Educación

Vouchers educativos: menos del 16% de los estudiantes podrían recibir esa ayuda del Gobierno

El Ministerio de Capital Humano anunció el lanzamiento del Programa de Asistencia “Vouchers Educativos”. El presidente Javier Milei propuso algo similar durante su campaña. Siete meses atrás explicaba en entrevistas televisivas que se puede “dar un subsidio a la oferta” o a cada individuo. Que si el Gobierno le diera la plata a cada familia para costear los estudios de sus hijos y no a las escuelas, estas deberían mejorar su nivel para ser más competitivas y esto impactaría directamente en la calidad educativa. La realidad parece haber distorsionado la intención del liberal libertario y, en medio de una inflación interanual del 276,2%, el voucher tiene forma de subsidio y alcanzará a pocos, precisamente a menos de un 16% (1.782.447).

Por medio de un comunicado, la cartera que dirige Sandra Pettovello informó que “a través de la Secretaría de Educación, lanza el Programa de Asistencia 'Vouchers Educativos' para ayudar a familias que envían a sus hijos a establecimientos de los niveles inicial, primario y secundario con una subvención del 75% o más y una cuota que no supere los $54.396”. Y aclaró: “Recibirán el 50% del valor del arancel de jornada simple, sin incluir actividades extraprogramáticas, en función de la cuota base (marzo 2024) para mayo, junio y julio. El voucher tendrá un tope de $27.198 por hijo”.

El Ministerio agregó que “según datos provisorios de la Secretaría de Educación, el universo podría alcanzar a casi 2 millones de chicos que asisten a más de 6 mil escuelas en todo el país y cuyos padres tengan un ingreso familiar menor a 7 veces del Salario Mínimo Vital y Móvil”. Pero cuando se suman las condiciones y se miran los números, aparecen varios millones más que podrían requerir la ayuda, pero en este momento no califican aunque por muy poco.

Al 2021, sólo ese porcentaje de los estudiantes formaban parte de la matrícula privada con subvención del 75% o más, mientras que el 6% (671.330) integraban la matrícula privada sin subvención; otro 6% (685.001), la matrícula privada con subvención de menos del 75%; y el 71% (7.753.678) correspondía a la educación pública.

Los topes vigentes para los aranceles de enseñanza curricular que rigen desde este mes en la provincia de Buenos Aires están determinados en $15.618, $17.214 y $19.846 para institutos de educación inicial, secundaria y secundaria técnica agraria y especializadas en arte con 100% de subvención, respectivamente. Asimismo, para las que tienen un 80% de subvención los montos se ubican en $28.818, $32.613 y $37.344, respectivamente. Los que reciben el 70% de subvención quedan afuera, pero sus cuotas no están tan lejos: $36.850, $45.247 y $51.475, respectivamente.

Pablo Mainer, fundador de Hablemos de Bullying y la Alianza Anti Bullying Argentina, explicó a elDiarioAR: “Esta ayuda económica está destinada a familias que tengan niños o adolescentes en edad escolar que vayan a escuelas privadas con algunas condiciones. Acá se estima que más o menos se va a beneficiar a 2.000.000 de alumnos, esto sería un 17,2% del total que tenemos en nuestro país. Hoy estimamos que hay entre los 3 niveles, educación inicial, primaria y secundaria, 11.600.000 alumnos y esto es solamente para 2.000.000, lo que indicaría que es más que nada para la población de alumnos que van a lo que se conoce como escuelas parroquiales, escuelas que tienen una baja cuota. Recordemos que en estas escuelas también el Estado subvenciona los sueldos de los docentes, es decir, tendrían doble beneficio”.

“Obviamente nosotros siempre que sea una inversión destinada a educación la vamos a celebrar, pero hay que verlo también en el contexto. Es decir, están dando esta ayuda en medio de un recorte en educación. No están enviando el fondo FONID, que es el incentivo docente, se están recortando programas para las provincias, al mismo tiempo se está haciendo un recorte muy fuerte en lo que tiene que ver con la educación superior, las universidades, diferentes programas de incentivo a la lectura, educación técnica y demás. Por dar un ejemplo, el fondo del FONID son $330.000 millones que hoy se están recortando y este fondo que se está destinando para estas ayudas económicas es solamente 55.000 millones de pesos”, agregó.

