Patricia Bullrich tenía el plan armado para fin de año: entregarle a los Milei por Navidad un mismo paquete con moño que incluyera la reforma laboral, el Presupuesto 2026 y la ley de Glaciares. Tras esa sesión maratónica que imaginaba para el viernes 26 en el Senado, pensaba irse a descansar a su quinta en Los Toldos con el objetivo político cumplido. Allí llega a desconectarse casi por completo: le ha pasado de tener que subirse a un tanque para conseguir señal de celular. Pero su plan de veraneo se le derrumbó el jueves a la 1:35 de la madrugada.
En ese momento la oposición en Diputados le asestó un golpe al Gobierno: volteó el Capítulo XI del proyecto oficial, que derogaba las emergencias universitaria y en discapacidad, habilitaba la coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires, modificaba el régimen de zonas frías y desenganchaba la actualización automática de la sensible Asignación Universal por Hijo.
Bullrich estalló en furia el jueves por la tarde, cuando se reunió con Santiago Caputo, Manuel Adorni, Diego Santilli y los Menem —Martín y Lule— en la Casa Rosada, mientras afuera, en la Plaza de Mayo, la CGT encabezaba un acto masivo pero con huecos en la calle. La exministra de Seguridad hizo entonces malabares para salvarle la ropa al Presidente: propuso patear la votación de la reforma laboral para el 10 de febrero y avanzar con el Presupuesto tal como había llegado de Diputados, para tratarlo después de la Nochebuena.
El Gobierno quedó acorralado por la presión de sus aliados. Macristas, radicales y gobernadores dialoguistas le avisaron en la Cámara alta que no iban a votar la reforma laboral sin antes sacar el Presupuesto. “Todo junto iba a joder”, apuntó un legislador que conoce bien a Bullrich. “Se va a ver la forma de solucionarlo”, explicaron a elDiarioAR en la cúpula del Congreso.
La narrativa que propaló Santilli fue que fallaron los gobernadores que no pudieron convencer a sus diputados. No hubo autocrítica: la mirada libertaria es que la culpa fue de los otros. Pero de manera subterránea en el oficialismo admiten que tendrían que haber salido antes a marcar la agenda en los medios: “Deberíamos haber salido el jueves temprano a hablar de lo positivo de haber conseguido 19 votaciones de 20”. Como el diablo está en los detalles, solo cayó la más importante.
El dictamen del Presupuesto en el Senado salió sin el Capítulo XI, pero Santilli confía en reintroducirlo durante la votación en el recinto. Otra vez intentarán meterlo por la ventana, como cuando se discutió en comisión en Diputados. Si eso finalmente ocurre, el proyecto deberá volver a Diputados: la fecha tentativa de Menem es abrir el recinto el lunes 29 o martes 30 de diciembre.
Pero si el capítulo vuelve a caer, el oficalismo sancionará el proyecto como está. Saben que ante los ojos del mercado y del FMI, es preferible un Presupuesto malo a un no-Presupuesto. Hay una idea en el Gobierno de que con el proyecto sancionado, el país volvería al financiamiento externo a comienzos de 2026. El JP Morgan envió mensajes a la Casa Rosada en esa línea y el riesgo país ya bajó de los 560 puntos.
“El artículo 75 fue un pedido de Economía”, explicaron entre los riojanos para esquivar responsabilidades por la fallida derogación de leyes que ya habían sido aprobadas por el Congreso, vetadas por Milei y luego ratificadas por insistencia de los dos tercios. Sin embargo, la estrategia parlamentaria sí fue diseñada por los Menem y Santilli: “Trabajamos en bloque”, apuntó una fuente.
La excusa del costo fiscal de esas leyes tiene poco sustento a partir de que salió a la luz la billetera que abrieron Toto Caputo y Santilli para beneficiar a provincias aliadas. En apenas dos semanas enviaron más de 65 mil millones de pesos en concepto de ATN a Tucumán, Misiones, Chaco, Catamarca, Entre Ríos y Salta. En contrapartida, la emergencia universitaria significaría para el ejercicio en curso $1.959.974 millones, equivalentes al 0,23% del PBI, mientras que la emergencia en discapacidad implicaría entre $2,4 billones (0,28% del PBI) y $4,3 billones (0,51% del PBI). Son datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, un organismo en el que los Menem desconfían: “Es una unidad básica del kirchnerismo”, denuncian a su lado.
Los ATN no sirvieron para evitar el fracaso en Diputados, que se explicó por los votos en contra de los legisladores que responden al gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, y de dos de los tres diputados del bloque Independencia, del tucumano Osvaldo Jaldo. Un chaqueño de Leandro Zdero se abstuvo. También le soltaron la mano una banca salteña que responde a Gustavo Sáenz y una neuquina alineada con Rolando Figueroa. A eso se sumaron cuatro radicales que optaron entre la negativa y la abstención.
Ahora Bullrich debe pescar en esas mismas peceras pero en el Senado. El freno al “ir por todo” libertario lo impusieron el jefe del bloque radical, Eduardo Vischi —correntino y alfil del exgobernador Gustavo Valdés, hermano del actual mandatario—, y su correligionaria mendocina Mariana Juri, cercana al filolibertario Alfredo Cornejo. “Se pudrió el aspecto societario: entienden que si no se cumplió el acuerdo en Diputados, por qué se va a cumplir en el Senado”, reconoció un libertario.
Las 19 bancas de La Libertad Avanza que conduce Bullrich necesitan al menos los 10 votos del radicalismo. Además, la exministra tendría asegurado el acompañamiento de Luis Juez —monobloque— y de los tres senadores del PRO. Pero para alcanzar —o superar— el número mágico de 37 del quórum deberá volver a convencer a los representantes de los gobernadores dialoguistas: dos misioneros (el rovirismo acompañó en Diputados), la banca neuquina de Figueroa, dos santacruceños de Claudio Vidal, el par de Provincias Unidas y la senadora que responde a Sáenz.
Frente a ese panorama, Bullrich avanzará durante la semana para llegar con crédito político al viernes 26. Entre lunes y martes deberá negociar con Victoria Villarruel, en Labor Parlamentaria, las bases y condiciones de la sesión. Una de las preocupaciones logísticas es conseguir vuelos de Aerolíneas Argentinas para que todos los aliados puedan llegar desde sus provincias el 25 tras los festejos o el mismo 26. Recién entonces podrá intentar armar el paquete para darle a los Milei un regalo atrasado de Navidad y pensar en su descanso veraniego en su quinta.
MC