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Subsidios al desarrollo de la explotación

Las petroleras de Vaca Muerta ganan cada vez más pero tributan lo mismo que cuando empezó a explotarse

El presidente Javier Milei durante una visita a Vaca Muerta.

Alejandro Rebossio

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Las petroleras que explotan la roca subterránea de Vaca Muerta ganan cada vez más, pero lo que aportan con sus impuestos a los estados nacional y neuquino se mantiene en los mismos niveles que cuando en 2012 comenzó a explotarse esta formación geológica subterránea. Así se desprende al menos de un informe que presentó este mes la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y que elaboró para ella el economista Gustavo García Zanotti.

“En un contexto de escasez, donde Argentina enfrenta dificultades para incrementar sus ingresos y contener o reducir los niveles de endeudamiento, el análisis de la tributación al sector extractivo adquiere gran importancia”, plantea García Zanotti, economista por la Universidad de Rosario, donde además enseña, doctor en desarrollo económico por la de Quilmes e investigador del Consejo de Investigaciones Científicas (Conicet). “El despegue productivo de Vaca Muerta fue posible debido a importantes inversiones del sector privado y al aporte de recursos fiscales por parte del Estado nacional, como por ejemplo los incentivos fiscales, o las inversiones realizadas por la empresa pública”, recuerda los subsidios al gas que otorgaron los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández, así como el camino que abrió YPF en la Vaca Muerta.

El despegue productivo de Vaca Muerta fue posible debido a importantes inversiones del sector privado y al aporte de recursos fiscales por parte del Estado nacional.

“En una primera etapa, los gobiernos de distintos signos políticos promovieron la expansión del sector a través de reformas orientadas a reducir la carga impositiva con el fin de aplacar el riesgo inversor e incentivar la producción, en un contexto de bajos precios internacionales”, recuerda García Zanotti, quien escribió uno de los capítulos del libro El país que quieren los dueños, de Alejandro Bercovich. “Sin embargo, una vez superada esta etapa, y habiéndose recuperado los precios internacionales, el régimen fiscal no se modificó. Esta situación produce problemas desde el punto de vista democrático. Si una decisión política de tal magnitud (como un régimen fiscal especial) se tomó en base a una circunstancia que ya no existe, es legítimo que se reabra la discusión sobre la continuidad, modificación, o revisión de dicha política.”

A partir de los datos revelados por las mismas empresas en sus balances presentados ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) o la Inspección General de Justicia (IGJ), Zanotti detectó un fuerte aumento de sus ingresos. Medidos en pesos ajustados por inflación, YPF facturó en 2024 (último balance anual disponible) un 19,5% más que en 2012. Al igual que las demás petroleras principales de la Argentina, se ha concentrado en Vaca Muerta con el correr de los años. El resto de las 15 empresas analizadas y con presencia en esta roca neuquina (la angloholandesa Shell; Pan American Energy, PAE, de la británica BP, los Bulgheroni y la china CNOOC; Pampa Energía, de Marcelo Mindlin; Vista, de Miguel Galuccio; Tecpetrol, del grupo Techint, de Paolo Rocca; Compañía General de Combustible (CGC), de Eduardo Eurnekian; Pluspetrol, de las familias Rey y Poli; la norteamericana Chevron, entre otras) pasaron a ingresar 110,9% más en 12 años, es decir, más del doble (ver gráfico abajo).

Medidos en pesos ajustados por inflación, YPF facturó en 2024 (último balance anual disponible) un 19,5% más que en 2012.

Más facturación y más ganancias

No sólo facturaron más. También ganaron más. Las utilidades del conjunto de las petroleras se elevaron 159,5% en términos reales. O sea, si antes ganaban un dólar, ahora su beneficio es 2,60 prácticamente, según el informe La dimensión fiscal del auge de Vaca Muerta, de ACIJ.

“Era esperable que la masa de ganancias creciera porque vienen invirtiendo más. Están invirtiendo mucho, pero hay que ver cuánto derraman en el buen sentido –planteó en la presentación del informe el economista en referencia a las ganancias que distribuyen en la sociedad, no a la contaminación que se manifiesta en sismos, vuelcos de líquidos poluidos y emisiones de gases que calientan el planeta–. Los países están en un transición energetica. ¿Cómo financiarla? En parte con la energía.”

Las utilidades del conjunto de las petroleras se elevaron 159,5% en términos reales.

