CAUSA ZOE

Cositorto se descuidó e Interpol lo encontró por una columna y un cuadro

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Cositorto tenía todo listo para festejar en unos días su cumpleaños en Susurros, el “Primer Spa Mental de Latinoamérica”, un all inclusive ubicado en Cartagena de Indias, Colombia, pero va a tener que cancelar. Interpol lo detuvo hoy en Juan Dolio, un paraje costero de República Dominicana, adonde había llegado hacía una semana. Leonardo Cositorto, CEO de Generación Zoe, estuvo más de un mes prófugo de la Justicia, pero cada noche ofrecía coaching vía Zoom para su comunidad de “líderes”. Y cayó por un par de “detalles” del fondo que usó para sus últimos vivos: una columna y un cuadro.

En enero, cuando la Comisión Nacional de Valores (CNV) advirtió a Generación Zoe y a su unidad educativa, Universidad del Trading, que cesaran sus actividades, Cositorto se fue de la Argentina. Desde entonces estuvo de gira: Uruguay, México, Colombia... Para mediados de febrero, cuando se emitió el pedido de captura internacional e Interpol lo buscaba, a Cositorto le “perdieron el rastro”. Cada vez que dio una entrevista -y fueron varias- evitaba precisar su ubicación exacta. 

Pero la semana pasada envió a su canal privado de Telegram un video en el que desmentía un dato: “No estoy en Cartagena de Indias, no soy tan imbécil ni tan idiota, no voy a estar en un lugar en el que me van a ubicar tan fácil”, dijo. Detrás suyo se veía una piscina, vegetación: nada más. Cositorto ya estaba en Dominicana. Había alquilado, vía Airbnb -y no con su nombre- una casa y desde la piscina envió ese video a su equipo. Allí vivió un mes hasta que se mudó, hace una semana, a un departamento ubicado en un apart en la playa donde lo detuvieron, Juan Dolio. Fue Cositorto el que dejó las migas para que lo encontraran.

Juan Dolio es un paraje costero con una población estable de menos de 3 mil personas que vive, básicamente, del turismo. El paisaje es típico y es de póster: palmeras de diseño calibrado, arena blanca, mar turquesa. Cositorto dio el sábado una charla virtual y dio, también, una pista: “Yo estoy cerca de un lugar donde durante la semana hay poca gente o no hay nadie, y los sábados se llena de gente”

Con la mudanza cambió la escenografía de los vivos. Cositorto dejó de usar paredes blancas -e imposibles de identificar- como fondos a usar paredes con cuadros, cuadritos, relojes, adornos con formas de tablas de surf y las leyendas “Let´s go to the beach”... Pero hubo dos objetos que permitieron dar con su ubicación exacta: una columna de tipo “griega” que dividía un ambiente de otro y aparecía a su izquierda en los vivos y un cuadro que mostraba un sendero en la playa hacia el mar. Ahí estaban ambos elementos decorativos cuando Interpol detuvo esta mañana a Leonardo Cositorto.

La versión oficial de cómo dieron con Cositorto la dio Juliana Companys, fiscal de Villa María, Córdoba, impulsora de la investigación y las detenciones, que ya son 23 en el marco de la Causa Zoe: “Luego de un arduo trabajo realizado por Interpol argentina en conjunto con Interpol de República Dominicana, hemos dado con el paradero de Leonardo Cositorto contra quien pesaba un pedido de detención por asociación ilícita y estafas reiteradas”.

Hay otra versión, extraoficial, e indica que una persona de nacionalidad argentina -que no es usuaria de Twitter- tenía el dato de que Cositorto estaba viviendo en esa zona de Dominicana y que se dedicó a rastrear en Airbnb departamentos que coincidieran con la decoración que Cositorto usaba como fondo en los vivos de Zoom, que también se transmitían por YouTube. Cuando encontró el departamento dio aviso a la policía local. 

¿Cómo hizo Cositorto para trasladarse de un país a otro con una orden de captura internacional encima? ¿Por qué pudo seguir promoviendo de manera virtual un “emprendimiento” que está siendo investigado por la Justicia? Por lo pronto, la fiscal Companys trabaja con Cancillería para extraditar a Cositorto a la Argentina que, al llegar, será alojado en un penal de Córdoba. 

Un breve repaso por la Causa Zoe

En enero la Asociación Civil Decodes denunció a Generación Zoe ante la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) por estafa, captación de ahorro público y manipulación de mercado. Unas semanas después, el Ministerio Público Fiscal de Córdoba recibió una serie de denuncias de personas que aseguran haber sido estafadas por Generación Zoe en esa provincia. La fiscal de Segundo turno de Villa María, Córdoba, Juliana Companys, pide la captura internacional de Cositorto y otros siete integrantes de la empresa por presunta asociación ilícita y estafa

A Cositorto y a otras ocho personas los buscaban por “asociación ilícita” y “estafas reiteradas”: captar ahorros de personas a cambio de “membresías” para ser parte de una empresa -Zoe- que ofrecía capacitaciones “en liderazgo”. Las primeras detenciones se dieron en Córdoba. Ya hay 23 detenidos, entre ellos la mano derecha de Cositorto, Maximiliano Batista. Batista tiene 43 años y es profesor de zumba y danzas brasileñas, y Master Coach Internacional. Fue detenido por Interpol hace 15 días en Ezeiza, cuando llegó en una vuelo desde Francia. Cuando se inició la Causa Zoe, Batista estaba en México. Así que de alguna manera Batista se las arregló para partir a  Europa cuando regía sobre él el pedido de captura.

La Asociación Argentina de Coaching Ontológico denunció que Cositorto fue expulsado de su organización en 2016 y que no está habilitado a capacitar a personas en Coaching Ontológico dado que no se certificó en Master Coach. A principios de marzo, y desde algún lugar de Latinoamérica porque seguía prófugo, Cositorto lanzó Sunrise, un reemplazo de Zoe. Sunrise funciona igual que el emprendimiento anterior: para entrar hay que pagar una membresía en dólares que promete un retorno del 7,5% mensual a cambio de capacitaciones en coaching, marketing y liderazgo.

VDM