Estar siendo y andar

Escribe en el muro de su facebook Nana Regina, que es como aparece la cantante Liliana Herrero: “En lo que fuimos está nuestro tesoro y nuestro atolladero. Las experiencias conocidas con anterioridad deberían interrogarse con preguntas que aún no conocemos. La pregunta esencial es la no sabida por nosotros todavía. Tal vez ahí sería posible descubrir el grado de complicidad de las palabras con las cárceles del pensamiento. Si las liberamos de sus rutinas aparecerá todo el fulgor que poseen y podremos comprender la naturaleza de los impedimentos que nos lastiman”. 

Para la compañera del ensayista y alguna vez director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, “la política deberá forjar las palabras sobre los sufrimientos, los gritos antiguos que nos reclaman y nos inviten a imaginar nombres nuevos para salir de las formas de la miseria que nos tiene prisioneros. Urge. Ya estamos en estado de sitio”.

Ese final es durísimo, aunque se puede decir algo distinto de un gobierno que está quitándoles los derechos a la población día a día, cercenando la libertad de protestar de los jubilados y otros manifestantes, según garantiza la Constitución, dándole rienda suelta a un ego centrismo incapaz de ver a los demás, contemplarlos, apiadarse, trabajar por los congéneres, por los compatriotas?

Ese tesoro que fuimos, aquello que nos hizo y aún nos hace ser un cuerpo y un territorio respetado en el mundo por hechos como el Juicio a las Juntas Militares, la búsqueda incesante de las Abuelas, las vanguardias artísticas, el teatro que se ve y se respira en cada sala de cada barrio, nuestro cine, nuestros músicos, ese tesoro decía, se resiste a ser un atolladero y, peor aún, un país- cárcel de su riqueza humana y prisión miserable.

Por eso todavía cantamos, leemos, disfrutamos de la textura sonora de un buen show musical, intercambiamos. Porque estamos siendo, a pesar de todo, como Rodolfo Kusch, el intelectual radicado en Jujuy, decía apelando a las enseñanzas de los pueblos originarios y su tiempo gerundial. Oriente y Occidente, esa unidad indisoluble de la Tierra. Amanecer y oscuridad, el yin y el yan.

Hoy, por ejemplo iremos a la Feria del Encuentro, de Mercedes y Elpidio González, entre las 11 y las 18, con música en vivo y sorteos. Se trata de una feria de la economía social, popular y solidaria, que se instala desde hace años en la Plaza Monte Castro, cerca del club All Boys. Allí, la gente del barrio y aledaños se encuentra, pispea, compra, vende, hace trueques.

Cerca, vive Juan Tata Cedrón, en una casa con zaguán donde en ocasiones acomoda su cuerpo, una silla pequeña sostiene su humanidad creativa con la que brinda mini conciertos a los caminantes que pasan. Guitarra en mano, desgrana las canciones inspiradas en los poemas de dos poetas nacionales: Raúl González Tuñón y el otro Juan, Gelman, homenajeando a La Rosa Blindada.

Esta semana, junto a un grupo de amigos, fuimos a la Scala de San Telmo y escuchamos en vivo a Jazzteroide, una formación ajustadísima de piano, batería, bajo y vientos, que te hace vibrar, bailar, tararear y soltarte con una sucesión de temas variados. La session estuvo más caliente y rítmica que las termas de Villa Elisa, como cuando sonaron Blue Miles, Cantábile, Spirit, Pass it on y Payaso. El 14 de junio van a estar en la Academia Tango Club.

Preocupa mucho el cierre inminente del Instituto Nacional de Teatro, tanto como el desmantelamiento del Hospital Garrahan. Cada semana, una mala noticia diferente a la que la gente buena le opone resistencia de cuerpo presente y entonando consignas a favor de la continuidad y la apertura.

Esta semana se inauguró Esto es teatro. Once escenas experimentales, donde pueden verse documentos del teatro de vanguardia, del Di Tella al Parakultural. Se inauguró en el Museo Moderno, de avenida San Juan, casi casi en Barracas, a escasos pasos del ex Patronato de la Infancia.

La muestra evoca a Víctor García, el director tucumano de Yerma con Nuria Espert, una versión magnífica. García, injustamente olvidado y ahora recuperado, fue el responsable de distintos emprendimientos escénicos que muchas veces culminaban con la destrucción del mismo teatro. Otro de los homenajeados es Roberto Villanueva, el padre de todas las vanguardias; Gianni Mestichelli, que sigue fotografiando al teatro independiente, hoy; Angel Elizondo, el mimo de El Kakuy y Pi, 3,1416 que vimos en el IFT. La enorme Renata Schussheim, con sus cabellos rojos, habló para el público curioso, con la emoción del rescate de Jean Francois Casanovas, a través de los dibujos y pinturas de esta multiartista que, ahora, abuelísima, no solo cuida a sus nietas sino que prepara vestuarios y escenografías para el Teatro Colón y un libro sorpresa.

También están en el Moderno las fotos y celebraciones de Alejandro Urdapilleta, Batato Barea y Griselda Gambaro con el trabajo de un equipo de curadores. Uno de los colaboradores es Ezequiel Ábalos, periodista de rock y creador de algunas de las mermeladas más sabrosas de los pagos de San Pedro.

Algo más: lo bueno: Las lobas, en Amora Studio, Lisboa, celebró el primer evento artístico en idioma español de la ciudad portuguesa. Una actividad inmersiva y a la gorra, con entrada libre, en la que hubo performances, música en vivo y teatro. “Dicen que en la vida migrante un mes es un año de vida en el país de origen”, escribe una de las impulsoras de Las Lobas, Mile Levit. “Llevando la tierra conmigo estoy construyendo este jardín interno que no deja de sorprenderme, porque se hace colectivo”. Habla de otros compatriotas y migrantes de América que, como ella, van “entre pasos gigantes y recuerdos lejanos”. Sin perder la pausa, la contemplación, Las Lobas es posible por Milena y @solenlatierra_.

El jueves me tocó despedir al amigo Luis Chino Collado, un cineasta amigo de Irene y Gaby, y de otro montón de amigos como Tata y su hermano Ricardo, Ricky, que vive en San Marcos Sierra, Córdoba, es músico y director de coro y orquesta. Collado, un tipo noble, irónico, sagaz nos dejó con su sonrisa pícara y un clavel en el ojal. Lo recordaremos por siempre. Cantando su Marcha Peronista, aunque no todos tengamos esa pasión por el Pocho. Pero aquellos fueron días más felices.Estar siendo y andar.

LH/MF