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Contra la motosierra de Milei

“Como nunca, la pediatría en el país se está viniendo abajo”: trabajadores del Garrahan fueron al Congreso a defender el hospital

“Yo odio los paros. Pero esta vez fui. Porque si no defendemos la salud infantil, no queda nada”, dijo Alejandra Boto, jefa del Hospital de Día Polivalente, un servicio ambulatorio especializado dentro del Garrahan y otros hospitales pediátricos.

elDiarioAR

24 de junio de 2025 17:57 h

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El hospital público de pediatría más emblemático de la Argentina llegó al Congreso, pero no con sus camillas ni con sus ambulancias, sino con sus trabajadores. Un grupo de profesionales del Hospital Garrahan —jefas de servicio, bioquímicas, hematólogas, técnicas— expuso este lunes en la comisión de Familias, Niñez y Juventudes de la Cámara de Diputados para alertar sobre el estado de emergencia que atraviesa la institución. Lo hicieron en el marco del tratamiento de un proyecto de ley que propone declarar la emergencia sanitaria de la salud pediátrica y de las residencias médicas nacionales por el término de dos años.

Mientras en la sala se escuchaban relatos de sueldos que no alcanzan ni para el alquiler, renuncias masivas de profesionales formados, cierre de servicios y atención infantil en riesgo, los diputados del bloque oficialista de La Libertad Avanza se retiraron de la comisión sin dar explicaciones. El silencio del Gobierno, que ya había calificado las protestas como “extorsión política”, volvió a hacerse presente incluso en el Congreso.

“La Argentina tiene que dejar de ofrecer en el altar del equilibrio fiscal el sueldo y la vida de los niños”, dijo el diputado Pablo Yedlin, pediatra y exministro de Salud de Tucumán, autor del proyecto. “Lo único que pedimos es que se actualicen los salarios al valor de noviembre de 2023 por IPC. No estamos pidiendo más: estamos pidiendo lo justo”.

El hospital Garrahan, que depende de forma compartida de la Nación y de la Ciudad de Buenos Aires, tiene hoy sus partidas congeladas desde diciembre. La falta de actualización presupuestaria golpea a todos los sectores: desde la compra de medicamentos hasta los salarios del personal. Según denunció Carolina Goedelmann, bioquímica y jefa del Laboratorio de Hematología y Hemostasia, ya se perdieron 210 puestos de trabajo, la mayoría por renuncias. Y no fueron reemplazados. “Nuestros equipos se están desarmando. No hay reemplazos ni residentes. Y si no hay residentes, no hay pediatría en el futuro. Estamos defendiendo algo que es justo, no ideológico: es la salud pública”.

El Garrahan no sólo atiende a pacientes de todo el país con enfermedades de alta complejidad. También forma especialistas. “Yo me formé ahí hace más de 30 años y hoy formo gente. Pero cada vez somos menos atractivos para las nuevas generaciones. Ser pediatra hoy no es rentable”, explicó Ana María Pugliese, jefa del Servicio de Medicina Transfusional. Muchos técnicos con 40 años y familias a cargo ganan menos de $1.000.000 mensuales por 42 horas semanales más guardias. “Se están yendo al sector privado, que les paga el doble por menos horas. El hospital se está desangrando”.

La situación afecta incluso a tratamientos vitales. Alejandra Boto, jefa del Hospital de Día Polivalente, relató que una nena con enfermedad de Crohn llegó desde Chaco para recibir un anticuerpo monoclonal. Pero por falta de personal en farmacia, no pudieron prepararlo. “Hoy lo que era un protocolo clínico, una investigación, un ateneo, ahora es una reunión para ver cómo hacemos para sostener una guardia. Nos estamos ocupando de pelear por lo obvio: que no se caiga el hospital”.

También denunció que algunas especialidades pasaron de tener turnos en tres meses a demoras del doble, por falta de personal. “Somos de vanguardia en Latinoamérica, desarrollamos tratamientos que después se aplican en otros países. Pero estamos perdiendo farmacéuticos, técnicos, médicos. Se fueron cuatro personas en mi área. Tuvimos que reducir la cantidad de chicos que podemos recibir”.

