Presidencialismo vs parlamentarismo: ¿qué sistema garantiza más estabilidad?
MEC: Esta semana se me había ocurrido que revisitemos unos de los grandes hits de la ciencia política de ayer, de hoy y de siempre que es la preferencia entre presidencialismo y parlamentarismo.
AM: Me encanta.
MEC: Un poco pensando en uno de los hitos de la semana política internacional, de la semana que pasó, que es el hecho de que en Israel por primera vez en más de diez años se conformó un gobierno que no está encabezado y no incluye a Benjamin Netanyahu.
AM: Exactamente. Es una mezcla de lo más heterogénea que uno se pueda imaginar porque incluye izquierda y derecha, religiosos y gays y además árabes. Los árabes conforman el 20% de la sociedad israelí, pero como no tienen incentivo para participar, porque nunca los dejan entrar en el gobierno, tienen solo el 10% en la representación parlamentaria. Y ese porcentaje ahora va a estar incluido en el nuevo gobierno. Van a tener ministros y recursos. Y no son cualquier árabe. Son islamistas, es decir, que tienen una orientación religiosa fuerte también. Y esto... Bueno, estamos entrando en un tema que se aleja de presidencialismo-parlamentarismo, aunque si no fuera por el parlamentarismo esto no sería posible. Esto es muy raro porque Israel se autodefine y quiere que lo definan como un estado judío. Y en este caso va a tener un gobierno en el cual hay no judíos que gobiernan sobre judíos. Es fascinante lo que permite el parlamentarismo.
MEC: Claro, y además, yo sé relativamente poco de cómo funciona el sistema político israelí, pero he leído en las últimas semanas posts de blogs diciendo: estamos re contentos, es un buen signo, es la primera vez que un partido árabe va a estar incluido en una coalición de gobierno. Y he leído otros blogs que dicen: ojo, esto no es un triunfo de la izquierda, hay sectores de esta coalición que inclusive están más a la derecha, por decirlo de esta manera, que Netanyahu. Es una heterogeneidad muy grande que, como vos decís, es lo particular que se puede dar en los sistemas parlamentarios, en donde el gobierno se arma con los que están sentados en las bancas del Congreso y juntando como bancaditas y cachitos en las bancas del Congreso.
Es una heterogeneidad muy grande que es lo particular que se puede dar en los sistemas parlamentarios, en donde el gobierno se arma con los que están sentados en las bancas del Congreso" (MEC)
AM: Así es. Esto incluye del espectro religioso por supuesto gente a la izquierda de Netanyahu pero también gente que está más a la derecha del espectro ideológico izquierda-derecha. Del espectro religioso incluye a algunos más judíos y a otros mucho menos. Es una cosa impresionante. Lo que tienen en común es que no lo quieren a él como primer ministro. Lo quieren preso, que es lo que probablemente va a ocurrir. Aunque el tipo tiene más vidas que los gatos. Pero una de las claves institucionales, que es lo que nos gusta a los politólogos de todos los países del mundo, es el sistema de representación proporcional con bajo umbral. Tienen 120 diputados en distrito único y con pocos votos, con un porcentaje de un dígito. Por ejemplo, hay umbrales altos como el 5% de Alemania. El de Israel es mucho más bajo, creo que está en el 1,5%, pero estoy dispuesto a ser desmentido por alguien que tenga Google a mano (NdR: el umbral electoral fue 1,5% hasta 2003 y es 3,25% hoy). Y la dispersión, la fragmentación es tremenda. Y entonces contrasta con lo que estamos viendo en Perú, que tienen una fragmentación similar, pero están obligados a elegir un presidente entre dos candidatos que sumados sacaron el 32% de los votos en la primera vuelta y que van a tener necesariamente una fragmentación en el Congreso del cual no emergen. Así que están condenados a ser ultraminoría con un Congreso que puede “vacarlos”, como dicen ellos, hacerles juicio político por mayoría simple en cualquier momento. Si esto es así, el parlamentarismo generaría más estabilidad. Ahora, si esto es así, porque nosotros lo que hablábamos recién de Israel es que es un rejunte impresionante. ¿Podrá durar? No lo sabemos. Lo que sí podríamos decir que sabemos es que lo de Perú no va a durar.
