Coronavirus en Argentina: reportan 43.487 contagios, un 27,9% más que la semana pasada elDiarioAR

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner advirtió que los sectores de derecha en América Latina buscan “volver a instalar el neoliberalismo” en la región, cuestionó las “políticas de ajuste” de los organismos multilaterales de crédito en medio de la delicada renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), denunció la financiación de “golpes judiciales” y advirtió a la mandataria electa de Honduras, Xiomara Castro: “No es fácil ser presidenta mujer”.
“Los mismos que financiaban los golpes militares, financian los judiciales”, cuestionó la expresidenta argentina en el discurso que dio en la conferencia “Los pueblos siempre vuelven” en la Universidad Nacional de Honduras. Actividad que forma parte de su viaje al país centroamericano antes de asistir a la asunción de Castro, con quien mantiene una relación estrecha.
Al repasar la historia de los gobiernos populares de América Latina, aseguró que en la primera parte del SXXI, los partidos de derecha “ya no necesitan” golpes militares, sino que “ahora hay que conseguir jueces” e ironizó: “¿Por qué no me explican el fenómeno de que las leyes se aplican en función de los intereses que están en contra de las mayorías populares?”.
Luego, explicó que algunos sectores quieren “volver a instalar el neoliberalismo en la región”. “Es curioso: el neoliberalismo quiere achicar el Estado. Es más, han surgido corrientes que se denominan libertarios y quieren suprimir el Estado. ¿Y qué está pasando en la región? Cuando se instalan estas doctrinas, la política tienen las mismas reglas que la física. Todo vacío es ocupado. ¿Quién se ocupa? Aparece el narco”, advirtió.
“¿Qué pasa cuando el Estado reduce su presencia en educación, salud y la explotación que impacta en el cambio climático? ¿Hay un vacío que nadie ocupa? No, es ocupado por los narcos. Los narcos aparecen porque son los que construyen las escuelas que el Estado no construye por tener que aplicar las políticas de ajuste de los organismos multilaterales”, criticó Fernández. En este sentido, advirtió que el ajuste trae consecuencias económicas y ambientales y que “la desaparición o disminución del Estado lejos de traer seguridad y bienestar trae otras cosas”.
Y subrayó: “Creo que el gran desafío que tiene nuestra región en particular es ver cuál es el problema que acecha a todos. Además, a nivel global, tenemos que discutir que los bancos de grandes potencias dejen de lavar las formidables fortunas que hacen los narcotraficantes. Esta es la verdad de la milanesa de lo que pasa en la lucha contra el narcotráfico y ambiental, la disminución del Estado para intervenir.”
Por otro lado, advirtió que la tarea de la esposa del expresidente destituido Mel Selaya será “doblemente difícil” por su condición de mujer. “No es fácil ser presidenta mujer, porque todavía hay en nuestras sociedades y compañeros propios, cierto resabio de la sociedad patriarcal, machismo. Cuando una mujer además de pintarse, peinarse o ponerse un atuendo, piensa y se atreve a decirlo en voz alta, se lo perdonan bastante menos que a los hombres”, alertó.
Contó, entonces, una anécdota con el expresidente Néstor Kirchner: “En el año 2007 le decía a Néstor estas cosas, que era machismo. El me decía que no. Poco antes de partir me lo reconoció. 'Esto también además de por las ideas, intereses, es por tu condición de mujer', me dijo. Espero que todos y todas ustedes ayuden mucho a la compañera Xiomara, por quien le espera una tarea doblemente difícil por ser mujer. La va a poder llevar adelante porque la vi salir a pelear por la democracia en las calles”.
Cuando el exjefe de Estado hondureño Mel Zelaya, esposo de Castro, fue depuesto por un golpe de Estado en 2009, Cristina Kirchner tuvo un rol fundamental en denunciar el proceso antidemocrático y dar su apoyo. El episodio de Honduras inauguró lo que se llama el “ciclo de golpes blandos” en América Latina, cuando Zelaya fue trasladado en pijama a la fuerza a la Base Aérea al sur de Tegucigalpa y un avión militar lo depositó ilegalmente en Costa Rica, donde lo recibió el presidente Oscar Arias.
Castro, por su parte, se refugió en la embajada de Estados Unidos por temor a ser asesinada mientras las calles de Tegucigalpa eran escenario de violentas protestas. Días después del golpe, Zelaya volvió a su país y Kirchner fue una de las mandatarias latinoamericanas que integró la comitiva que lo acompañó hasta Honduras. Además, en los festejos del Bicentenario argentino en 2010, el presidente destituido fue invitado a participar junto a otros 7 presidentes de la región. Para ese momento, Honduras ya tenía nuevo presidente electo y este acto fue fuerte mensaje de no reconocimiento por parte de Argentina del gobierno de ese momento.
La presidenta electa sucederá a Juan Orlando Hernández, cuestionado por corrupción y cuyo partido sería desbancado tras 12 años en el poder
Ahora en portada