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RECAMBIO GENERACIONAL

Lucía Cámpora es la nueva secretaria general y por primera vez en 17 años La Cámpora cambia de conducción

Lucía Cámpora, nueva secretaria general de La Cámpora, con Wado de Pedro y Máximo Kirchner.

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Lucía Cámpora es la nueva secretaria general de La Cámpora. Sí: es familiar de Cámpora, sobrina nieta de Héctor, el ex presidente, el Cámpora de “Cámpora al Gobierno, Perón al Poder”. Lucía fue presentada a la militancia este jueves durante un plenario que se hizo en Quilmes. Por primera vez desde que fue fundada, hace 17 años, una mujer sucede al único conductor que tuvo la organización, Andrés “Cuervo” Larroque. Tiene 32 años, es abogada y legisladora porteña por el Frente de Todos. Junto a Máximo Kirchner encabezó hoy la columna de militantes hasta Plaza de Mayo. Tardó en llegar, pero el recambio generacional del brazo musculoso, joven y nacional del kirchnerismo ya es un hecho.

La organización vence al tiempo pero para hacerla, es tiempo lo que hace falta. Cuando Néstor Kirchner le ordenó al Jefe del Ejército que bajara los cuadros de Videla y Bignone, Lucía Cámpora tenía 14 años y cursaba el secundario en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Era 2004 y La Cámpora, organización que llevaría el nombre de su tío abuelo, no existía. La frase “bajando un cuadro formaste miles”, se volvió lema y estampa de remera. De ese episodio, fundacional para la militancia kirchnerista, se cumplirán 19 años. Larroque no sabía que dos años después, en 2006, lideraría La Cámpora ni Lucía Cámpora tenía idea de que sería ella la que asumiera en su lugar, aprobada por Máximo Kirchner, diputado nacional e hijo de la vicepresidenta, 17 años después.

Se venía hablando. La fuerza joven leal a Néstor y Cristina necesitaba un refresh, un rebranding. Que alguien, por lo menos, abriera una ventana y corriera aire. Es que el promedio de edad de quienes fundaron la organización ya es de 46 años y no huele a espíritu adolescente. Lucía reúne una serie de características que le suman puntos. Para arrancar tiene poco más de 30 años, pero lo más importante puertas adentro de la organización es que Lucía tiene conexión con estudiantes: empezó a militar en el Nacional de Buenos Aires, durante el secundario, y fue vicepresidenta de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) mientras cursaba Derecho. Es una referenta para un nicho con el que La Cámpora fue perdiendo con los años, los adolescentes, los post adolescentes y los adultos jóvenes. Hace dos años, en 2021, organizó el Encuentro Nacional de Jóvenes de La Cámpora en la ESMA. Invitó a la vicepresidenta, se sentó a su lado y juntas observaron esa reunión de carne fresca, creyente, apasionada.

Hay más. Lucía Cámpora tiene un perfil agresivo, filoso, en la Legislatura porteña. Y su agenda de interés es atractiva para un población disidente y generalmente expuesta a la violencia. Como presidenta de la Comisión de Mujeres, Género y Diversidades impulsó un proyecto para la investigación, producción y comercialización de preservativos para personas con vulva. Es que no existen métodos de barrera que permitan el frotamiento, masturbación y sexo oral que cubra la vagina, la vulva y el ano, es decir que las personas con vulva están expuestas a infecciones de transmisión sexual. La opción es “adaptar” el profiláctico pensado para penes. Siglo XXI, increíble. “Acceso y promoción de profilaxis inclusiva”  es el nombre del proyecto de Cámpora y fue presentado hace dos años. No avanzó.

Fue militante de base hasta que entró primero a la Facultad de Filosofía y Letras, y luego a la de Derecho, donde estuvo cerca de Mariano Recalde y empezó a escalar en el armado político de la organización dentro de la Universidad de Buenos Aires. Fue empleada en el Ministerio de Trabajo y luego en el Consejo de la Magistratura, hasta que integró la lista del Frente de Todos en la Ciudad y ganó una banca como legisladora. La flamante conductora intenta plantar bandera en un distrito que siempre fue hostil con el kirchnerismo, la Ciudad de Buenos Aires.

El cabello oscuro y plateado por las canas, musculosa de La Cámpora cruzada por una riñonera, shorcito de jean, la gloria nueva de la gloriosa jotapé, Lucía avanzó con la militancia que debe responderle a 47 años del Golpe de Estado. Secundó a Máximo Kirchner desde la ESMA hasta Plaza de Mayo, recorrido que hace la organización cada año desde 2017 menos los dos de pandemia. Fueron 14 kilómetros que pueden contarse en fotos: Lucía con Wado de Pedro, con Axel Kicillof, con Mayra Mendoza. Larroque, actual ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, se corre de La Cámpora para armar La Patria es el otro, una federación de agrupaciones kirchneristas. Lucía ya es parte de la dinastía Cámpora, por filiación sanguínea y por haber sido ungida.

VDM/MG

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