Contrasta con lo que estamos viendo en Perú, que tienen una fragmentación similar, pero están obligados a elegir un presidente entre dos candidatos que sumados sacaron el 32% de los votos en la primera vuelta" (AM)
MEC: Lo que un poco dice la teoría o lo que es el conocimiento establecido de la ciencia política es que es preferible la solución parlamentaria, porque, supongamos que se arma este gobierno tan heterogéneo, el gobierno no funciona, bueno, en el momento en que se pierda la cohesión o la unión, caería ese gobierno y se llamaría a otra elección, ¿verdad? No podría existir un presidente o un primer ministro de un signo en oposición si no tiene algún tipo de apoyo o mayoría parlamentaria.
AM: Exacto. El parlamentarismo tiene mecanismos flexibles que lo que hacen es facilitar la construcción de una mayoría o de una minoría con apoyo parlamentario. El presidencialismo es rígido. Y entonces si vos no llegás a un acuerdo podés tener que gobernar sin acuerdo. En el parlamentarismo la falta de acuerdo lleva a la caída del gobierno. A uno le puede parecer más inestable y, de hecho, en Israel lo que tuvimos son cuatro elecciones sin resultado con un gobierno siempre provisorio. Pero finalmente llegan a un resultado. En los sistemas presidencialistas lo que tenemos es inestabilidad presidencial.
El parlamentarismo tiene mecanismos flexibles que lo que hacen es facilitar la construcción de una mayoría o de una minoría con apoyo parlamentario. El presidencialismo es rígido". (AM)
MEC: Pero, sin embargo, lo que sí podés tener en el parlamentarismo, fijate qué interesante lo que estamos viendo en Israel, lo que también se vio en Italia. O sea, Italia también viene de varios años -vos sabés mejor que yo, seguramente- pero de una sucesión de gobiernos que se sucedieron muy rápidamente, que duraron algunos meses o un tiempo muy corto. Y podés tener interregnos largos entre gobiernos. Creo que el de Netanyahu fueron un par de años, en donde él era una especie de autoridad provisoria en tanto y en cuanto el Parlamento no podía formar un gobierno.
AM: Así es. La fragmentación en un régimen parlamentario produce inestabilidad al gobierno. En un régimen presidencial suele producir inestabilidad al régimen, porque la caída del presidente es traumática, porque en la Constitución está establecida la duración. Para los primeros ministros no pasa eso. Entonces el tema es que la rigidez genera expectativas que la fragmentación no permite cumplir. El parlamentarismo te acomoda las expectativas. Ahora, estamos hablando de la estabilidad de los gobiernos, no de su eficacia. Y acá está la discusión, porque es difícil encontrar un gobierno, una serie de gobiernos, un estado más ineficaz que el italiano. Así que durar no es siempre gobernar.
La fragmentación en un régimen parlamentario produce inestabilidad al gobierno. En un régimen presidencial suele producir inestabilidad al régimen, porque la caída del presidente es traumática, porque en la Constitución está establecida la duración" (AM)
MEC: Claro, y además me parece interesante pensar la intersección de gobierno con el desarrollo económico y, como vos decías, con performance de gobierno. Porque uno puede pensar que Italia o Israel pueden darse dos años de estar casi sin gobierno. O como vimos, creo recordar que fue Bélgica, que estuvo... ¿Cuánto tiempo estuvo sin gobierno formado?
AM: Creo que más de dos años.
MEC: Más de dos años. Y uno puede decir: bueno, son países desarrollados, en donde evidentemente la estructura del estado sigue medio funcionando sola y las instituciones políticas pueden tomarse dos años para formar un gobierno. Se me hace más difícil ver eso en el contexto latinoamericano, en donde aparece como la necesidad de que alguien tome las decisiones.
