Fernández impulsa un nuevo “Matheu” y avanza en la arquitectura para las primarias del Frente de Todos

La comitiva que acompaña a Alberto Fernández desestimó el reto que lanzaron al Presidente los líderes de la Cámpora Maximo Kirchner y Andrés “Cuervo” Larroque en el medio de los fragores que despiertan los 24 de marzo en la Argentina. 

Los estruendos de Buenos Aires llegan aosordinados a Santo Domingo. En el Gobierno dicen que la propuesta de Kirchner hijo de dirimir la candidatura del Frente de Todos en una primaria en realidad expresa el pensamiento del Presidente. “Fue Alberto quien impuso la idea de la participación ciudadana y de terminar con la dedocracia”, dijo un miembro del Gabinete de ministros a un grupo de periodistas que cubren la Cumbre Iberoamericana. El dedo al que alude a la fuente es el mismo que delegó cuatro años atrás en Fernández la Presidencia de la Nación.

Fue en la madrugada de este sábado, ante un grupo de periodistas y cuando la jornada llegaba a su fin. Fernández llegó al atardecer del viernes a la capital dominicana para la vigésimo octava Cumbre Iberoamericana tras un vuelo de ocho horas, participó de la ceremonia de apertura del encuentro y compartió una cena con sus pares, incluido el rey de España Felipe VI. Hoy dio su mensaje ante el plenario, en el Centro de Convenciones del Ministerio de Relaciones Exteriores dominicano. 

El Gobierno no mostró demasiado interés en responderles a Kirchner y compañía. Habrá sido el cansancio, el de la gira o el que despiertan los muchachos de La Cámpora.

El Gobierno no mostró demasiado interés en responderles a Kirchner y compañía. Habrá sido el cansancio, el de la gira o el que despiertan los muchachos de La Cámpora

En una entrevista transmitida por un canal de YouTube durante la marcha hacia Plaza de Mayo en el marco del Día de la Memoria, Kirchner volvió a impugnar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el fetiche por el que abandonó la jefatura del bloque oficialista en Diputados y se transformó en oposición. Reclamó “que la sociedad se involucre en su destino y que después vote como quiera” y desafió a Fernández a competir en la primaria del oficialismo. “Si alguien se enoja, vamos a la elecciones y la sociedad define”, dijo.

Es cierto que Fernández ha sido el principal impulsor de ese esquema, le quepa o no a él la candidatura, se verá. Por el momento el Presidente persevera, aún con una inflación anual de tres dígitos y un pronóstico de recesión para el año electoral. Se ha dicho aquí: la entrevista prometida por el presidente de los Estados Unidos Joe Biden el miércoles próximo en la Casa Blanca, después de largos meses de espera, será interpretada como el punto de partida de su proyecto de reelección. Fernández ya está pagando a cuenta.

El desafío a Fernández de Larroque (que renuncia a los cargos pero no a la lucha) fue más abierto que el de su jefe natural en “la orga”. Virtualmente bajó al Presidente de la candidatura. También en el marco de la marcha que recordó el golpe del '76, el ministro bonaerense dijo que “ya quedó atrás” la posibilidad de que Fernández compita por su reelección . “No hay sectores que estén planteando eso”, aseguró.

“Larroque expresa las posiciones más duras. Es su juego”, dijeron en el entorno del Presidente. Punto sobre el asunto.

Alejados de este ruido, Fernández y su equipo trazan el siguiente escenario de aquí a junio, cuando empieza a apurar el calendario electoral, de acuerdo a las fuentes consultadas aquí: 

-La convocatoria a una nueva mesa chica del Frente de Todos. Un nuevo “Matheu”, por la sede partidaria nacional, que reúna a todas las expresiones de la coalición. Más acotada que la de febrero pasado, que derivó en una sesión catártica, con el objetivo del dotarla de mayor poder ejecutivo.

-El llamado al Consejo Nacional del Justicialismo, que preside Alberto Fernández (una cuestión a no olvidar).

-La convocatoria al Congreso Nacional del PJ.

La arquitectura partidaria desembocará en las primarias, una iniciativa que, de convocarse, dirimirá la candidatura presidencial del peronismo mediante el voto por primera vez desde 1988. Aquella única experiencia democrática, en la que sólo votaron los afiliados al partido, llevó a Carlos Menem a la presidencia un año más tarde.

“Alberto tiene dos hoy objetivos: elegir el candidato por el voto directo y ganarle al macrismo”, aseguran en la comitiva.

Hasta donde se ve, la mirada del Gobierno da por caída la candidatura de Cristina Kirchner. Insisten en que el Presidente está mejor que todos los posibles candidatos del kirchnerismo en lo que califican -lo dicen ellos- como una “carrera de enanos”. Ya se había escuchado. Es una perspectiva extremadamente cruda sobre los hechos. Las ambiciones hoy son pequeñas en el movimiento que fundó el general.

Esta liliputización del peronismo no está desprovista sin embargo de cierto espíritu de lucha. En el Gobierno entienden que el esquema de unidad planteado en la elección de medio término del 21 mostró sus límites y condujo a la derrota. ¿Puede legitimarse otro tipo de “unidad” con una contienda interna? Es una de las incógnitas del proceso en marcha.

Esta liliputización del peronismo no está desprovista sin embargo de cierto espíritu de lucha. En el Gobierno entienden que el esquema de unidad planteado en la elección de medio término del 21 mostró que su fatiga y condujo a la derrota

La pregunta puede extenderse a la coalición opositora: ¿frente al grado de faccionalismo que alcanzó la interna, los candidatos que pierdan en la primaria lograrán fidelizar el voto de los derrotados? ¿El kirchnerismo camporista volvería a acompañar a (eventualmente) Fernández? ¿Los seguidores en ascenso de Bullrich votarían a Rodríguez Larreta? 

La última encuesta de Julio Aurelio que llegó a manos del Gobierno, dicen allí, asigna a la sigla Juntos por el Cambio el 34% de intención de voto, contra el 32% del Frente de Todos, una porcentaje que transmite competitividad. La misma encuesta da un 21% de intención de voto a Javier Milei.

Esta medición de Aurelio relativiza la idea del escenario de triple empate que alguien echó a rodar en las últimas semanas (y que otras versiones atribuían al mismo Aurelio). 

El análisis de la Casa Rosada contempla un considerable nivel de abstención, producto de un hartazgo cada vez más extendido con la clase política. “La foto es La Falda”, dicen, por el municipio cordobés donde la participación apenas si superó el 50%. No compitió el oficialismo de Juan Schiaretti, ganaron los radicales y la expresión del peronismo kirchnerista tuvo una pobre perfomance. ¿Milei? “Expresa el mismo 20 por ciento que impugnó el voto en el 2001. Son indignados. Milei no va a crecer”. Demasiadas certezas para este océano de dudas.

WC