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La disputa opositora en el foro empresarial AmCham

Con guiños al día post-PASO, Bullrich y Larreta ensayaron una tregua para tentar el “voto” de las empresas de EEUU en el país

El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en la AmCham Summit 2023.

Mauricio Caminos

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“No vamos a ser el papelón del River-Boca del otro día”, expresó Patricia Bullrich. “Creo en ella”, dijo Horacio Rodríguez Larreta. Apenas un día después de la cumbre del PRO donde no hubo mayores definiciones más allá del pedido de Mauricio Macri por la unidad ante el preocupante estancamiento en las encuestas, los principales rivales en la interna amarilla buscaron bajar la guardia y acercar posiciones. 

Ambos precandidatos presidenciales de Juntos por el Cambio intentaron –a su modo– hacer flamear la bandera de la tregua política en un escenario por demás sugestivo para captar votantes opositores al kirchnerismo: el foro de empresas norteamericanas en el país nucleadas en AmCham, que se desarrolló este martes en un lujoso hotel de Puerto Madero.

Primero fue la ex ministra la que subió al escenario para ser entrevistada por el periodista Alejandro Fantino. Ensayó lo que debería ocurrir el día post-PASO en el frente opositor, con una serie de medidas de institucionalidad sectorial que denominó “a la chilena”: “Un desayuno, reuniones de los equipos y conformación de un solo comité de campaña”, dijo. 

Rápido de reflejos, el jefe de Gobierno recogió el guante cuando le tocó exponer: “Voy a estar en el mismo desayuno que ella. Le sirvo el café”. 

Choque de estilos

“Yo no hago sarasa”, había dicho Bullrich al presentarse en el escenario y despertó el aplauso del auditorio. Había llegado al foro de AmCham en el hotel Alvear Icon con gran parte de su equipo de campaña y potenciales miembros de su gabinete. Luciano Laspina –su principal asesor económico–, Federico Pinedo, Eduardo Amadeo, Pablo Torello y Alberto Fohrig fueron algunos de los dirigentes puramente macristas que la acompañaron en su exposición ante los CEOs y representantes de las empresas norteamericanas con intereses en el país. 

“La primaria tiene un contrato previo: que el que gana tiene que ser muy generoso y el que pierde tiene que poner toda su fuerza para que la fuerza gane. La cancha está clara, si no te llevas la pelota”, consideró ante la pregunta de cuál sería su actitud si pierde las PASO ante el jefe de Gobierno. Buscó invertir la carga de la prueba: “Si yo gano, voy a llevar un camino muy claro de conducción del espacio y a darle a todos el lugar que a cada uno corresponde”, adelantó. 

Entonces hizo alusión al escándalo en el que terminó el superclásico de fútbol el domingo pasado y le prometió a los empresarios: “Vamos a ser serios y responsables”. 

Pese a las buenas intenciones, Bullrich también ratificó que habrá PASO en la provincia de Buenos Aires, donde Larreta tiene puesto a Diego Santilli. Ella debe definir entre Javier Iguacel, Joaquín de la Torre y Néstor Grindetti, que en su conjunto no sumaría ni siquiera los casi 40 puntos que sacó el diputado en las elecciones 2021, resultado que lo deja mejor posicionado para enfrentar este año a Axel Kicillof. 

La ex ministra de Seguridad mostró un coqueteo con Cristian Ritondo, que también recorre la provincia y quedó “liberado” de responsabilidades con María Eugenia Vidal al bajarse la ex mandataria de la carrera electoral presidencial. “Ahora se está sumando Ritondo”, dijo Bullrich, que tiene un pacto subterráneo con el jefe del PRO en Diputados, pero al instante le bajó el tono a su potencial fichaje: “Todavía no hemos hablado con él”.

Tras Bullrich, le tocó a Larreta subir al escenario. Haciendo gala de su sello marketinero, el alcalde porteño buscó empatizar con el público con un saludo verborrágico y entrar rápido en confianza con Fantino. Se permitió corregirlo cuando el presentador comenzaba una consulta hipotética con la expresión “Si te tocara…”. “Cuando me toque, no si me tocara”, lo cortó, dándole palmadas en una pierna. 

No se sentó en la misma silla que había ocupado la ex ministra, sino en la del frente. “Tengo la mejor onda con ella, la respeto, tengo muchos años de trabajo”, abundó sobre su rival cuando recibió la misma pregunta sobre el armado de equipos políticos y la búsqueda de un compañero de fórmula. 

El caso Milman y el dólar

Larreta recordó que más temprano había hecho una defensa pública sobre Bullrich ante la denuncia de Cristina Kirchner por el borrado del celular de una ex secretaria de Gerardo Milman en el marco de la investigación por el atentado a la vicepresidenta. “Hoy a la mañana salí a defenderla de la calumnia”, dijo entonces el jefe de Gobierno. “Esto de las teorías conspirativas, de los disparates de Cristina. La Justicia tiene que investigar todo. Pero no estoy de acuerdo en salir a calumniar políticamente”, aseguró.

Cuando fue consultada, Bullrich solamente respondió a tono con el inglés dominante en el foro: “Bullshit”.

Otro guiño de Larreta para sortear la interna con la ex ministra fue cuando ratificó que los equipos técnicos “son comunes” a ambos candidatos, ya que dependen de la Fundación Pensar, la ONG del PRO que trabaja junto a las fundaciones de la UCR, la Coalición Cívica y Peronismo Republicano en un mismo programa de gobierno. “No son los míos y los tuyos. Estamos preparándonos para ganar y gobernar”, se vendió Larreta ante el empresariado.

Pese a la aclaración del jefe de Gobierno, chocaron en la mirada económica. Bullrich prometió que si llega al gobierno unificará el tipo de cambio a un valor intermedio entre la cotización actual del oficial –$236,50– y el blue –$474–.  “El dólar va a estar a la media de lo que hoy tenés entre el dólar oficial, que es una mentira, y el dólar blue. A la media va a quedar”, anunció Bullrich en la entrevista que le hizo el periodista Alejandro Fantino. Para evitar quedar presa de sus dichos, aclaró que como condiciones previa necesitaría “tener fortalecido al Banco Central, equilibrio fiscal y tarifas razonables”. En ese sentido prometió una “economía bimonetaria, pero con un tipo de cambio único”.

“No tenemos idea de a cuánto va a estar el tipo de cambio a fin de año. Hay que ver a cuánto está la brecha”, respondió a la misma consulta Larreta. Machacó con su idea de gobernar con una mayoría parlamentaria. “Dame algo que dependa de vos”, lo acicateó Fantino por las repetitivas respuestas moderadas del jefe de Gobierno.

“Sí depende de vos conseguir la mayoría política necesaria para hacer las reformas. Discutir las reformas puntuales no sirve de nada. Si no conseguís aprobar las reformas y mantenerlas en el tiempo, sos un irresponsable”, aseguró. En el PRO no cayó del todo bien el reciente viaje de Larreta a Jujuy para alzar la mano al sucesor en la provincia de Gerardo Morales. Con el presidente del radicalismo tiene una firme alianza electoral que podría derivar en una fórmula mixta. 

No hubo en AmCham –ni en la reunión amarilla en Palermo– foto conjunta de Bullrich y Larreta, pese a que sus apariciones se diferenciaron por escasos minutos. La nueva coreografía podría quedar expuesta al caer la tarde en Córdoba. Ambos tenían en agenda estar presentes en el lanzamiento formal de la candidatura de Luis Juez a gobernador por la oposición.

MC

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