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Historias de mujeres que rompen moldes

Persecución y manejo defensivo: una expilota de carreras enseña técnicas de conducción avanzada a policías

Tatiana Machuca durante la parte teórica de una de las capacitaciones que dicta.

Roberto Giovagnoli

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En 2005 se estrenó “Herbie, a Toda Máquina”, una remake del histórico Cupido Motorizado. El film cuenta las aventuras de una joven dueña de un vehículo muy particular, que termina compitiendo en la categoría NASCAR de Estados Unidos. Lindsay Holan protagoniza a Maggi, una aguerrida adolescente que, a raíz de algunas cuestiones azarosas, logra participar en la carrera con el mítico Escarajo blanco con el número 53. 

Aquella historia quedó grabada en la retina de la pequeña Tatiana Machuca, que aún no sabía que la pasión por los autos y la velocidad serían el camino definitivo que iba a tomar su vida. “A medida que fui creciendo, empecé a compartir ese gusto por los autos con mis amigos del Colegio, y eran ellos los que me llevaban a carreras, al Cuarto de Milla o alguna Expo de autos”, recuerda Tatiana. “Empecé en los Track Day, que son eventos a los que vas en tu auto particular a correr al autódromo con todas las medidas de seguridad. Yo fui con mi humilde Palio, y así comencé a frecuentar ese ambiente”.   

Pero la verdadera prueba con casco y buzo llegó a fines del 2018, cuando Tatiana tuvo la oportunidad de correr en la categoría profesional Fiat 600 light. Su primera carrera fue en marzo de 2019 y pudo completar todo el campeonato. 

El ingreso de una mujer a un ambiente tan masculino genera suspicacias, pero Tatiana tenía un objetivo firme y claro. Mientras recuerda aquellos comienzos, cuenta una situación muy compleja que vivió en el kartódromo de Buenos Aires: “En una fecha de karting amateur me dan una unidad en mal estado. Cuando arranco el pedal del acelerador se trabó y no podía frenar, no podía frenar. Así que decidí pegar de frente contra una hilera de cubiertas que funcionan de contención. Un alambre me cortó a la altura del mentón y recibí 14 puntos. Fue un momento muy duro porque intervino la policía, me trasladaron a un hospital y tuve que quedar internada, pero eso no me sacó de eje y seguí firme con mi vocación”. Sin embargo, Tatiana tiene buenos recuerdos de sus primeros tiempos. “En los equipos que corrí viví rodeada de hombre y siempre fui tratada con mucho respeto. Al contrario, siempre te quieren dar una mano, te quieren ayudar, te quieren enseñar. En realidad, cuando nos ponemos el casco somos todos pilotos y el Automovilismo es uno de los deportes donde el género no importa demasiado. En la pista siempre corrí de igual a igual”. 

El secreto es presionar 

En la actualidad, Tatiana traslada su experiencia en pista a los patrulleros de la policía de Pilar. De esa forma entrena al personal de esa fuerza para las eventuales persecuciones que se realizan en zonas urbanas. La oportunidad le llegó a mediados del 2022 a través de Javier Dobalo, Capitán de Infantería de Marina retirado e instructor de manejo. 

“Las capacitaciones duran una semana, donde al principio se busca quitar vicios y errores comunes del manejo cotidiano. El objetivo es que incorporen lineamientos básicos de una conducción ‘defensiva’ para que puedan aplicarlo en operaciones de seguridad. Las prácticas son ejercicios de frenado, frenado de emergencia, esquives y slalom, y hacer mucho énfasis en la conducción en reversa”.  

Durante su relato, Tatiana repite varias veces “el secreto es presionar”. Ese es el concepto que buscan inculcarle a los efectivos. “También remarcamos mucho la posición de manejo en general, las manos al volante y la importancia del uso del cinturón de seguridad, sobre todo enseñamos una técnica para sacarse el cinturón, teniendo en cuenta que los oficiales manejan con el chaleco antibalas y con armas, y a veces conducir en esas condiciones puede ser muy molesto pero sobre todo muy peligroso para manejar”.  

En los cursos que brinda Tatiana se busca que los policías tengan conocimiento de mecánica; enseñan la correcta colocación de la reversa, maniobra que suele ser vital en las persecuciones. También se subraya durante el entrenamiento la importancia de la revisión de los móviles que se les asigna a cada efectivo. Los y las policías tienen que saber que cuándo inician su turno deben controlar el estado de las cubiertas, los frenos y que la mecánica en general esté óptima. 

Porque a no ser que estemos hablando de la reencarnación de Ayrton Senna en un delincuente, no tienen técnicas, entonces lo que los policías tienen que hacer es presionar y esperar a que el de adelante se equivoque

Pero a Tatiana le gusta la acción al volante y se nota cuando explica sus clases de manejo: “Es importante que aprendan el trazado de las curvas y cómo se dobla. Porque estamos hablando de móviles policiales, como pickup o camionetas, que tienen un centro de gravedad más alto, otras dimensiones, por ende, no se manejan como un auto de calle común. Entonces, enseñamos cómo trazar una curva, cómo encararla, siempre haciendo énfasis en que la persecución va a ser más efectiva con el uso de la radio y la Cámara. ¿Qué quiere decir esto? Su objetivo no es alcanzar al delincuente, es presionar y esperar a que el delincuente se equivoque.” Tatiana aprieta el acelerador en su relato y agrega: “Porque a no ser que estemos hablando de la reencarnación de Ayrton Senna en un delincuente, no tienen técnicas, entonces lo que los policías tienen que hacer es presionar y esperar a que el de adelante se equivoque”. 

En el tono de Tatiana se nota la satisfacción que le provoca su trabajo de entrenamiento. Sabe que sus aportes a las habilidades de efectivos al volante son valiosos a la hora de un hecho de inseguridad, para que los policías tengas herramientas y hacer su trabajo sin daños colaterales. “Es importante que las persecuciones se hagan de manera eficiente, y respetando las leyes de tránsito”. E insiste con el concepto de presionar: “El que es perseguido se va a equivocar porque siente la presión de atrás”.  

El examen final de la capacitación es un simulacro de persecución con sirena y la radio encendida. Se arma un circuito de persecución con algunos obstáculos, y en ese momento se trabaja en la respiración y la concentración del conductor o conductora. En ese sentido, Tatiana insiste en que “un entrenamiento así para todos los conductores y conductoras convertiría al tránsito y a las calles en lugar más seguro”. 

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