Entre angustia y desesperación, los inquilinos esperan saber qué hará Milei con la ley de alquileres

Dos universidades extranjeras, una situada en el Reino Unido y otra en Australia, publicaron días atrás estudios que determinaron que ser inquilino es más dañino para la salud que estar desempleado o, inclusive, haber sido fumador. A partir de encuestas locales, las instituciones educativas de Essex y Adelaida aseguraron que el envejecimiento biológico, que provoca un daño acumulativo de los tejidos y células del cuerpo más allá de la edad de las personas, se registra con mayor rapidez entre quienes alquilan.

“Los impactos en la salud deberían tener una consideración importante cuando se le da forma a las políticas de vivienda” de un país, destacó la investigadora principal del Centro Australiano de Investigación sobre Vivienda de la Universidad de Adelaida, Amy Clair, citó la prensa extranjera.

Al día siguiente de imponerse en el balotaje presidencial, el electo presidente, Javier Milei, anunció su decisión de impulsar una vez en el gobierno la derogación de la llamada Ley de Alquileres, que hace solo dos meses fue reformada por el Congreso Nacional. La norma modificada contempla, por ejemplo, que los contratos entre propietarios e inquilinos se mantendrán vigentes por un plazo de tres años, tendrán una actualización semestral en función del denominado Coeficiente Casa Propia –utilizado para los créditos establecidos por el programa Procrear– y deben ser estipulados en pesos.

A miles de kilómetros de distancia del Reino Unido y Australia, los ocho millones de inquilinos que hay en la Argentina viven con angustia y preocupación el escenario de incertidumbre legal que podría avecinarse en materia de alquiler de viviendas. A la actual ley “hay que derogarla y entender que es un contrato entre partes. Lo único que ha hecho es generar daño y terminó perjudicando a aquellos que quería proteger”, opinó Milei horas después de ganar el balotaje con más del 55% de los votos sobre Sergio Massa. Además, mencionó que los contratos podrán pactarse en cualquier moneda, inclusive en dólares, una posibilidad que está prohibida por la actual normativa.

Cuando todavía era diputado nacional, en agosto pasado, Milei promovió la derogación de la norma en el recinto de la Cámara baja, aunque no tuvo éxito. Ahora, en la Casa Rosada, vuelve sobre el mismo objetivo.

“Lo que nos pasa a todos los que alquilamos es preocupante porque vivimos en una incertidumbre total”, contó Pablo, que es músico, a elDiarioAR. Pablo alquila un departamento en el barrio porteño de Floresta desde julio de 2021. El contrato fue establecido bajo la ley aprobada por el Congreso un año antes, en medio de la pandemia de Covid-19, y que fue reformada en octubre último. Esa versión de la norma establece la actualización del monto de alquiler puede darse en forma anual. “Mi contrato de alquiler se vence a mediados del año próximo y no sé si la dueña, que es una persona bondadosa, lo va a querer renovar, si lo hará bajo la norma vigente o por fuera de ella, como ocurre en muchos casos. Inclusive, tampoco sé si querrá cobrarme un alquiler a precio dólar”, comentó Pablo, que tiene dos hijos.

Marina, que es diseñadora gráfica y alquila un departamento en el barrio de Caballito, debió dejar en cuestión de semanas la vivienda que habitaba en Villa Pueyrredón porque el propietario le informó que no le renovaría el contrato poco antes de finalizar el mismo. “Durante un año evitó confirmarme si iba a querer renovarlo y cuánto sería el valor del nuevo alquiler. Entonces tuve que buscar con mi familia una solución de apuro. Durante todo ese tiempo estuve angustiadísima”, comentó a elDiarioAR.

Brenda, que es empleada del Estado, vive una doble incertidumbre: la posibilidad de ser despedida por el recorte en la estructura de la Administración Nacional que anunció Milei durante su campaña y que confirmó tras el triunfo en el balotaje, y los cambios que puedan afectar a la Ley de Alquileres. “Pero, sobre todo, estoy preocupada y angustiada por dónde voy a terminar viviendo. Estoy segura de que no me van a renovar contrato y, si lo hacen, no vamos a tener con qué pagarlo. Me veo viviendo en la casa de mi mamá o hacinada en un monoambiente. Eso es lo que me desespera”, aseguró al elDiarioAR.

David es tatuador y alquila un departamento en el barrio de Villa Crespo con su pareja y su hijo. Allí llegó a finales de 2021 tras firmar un contrato por tres años bajo la ley reformada meses atrás. En enero próximo será el momento de la actualización anual del valor del alquiler. “Estoy rezando para que la inflación no se dispare en diciembre”, dijo a elDiarioAR. David admite que no puede ponerse a pensar en cómo estructurar su vida cotidiana si finalmente se concreta la derogación de la ley y el mercado de alquileres se desregula. “Es un nivel de imaginación que no me entra en la cabeza, porque a la incertidumbre económica se sumaría que los propietarios tienden a priorizar sus ganancias y en dólares. Para los inquilinos sería muy peligroso y la situación, apremiante”, reconoció.

