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Manifestantes pro-Trump asaltan el Capitolio para frenar ratificación de victoria de Biden

El Capitolio copado por los manifestantes pro-Trump

elDiarioAR

Washington DC —

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Estados Unidos vivió este miércoles una jornada de conmoción y violencia después de que una turba de manifestantes pro-Trump ingresara a la fuerza al Capitolio para intentar frenar la sesión conjunta del Congreso que tenía previsto ratificar la victoria electoral de Joe Biden de noviembre. Después de varias horas, las fuerzas de seguridad recuperaron el control de la situación y expulsaron del edificio a los seguidores del presidente saliente. Una mujer recibió un disparo en el medio de los incidentes y murió poco después.

“Los que irrumpieron aquí no ganaron, esta sigue siendo la casa del pueblo. Volvamos a trabajar”, dijo el vicepresidente Mike Pence al retomar durante la noche la sesión en el Congreso, donde los legisladores estaban debatiendo la primera de las objeciones de un grupo de republicanos a los resultados presidenciales.

Minutos antes del asalto, Trump había dado un discurso ante los manifestantes en Washington animándoles a marchar hacia el Congreso, no rendirse y no consentir la victoria del demócrata Biden. Además había presionado por Twitter a su vicepresidente y a los legisladores para que no ratificaran el resultado.

“¡Hazlo Mike, es tiempo de tener un coraje extremo!”, tuiteó Trump y su vicepresidente le respondió con un breve comunicado en el que explicó que no tenía “la autoridad unilateral” para rechazar los votos emitidos en diciembre por el Colegio Electoral.

Ante esa respuesta y cuando los republicanos aliados de Trump comenzaban a retrasar la sesión con la primera objeción a los resultados del estado de Arizona, Trump hizo una última arenga frente a los miles de simpatizantes que desde temprano se concentraban en el centro de la capital, sin tapabocas pese al nuevo pico de contagios y muertes por coronavirus que atraviesa el país.

“Nunca nos rendiremos. Nunca aceptaremos” la derrota, “vamos a detener el robo”, prometió el mandatario a exactamente dos semanas de tener que entregar el poder.

Y luego en Twitter pareció romper con su vicepresidente: “Mike Pence no tuvo el coraje de hacer lo que debería haberse hecho para proteger a nuestro país y nuestra Constitución”.

Finalmente, llamó a bajar la tensión. “Pido a todos en el Capitolio de los Estados Unidos que permanezcan en paz. ¡Sin violencia! Recuerden, nosotros somos el Partido de la Ley y el Orden: respeten la Ley y a nuestros grandes hombres y mujeres azules (por la policía). ¡Gracias!”, escribió en Twitter.

Una jornada marcada por la violencia en la capital de EEUU

Desde hace semanas estaba claro que la jornada de hoy en Washington no sería tranquila. Un grupo importante de legisladores republicanos había anunciado que, en un acto poco común, objetarían a la certificación de los votos emitidos en el Colegio Electoral de los estados en donde Trump denunció fraude electoral y sufrió sucesivas derrotas en la Justicia.

No tenían los votos para aprobar esas objeciones, como requiere la ley; sin embargo, convirtieron a esa iniciativa en una última batalla antes del traspaso de mando el próximo 20 de enero.

Tras el inicio de la sesión cientos de manifestantes rodearon la sede del Congreso estadounidense y derribaron las vallas establecidas por la policía, que intentaba contener a la multitud. Primero fueron empujones, después forcejeos más fuertes y de repente la marea humana de manifestantes había tomado por completo las escalinatas del frente del Capitolio y cientos de personas irrumpían por puertas y ventanas al interior.

No está claro si hubo una orden de no reprimir -la Policía local informó solo 13 detenciones-, pero lo cierto es que las fuerzas de seguridad no reaccionaron una vez que los manifestantes entraron al Capitolio.

Algunos disfrazados, otros con banderas y unos pocos con pancartas se pasearon libremente por pasillos, se sentaron con los pies en los escritorios de los legisladores más poderosos del país y hasta dejaron un papel con un mensaje amenazante a la presidenta de la cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi: “No daremos un paso atrás”.

Pese a que algunos agentes de seguridad los amenazaron con sus armas, una vez que los congresistas, senadores y el propio vicepresidente Pence fueron evacuados, los manifestantes llegaron a instalarse en el corazón del Congreso: los recintos de las dos cámaras, según mostró el canal de noticias CNN.

En el momento de mayor tensión, la alcaldesa de la capital, la demócrata Muriel Elizabeth Bowser, decretó un toque de queda desde las 18 (20 en la Argentina) hasta las 6 de la mañana y luego se movilizó el FBI, la Guardia Nacional de Washington DC y del estado vecino de Virginia y todo tipo de fuerzas federales, algunas vestidas con equipo antidisturbios.

En un episodio poco claro, la Policía informó que una mujer recibió un disparo dentro del Capitolio en medio del caos y, aunque fue trasladada a un hospital, murió poco después, según informó a la prensa el vocero de la Policía local, Dustin Sternbeck.

Al mismo tiempo que las sirenas de patrulleros inundaron las avenidas que desembocan en el Capitolio, las voces de dirigentes oficialistas y opositores, analistas y medios que pedían un freno político a la espiral de violencia se empezaron a acumular.

En un mensaje grabado desde la oficina del presidente electo, Biden afirmó que “la democracia está siendo atacada” y pidió a los manifestantes que “den un paso atrás y permitan a la democracia avanzar”. El demócrata cargó contra Donald Trump por incitar a la violencia —“las palabras de un presidente importan”, dijo-.

El Congreso vuelve a sesionar

Por la noche, ambas cámaras del Congreso volvieron a reunirse y el primero en hablar fue el jefe de la bancada republicana, Mitch McConnell, según mostró el canal de noticias CNN. “No cederemos ante las amenazas y la intimidación”, aseguró el dirigente que fue crucial para el Gobierno de Trump en estos años, pero que hoy fue un ferviente defensor del resultado electoral.

Con la reactivación de la sesión, se espera que se cuenten los votos del Colegio Electoral de cada uno de los 50 estados del país y, al final, se proclame a Biden como ganador. Sin embargo, aún no está claro si el grupo de legisladores aliados de Trump mantendrán su plan de retrasar la votación final con objeciones a los resultados en los estados donde el mandatario denunció sin éxito judicial un fraude que no pudo demostrar.

Si esto sucede, la sesión podría durar varias horas a lo largo de la madrugada. Sin embargo, algunos de estos legisladores republicanos rebeldes ya anunciaron que cambiaron de posición tras los eventos violentos del día de hoy.

CB/JE/DA

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