Salud

El Senado aprobó la “Ley Nicolás”: qué cambia en la atención médica y la seguridad del paciente

elDiarioAR

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El Senado convirtió en ley el proyecto denominado “Ley Nicolás” (de Seguridad Sanitaria) que tiene como finalidad mejorar la atención de los pacientes, las condiciones de trabajo de los profesionales de la salud y reducir los eventos médicos inesperados durante la atención.

La iniciativa fue sancionado por un amplia mayoría de 69 votos contra 1, el de la senadora del PRO Carmen Alvarez Rivero.

En 2017, Nicolás Deanna falleció a los 24 años, tras un mal diagnóstico y no recibir el tratamiento adecuado. Desde esa fecha, su mamá, Gabriela Covelli (presente en uno de los palcos del recinto, acompañada por el diputado radical Fabio Quetglas, autor del proyecto original) luchó por tener una ley para mejorar la atención de los pacientes. Diputados la había aprobado en 2023, pero recién el Senado la convirtió en ley este 18 de septiembre.

El debate

Al abrir el debate, la presidenta de la comisión de Salud, Lucia Corpacci (Frente Nacional y Popular-Catamarca), aseguró que el objetivo de la ley “es trabajar sobre esas fallas, averiguar por qué se producen y modificar eso, el por qué se produce esa falla para que no se vuelvan a repetir”.

Señaló que el proyecto apunta a que “se ejerza una supervisión sobre los centros de salud de alguna manera diciendo hasta dónde pueden atender o qué patologías son las que pueden atender para evitar las futuras malas praxis”

Agregó que “es muy difícil hablar de esto en un momento donde se cree que el Estado no tiene que intervenir en nada” y por eso los ministerios de Salud tienen que “ejercer el control necesario para que situaciones tan dolorosas como las que estuvo pasando este joven y las que pasan con muchísima frecuencia en nuestro país no vuelvan a pasar”

Por su parte, la senadora Edith Terenzi (Despierta Chubut), agradeció al autor del proyecto el radical Fabio Quetlas que está aquí presente que fue “ uno de los grandes impulsores de esta ley que le puso alma, vida y corazón”. 

 Destacó el “ trabajo de las familias, de las familias que se congregaron detrás de la ley, Nicolás” para que se puedan “prevenir errores involuntarios” y puntualizó “no se quedaron en su dolor o se quedaron poco tiempo y tuvieron la fortaleza de seguir adelante y de pelear por otros”.

Detalles del proyecto

El proyecto contempla la creación de la historia clínica digital encriptada e interoperable; certificaciones obligatorias y periódicas para los profesionales de la salud y las instituciones médicas; desarrollo de protocolos de actuación y sistemas de auditoría y vigilancia.

También define criterios y conceptos de seguridad, incidente, evento adverso evitable, evento adverso no evitable, acto temerario y evento centinela, que es un hecho potencialmente peligroso, no anticipado ni deseado, que ocurre en las instituciones de salud.

De acuerdo a la iniciativa, las instituciones proveedoras de servicios de salud, públicas o privadas, deberán “dotar a su organización de los medios que permitan: establecer protocolos de actuación del personal de salud, tendientes a la prevención de daños evitables”

También diseñar planes de auditoría de los sistemas de trabajo, de evaluación de las prestaciones individuales del servicio y monitoreo de indicadores de seguridad del y la paciente, para perfeccionar los sistemas y mejorar las prácticas“, entre otros puntos.

También se establece que “la autoridad de aplicación debe implementar un Registro Unificado de Eventos Centinela (RUDEC), con el objetivo de registrar todo evento centinela, así como los resultados de la investigación de los mismos”.

Atrofia muscular 

el Senado aprobó por unanimidad y giró en revisión a la Cámara de Diputados un proyecto para la detección y posterior tratamiento de patologías en el recién nacido, al incorporar la atrofia muscular espinal.

La iniciativa reforma la ley del Régimen para la Detección y Posterior Tratamiento de Determinadas Patologías en el Recién Nacido, con el fin de incorporar la atrofia muscular espinal en las listas de enfermedades que deben ser parte de la pesquisa neonatal realizada a todo recién nacido.

¿Quién fue Nicolás Deanna?

Nicolás Deanna tenía 24 años cuando murió en 2017 a causa de una meningitis bacteriana mal diagnosticada.

El sábado 21 de octubre de 2017, Nicolás consultó junto a su madre al doctor Ricardo Cap (después condenado a tres años de prisión) por un fuerte dolor de cabeza.

La mujer y el joven recibieron como respuesta que tenía “una contractura muy fuerte” y le recetaron diclofenac. Pero seis horas después “seguía en un grito”, recordó Covelli, por lo que le pidió “por favor” al médico que lo revisara y atendiera. “Fuimos, lo vio, no puedo decir que lo atendió. No le hizo esas maniobras médicas que después supe que tenia que hacer tales como reflejos pupilares, el martillito (...) Palmeó la espalda de Nicolás, lo acostó en una camilla, le inyectó vía indovenosa diclofenac con diazepam y me dijo que tenía una contractura que era muy dolorosa. Lo acostó y me dijo que espere. Lo llevé a Nicolás a mi casa y con 24 años lo hice dormir conmigo porque sabía que algo pasaba. Volví a la otra mañana para que lo atienda, pero la atención fue siempre igual”, explicó.

A Nicolás, según el relato de su mamá, el médico “lo palmeó, lo llevó a un kinesiólogo, lo mandó a respirar al mar” y les dijo que “estaba muy estresado”. Durante tres días le dio vía indovenosa la misma medicación analgésica hasta que por la insistencia de Covelli le hizo una tomografía y un análisis de sangre que arrojó el peor resultado.