“Hubo pérdida de captación del Estado en las ganancias, ganaron las empresas y los acreedores internacionales que financiaron sus inversiones”, señaló García Zanotti. Es que las compañías tomaron créditos y emitieron deuda (obligaciones negociables) para conseguir los recursos invertidos, y después debieron comenzar a pagar los intereses de esos pasivos. En la gestión de Martín Guzmán como ministro de Economía (2019/2022) se forzó a las firmas argentinas a patear vencimientos hacia adelante ante la falta de divisas, por lo que la carga de intereses bajó en los últimos años, pero García Zanotti vaticina que volverá a subir en la medida en que recientemente han tomado más deuda para seguir expandiéndose.

En el gráfico de abajo se nota el devenir del pago de intereses: subió 300% entre 2012 y 2024, pero en los primeros ocho años había trepado 575% y en los últimos cuatro bajó 40,7%.

Entre 2012 y 2024, el pago de intereses de las empresas subió 300%, pero en los primeros ocho años había trepado 575% y en los últimos cuatro bajó 40,7%.

“Si aumenta la participación de los acreedores internacionales, disminuyen los impuestos que se van a pagar”, apunta el economista. Claro, los intereses son un gasto, disminuyen las ganancias y, por tanto, la base sobre la que se tributa. Además, más del 50% del financiamiento de las empresas es con préstamos de su casa matriz, con lo que el gasto de la petrolera se transforma en un ingreso del grupo internacional al que pertenece y que no paga impuestos por eso en la Argentina.

El Estado, en cambio, no ganó tanto. “En parte porque quiso estimular la inversión, desde 2013 con rebajas de cargas tributarias. YPF lideró la inversion inicial, pero además hubo rebajas impositivas, el Estado invirtió en infraestructura, en mantener un precio sostén del petróleo”, enumeró García Zanotti en su exposición. El Estado nacional hizo, por ejemplo, el gasoducto Néstor Kirchner –ahora rebautizado Perito Moreno–, clave para revertir el déficit comercial energético y convertirlo en superávit para solaz de las balanzas fiscal y de divisas en los últimos dos años. Junto al neuquino, puso algo de dinero en rutas, aunque tanto camión circulando por allí las destruye.

El Estado subsidió el desarrollo de la explotación, abrió camino con YPF e invirtió en infraestructura, desde las maltrechas rutas hasta el gasoducto clave para dar vuelta la balanza comercial energética

“La recaudación estatal nacional, provincial y municipal se mantuvo estancada”, alertó García Zanotti en la presentación. En su informe, sostiene: “Si bien las provincias productoras, en particular, Neuquén, se beneficiaron por el incremento de las regalías, el Estado nacional experimentó una merma en su capacidad recaudatoria, quedando relegado en el reparto del valor generado”. Vaca Muerta también abarca una pequeña parte de Mendoza y Río Negro. En los dos gráficos adjuntos se nota cómo las subvenciones treparon 180% en el caso de YPF de 2012 a 2015 y 160% el resto de las firmas de 2012 a 2016, pero fueron ajustadas por el gobierno de Mauricio Macri desde 2017, subidas y bajadas por el de Fernández. En 2024, representaban 25% más que en 2012, pero alrededor del 85% menos que cuando tocaron su techo hace diez años aproximadamente.

Las subvenciones treparon 180% en el caso de YPF de 2012 a 2015 y 160% el resto de las firmas de 2012 a 2016

“Los subsidios fueron clave cuando había más riesgo inversor. Hoy ya no tanto subsidio porque se entiende que el sector ya despegó”, razonó el economista. En 2015, el 10% de la facturación de YPF venía de las subvenciones. En 2016, el 29% de lo que ingresaba PAE y en 2020, el 42% de Tecpetrol y el 44% de CGC, según el reporte. “En Tecpetrol, de 2018 a 2021, los subsidios más que duplicaron los recursos fiscales pagados”, añadió el experto.

Mientras, el pago de impuesto se redujo 3,5% desde 2012 hasta 2024. Pagan menos gravámenes porque están invirtiendo y eso se computa como gasto distribuido a lo largo de los años y por el pago de intereses, según explicó García Zanotti.

El Estado no ganó tanto como las empresas, en parte porque buscó estimular la inversión con rebajas de cargas tributarias.

“La Argentina es el país que menos renta petrolera factura”, advierte el especialista. “En Argentina, la necesidad de abrir el debate sobre la política fiscal choca contra varias barreras. Una de ellas son los problemas que enfrenta la sociedad civil para acceder a la información sobre cómo se distribuyen los beneficios que genera la actividad. Los recursos hidrocarburíferos son no renovables, lo que plantea la necesidad de diseñar esquemas fiscales que permitan construir una transición energética justa”, concluye el documento.

AR/MG

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