En Estados Unidos

Milei cuestionó la “cultura autorrepresiva” de Occidente e invitó a invertir en Argentina

elDiarioAR

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El presidente Javier Milei disertó este lunes en la Conferencia Global en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, frente a una platea de empresarios y economistas de ese país, ante quienes sostuvo que “Argentina tiene todas las condiciones para ser la nueva meca de Occidente”. “Es un país abierto a entablar relaciones comerciales con todo el mundo, que es además la mayor garantía posible de perpetuar la colaboración y alejarse de la guerra”, remarcó.

“Y hoy, por primera vez en 150 años, y a contramano de un mundo cada vez menos libre, la Argentina se convierte día a día en un país más libre”, sostuvo el mandatario argentino.

Con la mirada del mundo financiero puesta en él, Milei presentó su visión para una Argentina integrada y protagonista en el tablero internacional. En su discurso, habló sobre el desafío de bajar la inflación en la Argentina y la necesidad de reformas estructurales.

Ante una audiencia compuesta por líderes empresariales, inversores y pensadores de todo el mundo, Milei pronunció el discurso inaugural de la conferencia, que durará hasta el miércoles, y dijo que la “Argentina está abierta para los negocios”.

Por supuesto, Milei elogió los principios del capitalismo y alertó sobre los riesgos inherentes al colectivismo, citando la experiencia de Argentina como una advertencia para el mundo occidental. En tal sentido, recordó cómo Argentina pasó de ser una potencia mundial a un país con un 60% de su población viviendo en la pobreza, debido a políticas económicas erróneas y una expansión descontrolada del gasto público.

Refiriéndose a su presentación anterior en el Foro Económico de Davos, Milei expresó su preocupación por el abandono de los valores de libertad por parte de los líderes occidentales, lo que a su juicio ha puesto en peligro los logros de la civilización occidental. Criticó las políticas socialistas, argumentando que han llevado a la pobreza en lugar de la prosperidad, y señaló que Argentina es un claro ejemplo de este fracaso.

El Presidente argumentó que el capitalismo de libre mercado ha sido el motor de un crecimiento económico sin precedentes en los últimos 250 años, sacando a la mayoría de la población mundial de la pobreza.

Para ilustrar la magnitud del problema, Milei comparó la expansión de la base monetaria en Estados Unidos con la de Argentina, destacando que mientras en Estados Unidos se multiplicó 16 veces desde 1949, en la Argentina se expandió una cifra astronómica de 25 mil trillones de veces, lo que considera un claro ejemplo del desastre que pueden causar los políticos cuando se alejan de los principios básicos de la economía de mercado.

Milei se preguntó por qué se demoniza un sistema económico que ha sacado de la pobreza extrema al 90% de la población mundial y por qué Occidente parece renunciar voluntariamente a los principios y creencias que lo llevaron a su posición actual.

En este sentido, criticó los marcos teóricos que ven al mercado como imperfecto y que justifican intervenciones estatales que, en su opinión, traen más problemas que beneficios y obstruyen el “proceso de descubrimiento” descrito por Friedrich Hayek.

Según el líder del partido La Libertad Avanza, “el mercado libre es un proceso de descubrimiento donde el capitalista encuentra el rumbo correcto ofreciendo bienes y servicios de mejor calidad o precio”.

Además, Milei abordó la cultura de autorepresión y autoflagelación que, según dijo, se ha difundido en el mundo corporativo, periodístico, educativo y del entretenimiento. Criticó la coacción, promovida directa o indirectamente por el estado, que obliga a las empresas a someterse a mandatos morales en cuestiones de género, raza o medio ambiente, lo que a menudo atenta contra la libertad y la capacidad de generar riqueza.

El Presidente expresó su preocupación por una cultura que castiga el mérito y premia la mediocridad, y que promueve “pasiones tristes” que nos hacen versiones cada vez más pequeñas de nosotros mismos. Advirtió que esta cultura podría llevar a un “suicidio colectivo” y citó ejemplos recientes en Estados Unidos que considera frutos de estas ideas.

Finalmente, Milei reivindicó la verdadera responsabilidad social del sector privado, que no se cumple regulando el libre mercado, sino desatándolo. Argumentó que la responsabilidad social del empresario es producir bienes y servicios de mejor calidad o precio, lo que lleva a mercados más competitivos y sociedades mejor satisfechas. Milei concluyó su discurso reivindicando las grandes ambiciones de la especie humana y la civilización, y destacó los logros alcanzados gracias a la ambición, la creatividad y el optimismo de aquellos que buscan la felicidad propia.

En tal sentido, destacó la figura del “empresario-aventurero frente al burócrata”. Celebró los esfuerzos de Elon Musk en la exploración espacial como un reflejo del destino explorador de la especie humana y subrayó la importancia de proteger los pilares de la vida, la libertad y la propiedad.

Milei señaló que, mientras el mundo occidental parece inclinarse hacia el control y la imposición, Argentina está tomando un camino diferente, abrazando la libertad y retirando al estado de la actividad económica. Afirmó que, a pesar de la adversidad, su gobierno está logrando un cambio histórico en la economía argentina, con un consenso procapitalista que atraviesa toda la sociedad.

También describió las medidas económicas implementadas por su administración, incluyendo la eliminación del déficit, la reducción del gasto público y la promoción de reformas estructurales. Destacó que estas acciones han llevado a un superávit fiscal y financiero por primera vez en 20 años y que la inflación ha comenzado a disminuir.

Milei insistió en invitar a los presentes a invertir en Argentina y a participar en lo que él describe como un nuevo “Gold Rush”, en alusión a la fiebre del oro de California, un fenómeno social ocurrido en Estados Unidos entre 1848 y 1855 caracterizado por la gran cantidad de inmigrantes que llegaron a las cercanías de San Francisco en busca de oro.

En tal sentido, Milei pintó una imagen de Argentina como una nación llena de potencial sin explotar, lista para un renacimiento económico y social. Destacó las ventajas comparativas de Argentina, desde su tierra fértil y su sector agroindustrial avanzado hasta sus ricos recursos minerales y su diversidad geográfica y ecológica. Y subrayó la importancia del capital humano de Argentina, educado en universidades locales líderes y entrenado en la volatilidad económica, lo que los hace excepcionalmente preparados para la innovación y el emprendimiento.

Finalmente, Milei extendió una invitación a todos los presentes, a quienes considera héroes del progreso humano, a apostar por Argentina y ayudar a convertirla en la “nueva Roma del siglo XXI”. Con un tono apasionado, instó a los asistentes a demostrar que las ideas de libertad son el único camino hacia la prosperidad, y a unirse a él en la escritura de un nuevo capítulo en la historia del progreso occidental. Con un enérgico y ya clásico “¡Viva la libertad, carajo!”, Milei cerró su discurso, pidiendo la bendición de Dios para los argentinos y el apoyo de las fuerzas celestiales en su empeño.

JJD