En Palermo

Milei y Bullrich relanzaron la Policía Federal con perfil de FBI en vísperas del arresto de Cristina Kirchner

El mismo día en que la Justicia federal dispuso la detención domiciliaria de Cristina Fernández de Kirchner, el Gobierno nacional apretó el acelerador sobre su estrategia de seguridad y presentó la reforma más ambiciosa de la Policía Federal Argentina (PFA) desde su creación. En un acto encabezado por el presidente Javier Milei y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en el cuartel de la Policía Montada, la Casa Rosada oficializó el nuevo perfil de la fuerza, que desde ahora se enfocará en delitos complejos y tendrá mayor libertad de acción, con un modelo institucional inspirado en el FBI de Estados Unidos.

Fue un gesto de alto voltaje político. Sin mencionar a la expresidenta, el Gobierno eligió responder a la escena con uniformes, banderas y doctrina de orden. “Nuestro gobierno lleva adelante las políticas de seguridad siguiendo tres ejes: el que las hace, las paga; las reglas se respetan; y los de azul son los buenos”, proclamó Milei, rodeado de los principales nombres de su administración.

Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y hermana del Presidente, fue una de las primeras en llegar. A su lado estuvieron Manuel Adorni, vocero presidencial y legislador electo en la Ciudad de Buenos Aires; Guillermo Francos, jefe de Gabinete y principal operador político con las provincias; Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados; y Luis Petri, ministro de Defensa. También participaron jueces con fuerte peso en Comodoro Py, como Leopoldo Bruglia, de la Cámara Federal; y Carlos Mahiques, Daniel Petrone y Mariano Borinsky, de la Cámara de Casación. Como símbolo del vínculo internacional que busca instalar el Gobierno, estuvo presente Rick Hernández, representante del FBI en la Argentina.

El acto tuvo lugar en la sede del Cuerpo de Policía Montada, en Palermo, pero la jornada del Presidente había comenzado mucho antes. Recién llegado de una gira internacional que lo llevó por Italia, España, Francia e Israel, Milei retomó este lunes su agenda de trabajo en la quinta de Olivos. Allí, desde temprano, mantuvo una serie de reuniones a puertas cerradas: primero con un grupo de empresarios europeos, luego con su ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, y más tarde con Francos. También mantuvo una llamada internacional y habló por teléfono con el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, con quien se comunica en promedio cuatro veces por semana.

Sturzenegger, que se prepara para desplegar una batería de decretos delegados, será uno de los protagonistas del Gabinete en las próximas semanas. Las facultades extraordinarias que el Congreso le concedió al Presidente con la Ley Bases en julio de 2024 vencen el mes próximo y no está previsto prorrogarlas. Por eso, en el oficialismo anticipan un flujo intenso de decisiones en múltiples áreas del Estado antes de esa fecha.

Reforma de fondo

La reforma policial, oficializada mediante el Decreto 383/2025, implica una reestructuración integral de la PFA. Se crean dos grandes áreas: el flamante Departamento Federal de Investigaciones (DFI), orientado a delitos como narcotráfico, trata de personas y terrorismo; y el Departamento Federal de Coordinación (DFC), a cargo de tareas administrativas y de apoyo. Ambos contarán con direcciones especializadas en inteligencia criminal, cooperación internacional, análisis forense, asuntos internos y bienestar del personal.

El nuevo esquema no sólo amplía las funciones sino también los márgenes de intervención. La norma autoriza a los efectivos a detener personas sin orden judicial “cuando existan elementos suficientes que hagan presumir que alguien hubiese cometido o pudiera cometer un delito”. También habilita el acceso a bases de datos públicas y privadas para tareas de inteligencia, y permite patrullajes en redes sociales y sitios web abiertos sin autorización judicial previa. A partir de ahora, las investigaciones podrán iniciarse no solo por requerimiento judicial, sino también por instrucción directa del Ministerio de Seguridad.

“Esto es simple: el Estado no puede tener menos capacidad técnica que los narcos y los terroristas”, sentenció Milei. En otro pasaje, reivindicó el sistema dactiloscópico creado por el argentino Juan Vucetich y adoptado por el FBI, como ejemplo del aporte nacional a las tecnologías de seguridad global.

Bullrich, a su vez, remarcó que la PFA ya venía en transición desde que transfirió sus tareas territoriales a la Policía de la Ciudad. “Esto marca un nuevo momento. Queremos llegar al hueso de cada una de las organizaciones criminales”, sostuvo. Y anticipó que los nuevos agentes del DFI deberán tener título universitario, preparación técnica y formación profesional específica.

La reforma no es sólo normativa. El decreto establece un cupo máximo de nuevos suboficiales, que se irá reduciendo año a año. El ahorro presupuestario, según explican desde el oficialismo, se destinará al Programa de Modernización de la PFA, orientado a tecnología, equipamiento y rediseño de procesos.

Sin embargo, más allá del tono tecnocrático, el mensaje fue simbólico. El Gobierno eligió marcar el inicio de una semana tensa con una demostración de autoridad institucional. Milei no habló desde Casa Rosada. Prefirió hacerlo al aire libre, entre caballos y efectivos de uniforme, para dejar en claro su visión de la calle y del orden. Como dijo desde el escenario: “los de azul son los buenos”.

PL/MG