Los precios de los alquileres de departamentos en la ciudad de Buenos Aires tuvieron en noviembre incrementos de entre 21,7% y 26,7% mensual, según la ubicación y la cantidad de ambientes. Así lo destacó el relevamiento difundido por el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO). Los aumentos mensuales fueron significativamente mayores a los de octubre, cuando mostraron alzas del 5,9%, 4,5% y 11,1% en las unidades de uno, dos y tres ambientes, respectivamente. El CESO destacó que los incrementos acumulados en los últimos doce meses fueron de 275% para los monoambientes porteños, de 300% para las unidades de dos ambientes y de 261,9% para los de tres, en todos los casos superando la inflación interanual que a octubre ascendió al 142,7%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Además, el documento detalló que el valor promedio de los monoambientes ofertados en la Ciudad es de $225.000, por lo que el Salario Mínimo Vital y Móvil, que en octubre es de $ 146.000, alcanza para cubrir el 64,89% de un alquiler, una cobertura menor a la de 73,33% del mes anterior, indicó una nota publicada en la agencia de noticias Télam. El Centro de Estudios también resaltó que los valores relevados de las propiedades en alquiler no incluyen las expensas, que “alcanzan en promedio el 10% del costo del precio de oferta de un alquiler”, agregó.

El Índice para Contratos de Locación, que regula la actualización de los alquileres dentro de un contrato ya vigente, tuvo un incremento interanual de 119,5% al primer día hábil de noviembre, 23,2 puntos porcentuales menos que la inflación y 4,7 puntos menos que la evolución del dólar oficial. El CESO mencionó que en la capital argentina los altos precios de los alquileres le impiden a gran parte de la población alquilar siquiera un monoambiente medio, “empujándoles hacia zonas con infraestructura y servicios de menor calidad”.

Las declaraciones periodísticas hechas por Milei acerca de impulsar la derogación de la Ley de Alquileres “generó consecuencias inmediatas”, entre ellas la suspensión de las firmas de los contratos de alquiler ya pactados a la espera de las primeras horas del nuevo gobierno, comentó el presidente de la Federación de Inquilinos Nacional, Gervasio Muñoz, en declaraciones a las radios 10, Con Vos y 750.

“A mucha gente les están diciendo que no se firman los contratos y no tiene dónde irse. Las inmobiliarias y el mercado aprovechan esta situación a la espera de un nuevo marco regulatorio o, como plantea Milei, que no haya marco regulatorio y que hagan lo que se les antoje”, criticó Muñoz.

Para el presidente de la Federación de Inquilinos Nacional, una derogación de la ley implicaría la “institucionalización de la desigualdad y del poder del mercado por sobre los derechos” de trabajadores y trabajadoras, quienes a su criterio son los que estarán “más jodidos” con el cambio. Muñoz consideró que los inquilinos llevan “mucho tiempo viviendo una situación de mucha soledad frente al mercado” inmobiliario, con sentimientos de “frustración, soledad y desamparo”.

Pese a la vigencia de Ley de Alquileres, Muñoz opinó que el gobierno del presidente Alberto Fernández hizo “poco” para que se cumpla la reglamentación. “Algunos inquilinos están pasando una situación desesperante. Cuando entran en una inmobiliaria, encuentran un lugar que es la ley de la selva”, graficó.

En representación del llamado “mercado inmobiliario”, el vicepresidente del Colegio de Martilleros de la provincia de Buenos Aires, José María Sacco, evaluó que es “imprescindible darle un marco regulatorio al mercado de alquileres” a partir de una ley que “equilibre la oferta” de viviendas, que es reducida porque los propietarios aguardan un nuevo marco normativo que los beneficie con valores que alcancen o superen el índice inflacionario o por medio de actualizaciones que lleven a cabo en un plazo menor a un año o un semestre. “Si la ley es clara y le da seguridad jurídica al propietario, van a surgir propiedades en alquiler y eso va a hacer que los precios se acomoden un poquito y no tiendan, ante una oferta reducida, a una suba permanente de precios, independientemente de la inflación”, indicó. Según Sacco, Argentina tiene un déficit habitacional que afecta a cerca de cuatro millones de habitantes. 

Por su parte, Iván Ginebra, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, se expresó “de acuerdo” con las declaraciones hechas por Milei a favor de derogar la Ley de Alquileres. “Creemos que desregular el mercado de alquileres es lo más positivo y lo mejor tanto para los propietarios como para los inquilinos. La última ley que se sancionó en octubre prevé una serie de regulaciones que la única consecuencia que trajo al mercado fue una disminución en la oferta de propiedades y, en consecuencia, un aumento en los valores”, dijo en una entrevista a Radio Con Vos. Ginebra cuestionó que la actual normativa les impide a los propietarios “alquilar su propiedad por un lapso de dos años o por un año y medio” si así lo quisieran, como también establecer un valor en dólares. En la misma entrevista, Ginebra reconoció que a título personal solventó con U$S 4.000 dólares la campaña de Javier Milei. “Fue un aporte privado”, admitió.

GT/MG