“Nicolás tenía 20 mil glóbulos blancos, tres neutrófilos encallados. Me dijo 'se nos complicó el cuadro, tiene una gran contractura muscular y una angina' y ahí lo volvió a inyectar, esta vez con penicilina”, recordó Gabriela.

“Para ese entonces, Nicolás ya tenía 40° de temperatura y había vomitado de manera intensa dentro del consultorio. Tenía meningitis bacteriana y fue irreversible. Pasó días internados hasta que murió, el 2 de noviembre”, relató.

Para Gabriela no hay consuelo, pero se apoyó en la lucha para prevenir otras muertes. En mayo de 2023, así describía a Nicolás su madre, en una entrevista al medio MDZ.

“Nico tenía 24 años. Era un pibe excelente. No lo digo por ser su mamá, sino porque lo dicen todos los que lo conocían. A los 24 años ya estaba recibido de martillero, ya tenía su propia inmobiliaria, que había abierto en marzo de 2017. Antes de eso, él trabajaba desde chico, desde los 16 años, porque acá en la Costa Atlántica se estilan los trabajos de temporada. También había hecho el profesorado de inglés, sólo le faltaba el First. Era súper deportista, hacía natación, en algún momento hizo tenis, practicó jiu jitsu, ganó un campeonato del Mercosur y tenía varias medallas. Tenía una alimentación re contra sana, mucho más sana que cualquier persona que conozca. Era de los que se levantaban a la mañana y desayunaba con el juguito de naranja, el café con leche, se hacía las tostadas...Tenía una conducta muy importante, por más que trabajaba todo el día, todos los días entrenaba y hacía deportes. No nos automedicamos, no tomaba ningún remedio. Nicolás era un excelente amigo, un excelente hijo. Cuando a él le pasó esto, en el parque del hospital, durante nueve días, cuando ya sabíamos que no iba a vivir, hubo más de cien personas rezando por él”.

“Nicolás era absolutamente humano y tenía una visión de la vida muy distinta a la de los pibes como él. Era solidario, se preocupaba por los demás. No necesité deconstruirlo, venía deconstruido, de buena madera y con un respeto a todos los seres humanos y a los valores elementales de la vida”.

“Todo lo hizo él solo, con mi ayuda espiritual, pero todo solo. Armó una de las inmobiliarias más lindas que hubo acá en Villa Gesell, y estaba en sociedad con su amigo desde jardín de infantes, Fernando”.

Acerca de cómo era su vida antes de la muerte de Nicolás, Covelli la describió como “hermosa igual que la de él. Yo tengo dos hijos: Nicolás y Agustín, que hoy tiene 27 años. Agus era el hermano más chico de Nicolás. Vivimos en Villa Gesell desde que Nico tenía 3 años, vinimos acá para vivir en un lugar tranquilo, en paz. Me separé, pero teníamos una excelente relación con el papá, que se llama Alejandro. Me dedicaba a la abogacía y además era docente de una escuela nocturna. Siempre, aunque no se pueda creer, yo elegí criar a mis hijos y todos mis horarios dependían de los horarios de ellos cuando eran chiquitos. Así me organizaba y nos movíamos en bloque, con una libertad amplia, pero siempre muy pendiente de que el otro esté bien. Hacíamos encuentros familiares, éramos de hacer muchas fiestas. Nicolás era el centro de todas ellas”.

“Cuando pasó lo de Nicolás, literalmente me morí. Nadie puede imaginar lo que es perder un hijo, pero además yo tenía el plus de que por la forma de ser tan especial de Nicolás, era como mí guía. Él era el de la palabra justa, el de no pasa nada, cuál puede ser el peor escenario, animate”.

“Toda mi vida me gustó cantar, tocaba el piano, la guitarra y por mis obligaciones había dejado de hacerlo. Esos últimos años retomé porque mis hijos ya estaban criados. Había empezado a ir a canto y a cantar en distintos lugares. Nicolás y Agustín me acompañaban y disfrutaban que su mamá hiciera eso. Cuando murió Nicolás mi vida quedó vacía. Yo sé que mucha gente dice que tengo otro hijo, pero lo que la mente puede entender, el alma y el corazón no”.

“Adelgacé más de 20 kilos y. la verdad, que no encontré sentido a mi vida (...) Yo tenía una gran admiración por los médicos, cuando empecé a ir al Juzgado, cuando empecé a ver lo difícil que era luchar por la dignidad de mi hijo y pedir justicia por él supe que no podía entender por qué le había pasado eso al mío, pero podía entender que necesitaba tener un para qué, así que así, rota, partida, como estaba, en la cocina de mi casa empecé a escribir una ley sobre todos los obstáculos que tienen los familiares de víctimas de mala praxis y sobre la falta de humanidad en la medicina, entre un montón de cuestiones que me parecían esenciales para cuidar la vida de las personas”.

“Escribí en una foto de Nico una frase que inventé en ese momento, que me salió del alma, que decía ”Si tu vida derramó tanto amor, que tu partida sirva para salvar a otros“.

Los puntos clave de la ley

1. Establecer como obligatorias las materias de seguridad del paciente y humanización de la medicina en todas las carreras de salud

2. La obligatoriedad de cada institución de salud de denunciar ante el RUDEC (Sisa) los efectos adversos en esa institución, no para una sanción sino para solucionar y aprender de los errores.

3. Lograr una estadística en Argentina que hoy es inexistente.

4. Obligación de los fiscales ante una denuncia de mala praxis de informar al SISA, y de, al momento de tener una causa por mala praxis pedir informe al SISA.

5. Recertificación de títulos para todo profesional de salud (hoy existe solo para algunas especialidades) cada 10 años, sobre capacidades cognitivas, e intelectuales. A partir de los 75 años, cada 3. 

Con información de agencias y MDZ.

IG