En países desarrollados, evidentemente, la estructura del estado sigue medio funcionando sola y las instituciones políticas pueden tomarse dos años para formar un gobierno. Se me hace más difícil ver eso en el contexto latinoamericano" (MEC)
AM: El contexto -lo que mencionabas- de Bélgica o de Italia es quizás el paraíso de los libertarios. Los países funcionan mejor cuando no tienen gobierno. La sociedad liberada a sus fines. Yo no sería taxativo, pero algunos de ellos se divierten al respecto. En el caso de Italia Mussolini tenía una frase que creo que pinta de cuerpo entero cómo funciona este país y es a la vez serio y divertido. Él decía que gobernar a los italianos no es fácil ni difícil, es inútil. Y en ese caso la ausencia de gobierno no les hace mella.
MEC: La otra cosa que a mí me parece interesante viendo lo que sucede en la política israelí es que uno puede decir: bueno, Netanyahu tenía un gran éxito para mostrar, que fue el éxito de la campaña de vacunación, aislamiento muy fuerte acompañado de una vacunación rapidísima, que prácticamente pisoteó al Covid en Israel. Y, sin embargo, ¿qué pasó ahí? ¿No se lo reconoció la sociedad israelí o ya estaba descontado de antes? ¿Vacunar mucho no te garantiza que lo capitalices en las urnas?
AM: Ese es un debate candente que está llegando a la Argentina. Porque la literatura indica dos cosas. En tiempos normales, suele prevalecer el bolsillo. En tiempos excepcionales, es la crisis la que manda. Una vez que vacunaste y creaste efecto rebaño, la gente ya dio esto por asumido y vuelve a votar por otras razones. En el caso de Israel no es el bolsillo porque la economía anda bien, pero las razones cotidianas por las que votaron es el probablemente hartazgo con la corrupción y las estratagemas de Netanyahu. Toda esa eficacia fenomenal, si no la conseguía, se le volvía en contra. Consiguiéndola, se le dio por asumida. Así que, a lo mejor, mientras avanzaba la vacunación, hubiera tenido algún apoyo. Igual esto no fueron elecciones, fue un armado de coalición parlamentaria. En este momento Netanyahu no pierde el poder por una elección. Pero en todo caso no había conseguido la mayoría antes porque no le alcanzó. La gente pidió otra cosa. Digo, la vacunación y el éxito estaban supuestos. Israel asume que gana las guerras, asume que vacuna mejor que nadie. Ahora vamos a decidir otras cosas.
MEC: Es interesante. Si no vacunás lo suficiente, estás en graves problemas. Y si superás la pandemia demasiado rápido podés llegar también a estar en problemas. De alguna manera esta es una especulación que yo estoy leyendo bastante referida a la política norteamericana. Que algunos dicen: si Biden llega con la pandemia demasiado bajo control a octubre, puede estar más en problemas. O sea, si los votantes en octubre de 2022 van a votar habiéndose olvidado de la pandemia, le convendría menos, porque en general en Estados Unidos en las votaciones de medio término los votantes castigan al presidente que está en ejercicio. No lo premian.
AM: Las intermedias son complicadas pero la fórmula yo diría que es esta: si no vacunás, perdés; si vacunás, no sabemos. Estás en la misma. Vacunar es lo que la gente considera que es la obligación del gobierno. Y no te juzga por hacerlo. En todo caso te juzga por no hacerlo. El problema es fracasar. Triunfar no te genera ningún beneficio extra. Vuelve al punto de partida.
MEC: Eso es interesante porque de alguna manera también se relaciona con lo que decíamos hace un rato, qué interesante la confianza, no sé si la confianza, pero la naturalización de las capacidades del estado. La gente pareciera asumir que el estado tiene que seguir funcionando, que tiene que vacunar, que tiene que hacer lo que hace. Por eso hablábamos de estos países donde pueden estar sin gobierno por un año y el estado más o menos sigue funcionando. Me parece que acá hay una cuestión pero que aparece muy fuerte esta idea de que si no vacunás, es visto como un fracaso. Pero si vacunás es visto como: bueno, hiciste simplemente lo que había que hacer.
AM: Cumpliste tu deber. Exactamente. Cumplir el deber no da votos. Es el piso de mínima.
MEC/AM
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