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Las emisiones de carbono se dispararán en 2021 al segundo índice más alto de la historia

Los gases de efecto invernadero y las emisiones de carbono están creciendo con velocidades mayores de la esperada y son merecedores de urgente atención por las potencias industrializadas.

Fiona Harvey

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Se pronostica que las emisiones de dióxido de carbono ofrecerán este año el segundo mayor aumento anual registrado en su historia. En tanto las economías globales invierten dinero del estímulo en los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas natural…) como parte del programa de recuperación de la recesión provocada por Covid-19.

El salto cuantitativo solo será superado por el repunte masivo que ocurrió 10 años atrás, después de la crisis financiera, y pondrá las esperanzas climáticas fuera de todo alcance al menos que los gobiernos actúen rápidamente, advirtió la Agencia Internacional de Energía (IEA) creada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico después d ela crisis del petróleo en 1973.

El uso creciente de carbón, el combustible fósil más sucio, para la electricidad está impulsando en gran medida el aumento de las emisiones, especialmente en Asia y también en EEUU. El repunte de la demanda de carbón causa especial preocupación porque se sostiene a pesar de la caída de los precios de la energía renovable, que ahora resulta más barata.

En entrevista exclusiva con The Guardian, Fatih Birol, el economista turco director ejecutivo de la IEA desde septiembre de 2015 y una de las principales autoridades mundiales en energía y clima, dijo: “Esto es impactante y muy perturbador. Por un lado, los gobiernos de hoy dicen que el cambio climático es su prioridad. Pero, por otro lado, estamos viendo el segundo mayor aumento de emisiones de la historia. Es realmente decepcionante.”

Los científicos advirtieron que las emisiones deben reducirse un 45% en esta década, si el mundo quiere limitar el calentamiento global a 1, 51º C (2, 7º F). La prevención significa que la década de 2020 debe ser la década en la que el mundo cambie de rumbo, antes de que el nivel de carbono en la atmósfera se eleve demasiado y no se pueda evitar niveles peligrosos de calentamiento. Sin embargo, la escala de la recuperación actual de las emisiones como rebote de la crisis de Covid-19 evidencia que “nuestro punto de partida definitivamente no es bueno”, afirmó Birol.

Birol comparó el aumento actual de las emisiones con la crisis financiera, cuando las emisiones aumentaron en más del 6% en 2010 después de que los países intentaron estimular sus economías a través de la energía barata de combustibles fósiles. “Parece que estamos de nuevo en camino de repetir los mismos errores”, advirtió. “Estoy más decepcionado esta vez que en 2010”.

El año anterior, las emisiones se desplomaron en un récord de 7% a nivel mundial debido a las medidas gubernamentales de bloqueo originadas por la epidemia de Covid-19. Sin embargo, cuando finalizaba el año ya iniciaban su recuperación y pronto estuvieron en camino para superar , en algunas áreas, los niveles de 2019.

Las proyecciones de la IEA para 2021 muestran que es probable que las emisiones terminen este año en un nivel aun ligeramente más bajo que el de 2019, pero en una proyección ascendente. El año próximo podría haber aumentos aún más fuertes a medida que regresen los viajes aéreos, agregó Birol. La aviación, que normalmente contribuiría con más del 2% de las emisiones globales, ha estado casi ausente el año pasado.

El director de la Agencia Internacional de Energía dirigió un urgente llamado a los gobiernos para que presenten sin dilación nuevas políticas climáticas y busquen una recuperación ecológica frente a los daños y muertes originados por la crisis de Covid-19.  Y dijo: “El año pasado, expresé mi esperanza de que la recuperación económica de Covid-19 fuera ecológica y sustentable. Pero estos números indican que esta recuperación es en la actualidad cualquier cosa menos sustentable  para nuestro clima.”

El presidente de EEUU, Joe Biden, está convocando esta semana a una cumbre virtual contra el cambio climático con la esperada asistencia de los líderes de 40 países, donde instará a los países a presentar compromisos firmes sobre la reducción de emisiones en esta década. Birol expresó que esta cumbre presentaba una oportunidad para que los países cambiaran de rumbo y establecieran políticas a favor de una recuperación ecológica.

“Si los gobiernos toman medidas claras e inminentes, con la cantidad de tecnologías de energía limpia y baratas que tenemos, podemos transformar esta decepción en buenos resultados”, dijo.

La IEA se considera el  Estándar mundial de “oro libre de conflicto”- toda extracción no causa, apoya o beneficia un conflicto armado- para los datos energéticos, y sus proyecciones para 2021 se basan en sondeos completos de todo el mundo, incluidos los datos de las fuentes de energía existentes y de las nuevas plantas programadas para entrar en funcionamiento. Los datos de energía obtenidos a fines del año pasado mostraron que los combustibles fósiles superaron los niveles alcanzados en 2019, y el aumento ha continuado en la primera parte de este año.

En su Global Energy Review, publicada el martes, la AIE encontró que las emisiones globales de carbono por el uso de energía, que representa la gran mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero, estaban en camino de aumentar en 1.500 millones de toneladas en 2021, después de haber caído el año pasado. Eso representa un aumento del 5% en 33 mil millones de toneladas de dióxido de carbono para el año. Después de más de media década de declive, se prevé que la demanda mundial de carbón crezca un 4,5%, acercándose a su máximo histórico de 2014.

China planea la construcción de decenas de centrales eléctricas de carbón, a pesar de que el año pasado se había comprometido a alcanzar cero emisiones netas para 2060. El plan económico quinquenal del país, establecido por Beijing el mes anterior, presentaba pocos detalles sobre la reducción de emisiones antes de 2030. Sin embargo, después de una visita sorpresa a Shanghai -la ciudad más grande del país y uno de los núcleos financieros del mundo- del enviado de EEUU para el clima, John Kerry, EEUU y China se comprometieron a cooperar en materia de emisiones de gases de efecto invernadero durante la próxima década.

El uso de carbón también está aumentando en EEUU, revirtiendo las caídas anuales desde 2013. Birol aclaró que esto fue el resultado de los altos precios del gas, que están impulsando un cambio del gas al carbón para la generación de electricidad. Durante su gestión presidencial, Donald Trump eliminó las regulaciones implementadas por Barack Obama para frenar el uso de carbón en las centrales eléctricas. Joe Biden está considerando nuevas medidas para acelerar y favorecer el paso a las energías renovables.

Nicholas Stern, economista climático y presidente del instituto de investigación Grantham- Cambio Climático y Medio Ambiente (GRICCE) , de London School of Economics and Political Science, dijo que los hallazgos de la IEA “muestran que los países deben actuar realmente con la mayor urgencia para acelerar la transición a las vías de cero carbono si lo estamos queriendo es tener la posibilidad de reducir las emisiones  de  conformidad con el acuerdo de París. Esta es una oportunidad crucial e histórica para reconstruir de manera diferente las formas contaminantes del pasado y, en particular, para alejarse mucho más rápidamente del carbón. Una recuperación fuerte y sostenible vendrá de menos carbón y no de más.”

Traducción de Alfredo Grieco y Bavio 

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