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Genocidio en Medio Oriente

Familias de Gaza “apadrinadas” por una red solidaria internacional: “Nos ha devuelto la esperanza en la humanidad”

La familia de Ahmed Ghazi Al Farra es una de las que ha sido "apadrinada" a través de Hope Palestina.

Guillermo Martínez

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Mohammed Al Hindi vive junto a su mujer Diana y sus tres hijos pequeños en Ciudad de Gaza en una carpa destartalada al lado de su vivienda destruida. Todos los días camina cientos de metros, durante horas, para conseguir algo de comida, agua y leche de fórmula.

En Al Mawasi, en el sur de Gaza, Ahmed Ghazi Al Farra también sobrevive en una carpa con sus tres hijos pequeños y su mujer Amal, embarazada. La familia ha sido desplazada en siete ocasiones desde el inicio del genocidio de Israel contra los gazatíes hace casi dos años.

Desde hace unas semanas, ambas familias reservan un poco de la escasa batería de sus celulares para hablar con las personas que les han apadrinado. “Esto nos ha devuelto la esperanza en la humanidad después de sentirnos solos durante mucho tiempo”, dice a elDiario.es Al Hindi.

El intercambio de apenas unos mensajes diarios con personas fuera de la Franja ha hecho que recobren la esperanza de una vida digna en medio de una devastación y tortura inenarrables. “Ahora sentimos que no estamos solos: tenemos una familia a cientos de kilómetros de distancia que se preocupa por nosotros, siente nuestro dolor y nuestro miedo y trata de aliviar las dificultades a las que nos enfrentamos”, añade el gazatí.

Una ayuda que va más allá del dinero

Tanto la familia de Al Hindi como la de Al Farra forman parte de la iniciativa Hope Palestina, una red solidaria mundial que nació en Andorra. A. Ferrer González es su impulsora: “La realidad era tan insoportable de ver que algo teníamos que hacer. Yo misma me puse en contacto con personas de Palestina para realizar un acompañamiento psicosocial”, explica a elDiario.es esta profesional de la tanatología y especialista en duelo que pronto decidió convertir su idea en una red internacional.

Amadrinar o apadrinar una familia en Gaza supone brindar una ayuda esencial que va más allá del dinero, que también es crucial en el día a día para poder comprar los pocos y carísimos alimentos que se consiguen en la Franja y evitar así la hambruna que ha provocado el bloqueo israelí en los últimos meses.

A través de Hope Palestina se pueden realizar donaciones a familias gazatíes y, sobre todo, ofrecerles un acompañamiento que difícilmente se podría hacer de otra forma. “Los apadrinamientos son una forma de crear un vínculo con la familia, poderles sostener de otra forma que supere a la económica a través de un compromiso con ellos”, dice Ferrer, quien ha amadrinado a cuatro familias. Así se puede llegar a aplacar la sensación de tantas y tantas familias en Gaza que piensan que el mundo las ignora.

“No me dejes solo” es lo que más repiten las familias gazatíes a sus padrinos y madrinas, afirma la impulsora de la iniciativa.

Varios de los gazatíes que participan en la iniciativa Hope Palestina.

Desde Hope Palestina se encargan de asegurarse que ninguna persona se lucre de la tragedia de más de 2 millones de personas en Gaza. Por eso, la persona de contacto pide a las familias palestinas que envíen su ubicación en tiempo real y fotografías del lugar donde se encuentran y realiza una videollamada con ellas.

La ayuda económica en ningún caso pasa por las voluntarias de esta iniciativa solidaria, formada por una veintena de mujeres de diferentes países. “Las propias familias gestionan las donaciones que reciben a través de perfiles en PayPal o GoFoundMe después del proceso de verificación”, relata Ferrer.

Las familias de Reem, Adeel, Ataa, Aya Al Sharif, Haneen, Ikhlas, Mahmoud Younis, Mahmoud Alashi, Marah, Nemru o Niveen son algunas de las que han conseguido encontrar un pequeño remanso de entendimiento a través de la pantalla del celular. En la web de Hope Palestina aparece una ficha de cada una de ellas, con fotos de sus miembros, para que los padrinos o madrinas puedan saber quiénes son y sus necesidades, y cómo hacer una donación.

“Nos devuelve la dignidad”

Al Hindi vive con Diana y sus hijos: Tuly, Celine y Maher, de 10, 5 y 4 años, respectivamente: “Gracias a las donaciones de Hope Palestina hemos sobrevivido a la hambruna mortal y hemos podido comprar comida, agua, medicinas, leche de fórmula y pañales”, cuenta en inglés desde Gaza.