Para Mainer es necesario mirar que “hay un gran recorte, hay un contexto de crisis” en materia educativa “y que lo que viene a traer esta ayuda económica es afirmar que se le está poniendo un sello a la política económica en la cual se confirma que están destruyendo a la clase media”. “Es una subvención destinada a la clase media. Están blanqueando que las políticas económicas de este gobierno están justamente yendo contra esa población”, señaló.

Por otro lado, Mainer alertó sobre “recortes en los comedores escolares”, dijo que “la situación es muy crítica” y que “el problema de la educación tiene que ser trabajado a nivel integral”.

Flavio Buccino, especialista en gestión educativa, docente y referente de la organización Argentinos por la Educación, analizó en diálogo con elDiarioAR: “Están llamando voucher a lo que en realidad es una ayuda, es un subsidio. Es el modelo de subsidio que hoy existe para otras cosas, por ejemplo, luz, gas, transporte. Vuelven a la lógica de un subsidio”, insistió, y explicó cómo sería el funcionamiento de un voucher desde su punto de vista: “Un voucher sería la masa total de lo que se gasta en educación dividido por el número de alumnos. Cuánto da para que cada alumno tenga su cheque y lo lleve a donde quiera. En este caso es meter dentro de un universal a aquellos que están con más problemáticas para poder pagar la cuota y ayudarlos con el 50% del valor de la cuota de la escuela privada a la cual van”.

Para Buccino, la implementación de este sistema es “un tercer nivel de ayuda, por demanda, para la gente, a las mismas escuelas privadas que ya se están ayudando con aportes provinciales”. En este sentido, repasó: “Además las escuelas privadas tienen la excepción al pago de cargas patronales, que también es una ayuda para que no aumenten las cuotas. Y hay un cuarto mecanismo para quienes pagan cuotas por encima de 50 mil pesos que son las deducciones del impuesto a las ganancias”.

Por su parte, Martín Zurita, secretario Ejecutivo de AIEPBA (Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la provincia de Buenos Aires) expresó: “Creemos que es una medida importante, que alcanzará a una gran cantidad de familias porque el mayor porcentaje envía a sus hijos a estas escuelas de gestión privada. Es una ayuda a la clase media y media baja” y enfatizó la necesidad de “desmitificar que la privada es la escuela élite”. Además, criticó: “Quedan afuera los jardines maternales que, paradójicamente, no reciben aporte estatal y muchas escuelas que tienen aporte estatal menor o directamente no tienen no porque no lo necesiten, sino porque lo vienen pidiendo hace años y no se lo otorgan por falta de presupuesto. Sería bueno que se arbitren medios para contemplarlas”.

Cambio de escuela, la alternativa de muchas familias frente a la crisis

Los aumentos en las cuotas de los colegios privados generaron que muchas familias tomaran la decisión de cambiar a sus hijos de colegio. Esto genera un efecto cascada. Los que van a instituciones cuyos precios se ubican en la cúspide de la pirámide optan por alternativas de menor presupuesto. Los del medio bajan hacia los más económicos y, finalmente, los de este segmento, cuando no pueden sostenerse, buscan lugar en la escuela pública.

En este marco, Buccino cree que lo que se propuso a través del Ministerio de Capital Humano “es un contenedor de los que están dentro de la escuela privada para que no se vuelvan a la escuela pública”, mientras que Zurita observó “que las familias no quieren cambiar a sus hijos de la escuela” y hacen un “gran esfuerzo”.

Mainer también advierte “gran traslado de alumnos de escuelas privadas parroquiales o de cuotas baratas” que “se están pasando a la escuela pública, lo que podría generar un colapso”. En este sentido, analizó: “Entonces, también esta medida, creo que va en ese sentido” aunque añadió: “Al mismo tiempo, también suponemos que de alguna manera fácil quieren cumplir con esta promesa de campaña de la generación del voucher. Como decir, bueno, hicimos esta política que prometimos, pero hay que aclarar muy fuertemente que es una política que solamente está establecida para tres meses. Es una política temporaria. Hoy estamos viviendo una crisis económica de pérdida del poder adquisitivo que va a generar grandes problemas, pero también va a generar un gran problema en la educación pública que es nuestra educación, que tenemos que reforzar por los sueldos de los docentes, que, al mismo tiempo, muchos son padres y madres y tienen problemas alimenticios y sociales que terminan afectando la escuela. Entonces, no podemos hacer una política solamente focalizada a un pequeño sector”.

MM/MG