Algo en común: derechos, igualdad y democracia es una columna semanal en la que el Equipo ELA (Equipo Latinoamericano de Justicia y Género) ofrece una mirada feminista sobre los temas de la agenda de género en Argentina.
En un contexto complejo que parece cuestionar muchas de los acuerdos que fuimos construyendo en las últimas décadas, en esta entrega semanal se analiza lo que nos une, las convicciones que compartimos, los anhelos que sostenemos mirando el futuro. Con el aporte de las investigaciones de ELA en temas como las violencias, los cuidados, los derechos sexuales y reproductivos y la participación social y política de las mujeres, se ofrece un retrato de un estado de situación y se explora la realidad del país y de la región buscando recuperar aquello que nos une. No son “temas de mujeres”, son temas de la sociedad que atraviesan a las mujeres y diversidades. Algo en común propone recordar(nos) que sin igualdad no hay democracia y no hay democracia sin mujeres.
ELA es una organización de la sociedad civil apartidaria y feminista, creada en 2003 y que trabaja para alcanzar una sociedad más justa y equitativa, promoviendo los derechos humanos de las mujeres y la igualdad de género a través del derecho y las políticas públicas. www.ela.org.ar
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Papás del siglo XXI: más presentes y comprometidos que nunca
Cada vez más, vemos a padres presentes que se involucran activamente en la crianza de sus hijas e hijos, creando momentos especiales y asumiendo responsabilidades compartidas. Este cambio no solo beneficia a los niños y niñas, sino que también enriquece la vida familiar en su conjunto.
Mora Straschnoy
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Durante décadas, la familia tradicional asignó al varón el papel de proveedor y a la mujer el de cuidadora. Sin embargo, este modelo –predominante y postulado como ideal– se ha ido transformando significativamente. Hoy muchos padres están asumiendo un rol más activo y emocionalmente presente en la crianza de sus hijos a partir de cambios sociales, económicos y culturales que se entrelazan y refuerzan mutuamente.
La creciente participación de las mujeres en el mercado laboral, impulsada en gran medida por la necesidad económica de contar con dos fuentes de ingresos, ha desempeñado un papel crucial en este cambio. El aumento laboral femenino junto con la disminución de las redes de apoyo (en parte porque las abuelas también trabajan, por las mutaciones demográficas, de movilidad y cambios subjetivos) ha generado una mayor presión en las familias para conciliar el trabajo de cuidado y para el mercado. Las transformaciones no se vieron acompañadas por una revisión del rol del Estado en la provisión de servicios y en la elaboración de políticas públicas que garanticen el cuidado. Este escenario ha puesto en el seno del hogar, en el lenguaje de lo cotidiano, la cuestión relativa a las desigualdades de género que se expresan como tensiones de pareja en relación a la distribución de las tareas domésticas y de cuidado.
De manera complementaria, los movimientos feministas y LGBTIQ+ han desafiado las normas de género tradicionales que imponen roles rígidos a varones y mujeres. Esta evolución ha llevado a una percepción cambiante de la familia y las relaciones interpersonales, reconociendo una variedad de estructuras familiares más allá del modelo nuclear convencional y otras formas de parentesco no tradicionales. Ha emergido así una nueva concepción de la masculinidad que incluye la sensibilidad, la empatía y el compromiso emocional en la vida familiar.
La paternidad deseada
Estudios de organizaciones como ELA y MenCare han demostrado que muchos varones ven el cuidado de sus hijos e hijas no solo como una responsabilidad que le es propia, sino también como un rol que desean cumplir. “Ser padre era algo que yo quería desde hace mucho tiempo y para mí es todo un acontecimiento esto, poder estar todo el tiempo con él, ver como iba creciendo, como iba cambiando. Eso es más importante que cualquier cosa”, aporta su testimonio un varón en un informe de ELA.
La participación activa de los padres no solo mejora su propio bienestar, sino también el de sus hijas e hijos. Siguiendo a UNICEF, los niños con padres comprometidos tienen:
Mejor autoestima.
Habilidades sociales más desarrolladas.
