: Y luego continuó: “Hay una historia teológico-cultural, que dice que los ángeles custodios de los países se fueron a quejar a Dios y le dijeron ‘fuiste injusto con nosotros porque a cada uno nos diste una riqueza, minería, agricultura, ganadería, y a los argentinos les diste todo, todo, tienen todas las riquezas’. Dicen que Dios pensó un poco, y dijo: ‘Para equilibrar les di a los argentinos’. Que no se enojen, es un chiste, yo soy argentino, pero algo de verdad hay, no terminamos de llevar adelante nuestras cosas”.

Además, descartó que vaya a visitar a la Argentina, país que no volvió a pisar desde que se convirtió en Papa, en 2013. “Por el momento, no. Estuvo programado en 2017, Chile, Argentina y Uruguay. Noviembre, ¿qué pasó? Bachellet terminaba y yo quería ir a visitar a Michelle. Lo pasamos a diciembre, pero caer en enero a Argentina uno no encuentra ni al perro en la calle, es como el agosto romano. Si recuerda, hicimos Chile y Perú, y después ya no se reprogramó más”, dijo

Bergoglio, quien fue muy crítico de la sanción de la ley de matrimonio igualitario en Argentina cuando se desempeñaba como Arzobispo de Buenos Aires, volvió a mostrar un cambio de posición sobre la homosexualidad. Esta vez, calificó como “injustas” las leyes que castigan a la comunidad LGBTQ y si bien aseguró que “ser homosexual no es un delito” aclaró que sí es un pecado.

También admitió que esta posición no es compartida por el conjunto de la Iglesia y aseguró que muchos obispos apoyan la criminalización de la homosexualidad. A ellos les pidió: “Por favor, ternura, como la tiene Dios con cada uno de nosotros”.

Francisco se refirió también a su estado de salud: “Estoy bien de salud. Por la edad que tengo (86 años), estoy normal. Puedo morir mañana, pero vamos, está controlado”..