El origen de esta conmemoración se remonta a 1987, cuando un trágico accidente en una construcción de Bridgeport, Connecticut (EE. UU.), cobró la vida de 28 trabajadores. Desde entonces, cada año se dedica esta fecha a concienciar sobre la importancia de garantizar espacios de trabajo seguros, saludables y dignos en todo el planeta.
Bajo el lema de la prevención, esta campaña global busca reducir los accidentes y enfermedades profesionales, impulsando una cultura de seguridad laboral. El propósito es claro: disminuir las cifras de víctimas mediante la educación y la aplicación de medidas efectivas.
En paralelo, el movimiento sindical mundial rinde homenaje a los trabajadores fallecidos o lesionados en su “Jornada Internacional de Conmemoración”, organizando movilizaciones y campañas que reclaman justicia y mejores condiciones.
Cifras que duelen: La cruda realidad laboral
Las estadísticas no mienten: cada año, alrededor de 2.9 millones de personas mueren por accidentes o enfermedades relacionadas con su trabajo, mientras que 402 millones más sufren lesiones. Una crisis silenciosa que exige acción inmediata.
Responsabilidad compartida: ¿Quién debe actuar?
- Gobiernos: Deben fortalecer marcos legales y sistemas de inspección para garantizar empleos seguros.
- Empresas: Tienen la obligación de proveer entornos laborales libres de riesgos.
- Trabajadores: Deben seguir protocolos de seguridad y participar activamente en la prevención.
Los enemigos invisibles: Jornadas extenuantes y contaminantes
Las largas horas de trabajo y la exposición a sustancias tóxicas figuran entre los mayores peligros. Invertir en Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) no solo salva vidas, sino que construye economías más sólidas y sociedades más justas.