El diputado Yedlin advirtió que además de salarios congelados, hay obras paralizadas, como la nueva guardia o 12 nuevos puestos para trasplantes de médula ósea. Y que la entrega de medicamentos complejos pasó de demoras habituales de dos meses a esperas de más de seis.

La situación no es sólo una tragedia presente: es una amenaza al futuro. “Vaciar el Garrahan es vaciar la pediatría argentina”, sintetizó Yedlin. “El Garrahan es el lugar donde se forman los pediatras que después van a cada rincón del país. Si el hospital colapsa, no hay sistema público ni privado que pueda asumir esa complejidad”.

El proyecto de ley, acompañado por los diputados Cecilia Moreau, Daniel Gollán, Itai Hagman, Paula Penacca y Julia Strada, ya obtuvo dictamen en la comisión de Salud. Ahora necesita, además del de la Familias, el aval de la comisión de Presupuesto, que según Yedlin “habrá que emplazar” si no lo trata en breve.

El emplazamiento, para los opositores, es necesario ya que a Presupuesto y Hacienda la preside el ultraoficialista José Luis Espert, un economista libertario amigo de Milei, que podría rehusarse a convocar a la discusión de este proyecto para completar el trámite parlamentario previo a la sesión, que ya está prevista para el próximo miércoles, 2 de julio.

Este miércoles, los trabajadores del Garrahan volverán a las calles en una jornada nacional de protesta. El reclamo no es nuevo, pero el deterioro sí lo es. Como dijo una de las expositoras: “Yo odio los paros. Pero esta vez fui. Porque si no defendemos la salud infantil, no queda nada”.

El oficialismo no dijo nada. Pero el hospital, hoy, lo está diciendo todo.

Cuánto cobran los trabajadores del Garrahan

Estos son los sueldos promedio más recientes, lejos de los niveles que exige la canasta básica familiar:

  • Un enfermero con alrededor de 10 años de antigüedad percibe cerca de 900.000 pesos mensuales.
  • El personal administrativo y los residentes médicos ganan actualmente entre 800.000 y 900.000 pesos.
  • En abril, un residente de primer año cobraba 797.061 pesos en mano, por una carga de 60 a 70 horas semanales, incluyendo guardias.
  • A partir del 1º de julio, el Gobierno anunció un aumento del 30% para los residentes, que elevará sus haberes a aproximadamente 1.300.000 pesos, aunque sólo en forma de bono no remunerativo, por lo tanto no se incorpora al básico.

Estas cifras contrastan con la canasta básica familiar, que ronda 1.110.000 pesos, dejando a gran parte del personal por debajo del nivel de pobreza. Ese desfasaje salarial golpea tanto a los enfermeros como a los médicos, técnicos y administrativos.

“Si lo vaciamos del recurso humano… deja de tener sentido”

El diputado Yedlin alertó que con el desfinanciamiento del Garrahan está en juego la atención sanitaria de la infancia y la formación de los pediatras del futuro.

Yedlin destacó que el proyecto de ley que impulsa junto a otros diputados busca declarar la emergencia sanitaria en salud pediátrica y en las residencias nacionales, y que esa emergencia tiene una cara concreta y urgente: el hospital Garrahan. “No estamos declarando la emergencia del hospital, sino la de la salud pediátrica de todo el país —dijo—, porque sin esta cabeza de alta complejidad, todo el sistema queda sin respuesta”.

El diputado remarcó que el Garrahan no sólo atiende las patologías más complejas —desde oncología infantil hasta neurocirugías—, sino que es también el principal formador de pediatras en la Argentina. “Vaciarlo no es sólo vaciar la atención de los chicos de hoy, es vaciar el futuro. Es un hospital que no se puede reemplazar”, sostuvo. Y advirtió que no se trata de una hipótesis lejana, sino de una realidad concreta: la caída del financiamiento, la interrupción de obras clave como la nueva guardia y los puestos de trasplante de médula, la demora de más de seis meses en la entrega de medicamentos que solían llegar en dos, la pérdida de profesionales y residentes.

“Si lo vaciamos de lo más importante que tiene —que es el recurso humano—, el hospital deja de tener sentido”, afirmó, con tono firme. Y cuestionó directamente la política de ajuste del Gobierno: “La Argentina tiene que dejar de ofrecer en el altar del equilibrio fiscal el sueldo y la vida de los niños”.

JJD

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