Lo mismo dice Al Farra, quien tilda a Hope Palestina de “un proyecto profundamente humano y valioso”. Y detalla: “No se trata solo de ayuda económica, sino que nos devuelve la dignidad, nos da esperanza y nos recuerda que fuera de Gaza todavía hay gente que se preocupa por nosotros. Después de perderlo casi todo, esta solidaridad es una de las pocas cosas que nos mantiene en pie”.

Ambas familias transitan una odisea todos los días para sobrevivir. Sus necesidades son tan sencillas como difíciles de satisfacer en medio de la guerra: comida, agua potable, leche para bebés, pañales y medicamentos.

Además, Amal, la mujer de Al Farra, está embarazada de seis meses. Eso no es óbice para que esta cardióloga continúe yendo al Hospital Nasser, en Jan Yunis, para seguir trabajando e intentar salvar la vida de cuantos puede.

La escucha por parte de sus padrinos y madrinas “es tan importante como la comida”, asegura Al Farra, cuyos hijos Sara, Marwan y Salma tienen tan solo 9, 7 y 1 año, respectivamente. Salma no ha conocido nada más en su vida que este genocidio. “Vivimos en un miedo constante y a veces un solo mensaje sincero nos da el valor para aguantar un día más”, agrega.

Los más pequeños viven aterrados y dicen cosas que ningún padre debería escuchar jamás. “Mi hija Sara me dijo: 'Baba [papá en árabe], no quiero morir ni que nos pase nada'. Estas palabras resumen nuestro miedo diario. Hemos perdido nuestras casas, nuestro negocio y todas nuestras posesiones. Lo único que nos queda son nuestras vidas y son lo más preciado que tenemos, pero incluso estas están amenazadas en todo momento”, se explaya Al Farra.

Desde su punto de vista, “la vida humana ha llegado a su fin, incluso si la guerra se detiene”. “Que el mundo nos ayude a salir de Gaza y a salvar lo que queda de nuestra humanidad y a dar a nuestros hijos el simple derecho a vivir”, pide Al Farra.

Al mismo tiempo, es consciente de todos los movimientos de solidaridad a nivel mundial. “A menudo nos sentimos solos, porque los bombardeos y la destrucción continúan a pesar de todas las protestas. Aun así, cuando vemos a gente en las calles con nuestra bandera o escuchamos sus voces, nos da fuerzas y nos hace sentir menos aislados”, sostiene.

Al Hindi reivindica la acción popular como lo único que puede frenar el genocidio: “Actualmente, decenas de personas mueren cada día por desnutrición. Sin la presión, estaríamos oyendo hablar de cientos de muertes diarias”. Según las autoridades sanitarias de Gaza, más de 300 personas han muerto a causa de la desnutrición, incluidos 121 niños y niñas.

Familias en estado de shock

Adriana Godard es voluntaria de Hope Palestina desde México. Psicóloga de formación, amadrina a dos familias y es la encargada de verificar a aquellas que quieran entrar a formar parte de la red solidaria. “Al menos hacemos cuatro videollamadas por semana y me cuentan cómo sobreviven, cómo los niños no pueden dormir por las noches, aterrados por un posible bombardeo, o las elevadas comisiones que tienen que pagar a la hora de comprar cualquier alimento”, cuenta a elDiario.es.

Considera que miles de familias se encuentran en un “estado constante de shock” que no deja espacio al postrauma. “Continuamente se tienen que enfrentar a lo incierto, a ver amenazada su vida, a no poder comer, a ver cómo sus seres queridos mueren asesinados”, explica Godard.

Hablar con ellos y escucharles no cambiará su situación, pero sí la sensación interna de acompañamiento. Ni siquiera se trata de dinero, sino de tiempo. “Lo que están viviendo a nivel psicológico es fortísimo y [ayudarles] es tan sencillo como dedicarles un rato por WhatsApp”, concluye.

Hope Palestina viene a responder de alguna forma a la pregunta que se plantea en tantísimas conversaciones desde hace meses: ¿Qué podemos hacer por aminorar el sufrimiento de los palestinos?

Los mismos palestinos responden: no dejar de hablar de lo que Israel hace en Gaza y, ahora, incluso acompañarles en su día a día. Cada palabra de ánimo y de entendimiento les da fuerzas, aunque sea para sobrevivir una noche más.

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