Mejor rendimiento escolar.
Bienestar psicológico general.
Además, la presencia paterna reduce el estrés y mejora las relaciones de pareja al equilibrar la distribución de tareas y responsabilidades.
Organización del tiempo y nuevas paternidades
Para que los padres puedan involucrarse plenamente en la crianza, es esencial que dispongan de tiempo. Pero tiempo no apurado; tiempo de jugar, que es el mejor, como decía Maria Elena Walsh. La presencia y la dedicación permiten construir vínculos emocionales, conocer a la otra persona, sus rutinas y necesidades. Sobre todo porque a las nuevas generaciones de padres probablemente no se les incentivó en su niñez los juegos de rol vinculados al cuidado, con lo que cuentan con poca o nula “práctica”. Además, muy posiblemente tuvieron modelos de padres tradicionales.
Las nuevas paternidades no son un punto de llegada, sino que un proceso en construcción, lo que explica que convivan con otra realidad opuesta: 7 de cada 10 padres incumplen la cuota alimentaria, no asumiendo su responsabilidad.
Para apoyar este cambio cultural positivo, es fundamental que los varones cuenten con más tiempo para cuidar y que se incentive su ejercicio. Esto incluye licencias más extendidas y flexibles y que contemplen distintos momentos como los controles médicos, la asistencia a eventos escolares, etc. que permitan a los padres dedicar tiempo de calidad y participar plenamente en la crianza.
La evidencia muestra que cuando lo padres pueden tomarse una licencia extendida esto tiene un efecto fundante en la relación. “Esas semanas que lo ves al bebé 24/7, ves si necesita algo... y entiendes que no te quieres perder absolutamente nada de todas esas cosas”, aporta un padre. “Descubrí algo en mí que no conocía durante el periodo de licencia por nacimiento y se sostuvo hasta el día de hoy”, suma otro.
Actualmente, la ley sólo otorga 48 horas de licencia por paternidad, lo cual es insuficiente. Afortunadamente, muchos espacios de trabajo han comenzado a extender estas licencias y otorgar nuevas, porque comprenden que el tiempo de calidad con los hijos e hijas no solo es beneficioso para las familias, sino también para el negocio: tiene un impacto positivo en el ambiente laboral, la atracción y retención de talento, la caída del ausentismo y, en consecuencia, en el aumento de la productividad.
Al celebrar la semana del Día del Padre, es crucial reconocer y valorar las experiencias de aquellos padres que están redefiniendo la paternidad. Papás más presentes y activos no solo crean recuerdos inolvidables y vínculos más fuertes con sus hijos e hijas, sino que también contribuyen a la igualdad de género y a una sociedad más equitativa. La generación de mejores condiciones para cuidar es una responsabilidad compartida de todos los actores sociales y a la que debemos seguir apostando.
La autora es integrante del área de Políticas de ELA
MS/DTC
Sobre este blog
Algo en común: derechos, igualdad y democracia es una columna semanal en la que el Equipo ELA (Equipo Latinoamericano de Justicia y Género) ofrece una mirada feminista sobre los temas de la agenda de género en Argentina.
En un contexto complejo que parece cuestionar muchas de los acuerdos que fuimos construyendo en las últimas décadas, en esta entrega semanal se analiza lo que nos une, las convicciones que compartimos, los anhelos que sostenemos mirando el futuro. Con el aporte de las investigaciones de ELA en temas como las violencias, los cuidados, los derechos sexuales y reproductivos y la participación social y política de las mujeres, se ofrece un retrato de un estado de situación y se explora la realidad del país y de la región buscando recuperar aquello que nos une. No son “temas de mujeres”, son temas de la sociedad que atraviesan a las mujeres y diversidades. Algo en común propone recordar(nos) que sin igualdad no hay democracia y no hay democracia sin mujeres.
ELA es una organización de la sociedad civil apartidaria y feminista, creada en 2003 y que trabaja para alcanzar una sociedad más justa y equitativa, promoviendo los derechos humanos de las mujeres y la igualdad de género a través del derecho y las políticas públicas. www.ela.org.ar
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