Dos decisiones judiciales dejan en suspenso el uso de la píldora abortiva en EEUU

Cristina F. Pereda

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El uso de uno de los medicamentos empleados en los abortos médicos en Estados Unidos, la mifespristona, ha quedado en el aire tras dos dictámenes contradictorios emitidos este viernes por dos jueces federales en Texas y en Washington. En el primer caso, el juez ha revocado la aprobación de la píldora mifespristona a nivel nacional, a pesar de que estaba en circulación desde hace más de 20 años. En el segundo, el magistrado obliga al Gobierno federal a mantener el suministro del medicamento.

La decisión de revocar la aprobación que emitió en el año 2000 la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, por sus siglas en inglés) está considerada como uno de los golpes más duros contra los derechos reproductivos de las mujeres estadounidenses desde la sentencia que el pasado junio derogó el derecho al aborto a nivel nacional.

El juez de Texas ha emitido esta sentencia en respuesta a una demanda interpuesta por activistas contrarios al derecho al aborto. Si la sentencia supera la apelación anunciada por el Departamento de Justicia y entra en vigor, puede restringir gravemente el acceso al aborto incluso en aquellos estados que aún reconocen el derecho a la interrupción del embarazo. Según datos recientes del Instituto Guttmacher, más de la mitad de los abortos médicos en EEUU son realizados con este fármaco.

El presidente estadounidense Joe Biden ha calificado el dictamen del “siguiente gran paso hacia la prohibición nacional del aborto que han prometido los republicanos” y ha asegurado que peleará la decisión judicial. Biden ha alertado además de que, si entra en vigor la prohibición, “no quedará ninguna medicación aprobada por la FDA que no pueda sufrir un ataque similar”.

Las declaraciones de Biden llegan después de que la vicepresidenta Kamala Harris, rechazase también la decisión por considerarla una intromisión en la tarea de la FDA. “Es contrario a lo que dicta una buena política pública permitir a las cortes y a los políticos decir a la FDA qué hacer”, ha declarado Harris este viernes en Tenessee. La vicepresidenta, defensora de la causa de los derechos reproductivos en el gobierno de Biden, ha asegurado que la decisión judicial sienta un “precedente peligroso”.

Los argumentos del juez

El juez federal Matthew Kacsmaryk, cuyo dictamen ha anulado la aprobación que la FDA dio al fármaco en el año 2000, alega que la Agencia federal violó el procedimiento adecuado al dar su aprobación a la mifepristona y que no tuvo en cuenta el “impacto negativo” del fármaco en la salud de las personas que lo toman.

La FDA dio su aprobación a la mifepristona como un método abortivo en 2000. Junto con el misoprostol, los dos fármacos son conocidos como la “píldora abortiva” o el aborto medicado. Ambos se han empleado de forma efectiva y segura durante las dos últimas décadas.

Sin embargo, el juez Kacsmaryk —nombrado por el expresidente Donald Trump—, afirma que la FDA omitió en su aprobación “cualquier evaluación de los efectos psicológicos del fármaco o una evaluación de las consecuencias médicas a largo plazo del fármaco”, ha escrito el juez Kacsmaryk en el documento.

“Profundamente perjudicial”

Distintos políticos demócratas han manifestado este sábado su rechazo a la decisión del juez. El senador demócrata por Connecticut Chris Murphy ha emitido un comunicado en el que afirma que “no podemos dejar que jueces de derechas ignoren la ciencia y pongan la salud, la seguridad y la autonomía de millones de mujeres en riesgo”.

La mayor red de clínicas de salud reproductiva de EEUU, Planned Parenthood, ha rechazado el fallo judicial en un comunicado y señala que se trata de una “medida sin precedentes y profundamente perjudicial”.

“La decisión del juez en Texas es un atropello y revela cómo el sistema judicial se usa como un arma para restringir aún más el aborto a nivel nacional”, ha dicho la presidenta de la organización.

Por su parte, la organización conservadora Alliance Defending Freedom, que presentó la demanda de la que emana este fallo, ha celebrado la medida como una “importante victoria” para los doctores y asociaciones médicas que se opusieron a la aprobación de la FDA.

“Al aprobar ilegalmente peligrosos medicamentos abortivos, la FDA puso a mujeres y niñas en riesgo y ya es hora de que la agencia rinda cuentas por sus acciones imprudentes”, ha subrayado la organización.

Desde que la Corte Suprema de EEUU revocó el fallo Roe v. Wade, que reconocía el derecho al aborto a nivel nacional en junio del año pasado, el uso de estas dos píldoras ha aumentado, según datos de la Instituto Guttmacher. Según el último informe de esta organización, los abortos medicados representaron en 2022 al 54% de todos los abortos en el país.