Gremios docentes piden suspender las clases, pero Trotta dice que las escuelas “no se cierran”

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La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera), el sindicato docente con más afiliados de la ciudad de Buenos Aires, reclamó al Gobierno porteño que “ante el crecimiento exponencial de casos” de coronavirus “suspenda provisoriamente el dictado de clases presenciales”.

“Al día de hoy, con todos los semáforos en rojo, con el sistema de salud privado colapsado, con el hospital de nuestra propia obra social al límite de sus posibilidades de atención, pedimos que se restrinja la circulación de la cantidad de chicos, chicas y familias que transitan diariamente la ciudad para llegar a las escuelas”, planteó la secretaria de Comunicación del gremio, Paula Galignana, en declaraciones a El Destape radio.

Por su parte, el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, dijo este lunes que “si tiene que haber una disminución de presencialidad en las escuelas” por la segunda ola de coronavirus, “no implicará la suspensión absoluta” de esta modalidad, señaló que “si hay que restringir, que sean las demás actividades”, y afirmó que “no se van a cerrar” las instituciones educativas.

¿Por qué los gremios piden suspender las clases presenciales en CABA?

Desde la organización gremial argumentaron que “con el nivel de contagios que hay, por arriba de 2000 diarios (en la Ciudad), es imposible detectar a dónde cada uno fue contagiándose el virus, y la realidad es que si se contagió en el transporte público, yendo a la escuela, o adentro de la burbuja, es exactamente lo mismo, porque la circulación del virus sigue multiplicándose”.

Galignana subrayó que en la Ciudad “hay docentes fallecidos, hay auxiliares (de escuela) fallecidos, que son los que lamentablemente han tenido más pérdidas”, y además consignó que en el distrito ya han sido detectados “arriba de 1500 docentes” como Covid positivo, y que hace unos días, “previo a que comience este aumento exponencial de casos”, el número ya era de “1215”.

“Ni los chicos ni los docentes se teletransportan dentro de la burbuja, sino que circulan por la ciudad de Buenos Aires, y tienen contacto con sus padres, que también trabajan, con sus madres, que también trabajan, con personas de riesgo”, señaló la gremialista docente.

Desde UTE-Ctera también advirtieron que los protocolos de prevención de contagios en muchos casos son insuficientes o no se cumplen correctamente y asimismo denunciaron que directores y directoras de escuelas porteñas están recibiendo “muchas presiones para ocultar datos, para no cerrar, para minimizar la cantidad de burbujas que se afectan por una determinada situación”, según alertó Galignana en diálogo con Télam.

“En la última semana, hay 494 burbujas afectadas (en las escuelas del distrito porteño). Cada burbuja es, generalmente, medio grado, pero según las circunstancias, según las escuelas, porque hay edificios escolares en los que los grados se han tenido que organizar tres, o incluso más burbujas”, detalló la representante sindical.

Por último, desde UTE-Ctera exigieron que el gobierno porteño continúe con el testeo masivo y el plan de vacunación específico para docentes.

“Lo venimos planteando -recordó Galignana- desde el momento en que se desviaron la mitad de las 33.000 vacunas para otros destinos, porque de esas 33.000 vacunas que el gobierno nacional había definido que eran para vacunar a docentes, el gobierno de la ciudad desvió para otros fines 17.000 y sólo se aplicaron (a docentes) 13.000”.

“Esas 17.000 no las aplicó y las entregó a obras sociales o a otros grupos, se aplicaron 13.000 y ahí quedó frenada la vacunación docente”, puntualizó la representante de UTE-Ctera.

Trotta defiende la presencialidad

El ministro Trotta expresó que “primero, hay que dejar en claro que estamos frente a una presencialidad reducida” ya que “en ninguna jurisdicción argentina hay un regreso pleno” a las escuelas que solo admiten, como máximo, “la mitad de los chicos y las chicas en forma simultánea”.

En el marco de la segunda ola de coronavirus, con las nuevas restricciones a actividades, “se plantea disminuir la circulación en términos generales, lo que puede impactar en la escuela, por supuesto”, reconoció el titular de la cartera educativa.

El funcionario aclaró que este escenario “debe incluir otras restricciones, vinculadas a la socialización” y sostuvo que “los lugares cuidados hay que fortalecerlos fuera de la escuela, no es que (los chicos) puedan retomar todas las actividades” extracurriculares.

Trotta remarcó que “en las escuelas, como en aquellos lugares donde se logra cumplir con los protocolos, hay bajo riesgo de contagio, lo demuestra la evidencia”.

“No se van a cerrar las escuelas”, reafirmó, a la vez que consideró que “sí pueden ser afectadas en la mínima unidad geográfica posible” por restricciones de circulación.

Las declaraciones de Trotta coincidieron con las afirmaciones que esta mañana realizó el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, quien advirtió por un posible incremento de la “carga virtual en las escuelas” y una reducción de la presencialidad si se mantuviera el ritmo de crecimiento de los contagios.

“Todos los ministros de Educación sostienen esta misma mirada; si hay que restringir, que sean las demás actividades”, dijo Trotta a esta agencia, quien recordó que “a partir de los consensos construidos en el marco del Consejo Federal de Educación, la administración de la presencialidad corresponde a cada gobierno provincial”.

Esta problemática y otros temas de gestión educativa se volverán a tratar el miércoles en la próxima reunión del Consejo Federal de Educación.

Con información de agencias.

IG