SOSPECHAS SOBRE EL OPERATIVO DE BULLRICH

Supuesta “célula terrorista”: el peluquero sigue detenido y el futuro de los imputados depende de los teléfonos

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La Cámara Federal de Apelaciones porteña rechazó este jueves excarcelar al peluquero detenido por supuestamente integrar una “célula terrorista”, como la definió la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ante los medios de comunicación. Así surge de un escrito al que accedió elDiarioAR

Junto a un profesor de tenis de mesa de nacionalidad siria, el peluquero permanece detenido desde finales de diciembre porque aparentemente iban a recibir un paquete sospechoso desde Medio Oriente. El presunto paquete nunca fue hallado por las autoridades, que creen que, de hecho, nunca existió, y el expediente tiene contradicciones, escasas pruebas hasta el momento y pistas más sospechosas que algunos de los sospechados, como publicó este medio el miércoles.

Los jueces de la Sala I de la Cámara desestimaron este jueves no sólo los planteos de la defensa oficial, a cargo de Hernán Silva, que pidió la excarcelación del peluquero, sino también del fiscal de la causa, Franco Picardi, quien dictaminó a favor de liberar al detenido. El hombre pasó de denunciar una estafa por redes sociales a quedar imputado y detenido por presunto terrorismo internacional. Los jueces argumentaron que liberarlo podría “poner en riesgo el éxito de la investigación”.

En total, tres personas permanecen detenidas por orden de la jueza María Servini en una dependencia de la Policía Federal Argentina (PFA). El tercer detenido, “El Rubio”, es un hombre que se presentó como “agente inorgánico de la embajada de Estados Unidos” para denunciar a los otros dos: el peluquero y el profesor de tenis de mesa. También dice ser mercenario internacional y periodista. La Justicia ya determinó que no es un agente real y sospecha que se trataría de un “traficante de información”, un “lleva y trae”. Era cliente de la peluquería del barrio Monserrat, donde trabajaba el peluquero y lo denunció ante la policía.

Ahora, el peluquero, el profesor de tenis de mesa y el falso agente inorgánico de la embajada de Estados Unidos están acusados de “integrar una asociación criminal trasnacional de existencia ininterrumpida en el tiempo que se dedica a la organización y perpetración de atentados terroristas” y que “registraría actividades en distintos países de la región, en particular Colombia, desde donde se habría organizado la perpetración de un ataque –presumiblemente, con explosivos– a un inmueble localizado en el ámbito de esta ciudad vinculado a la colectividad judía”. 

Sin embargo, el fiscal Picardi sostuvo que las pruebas no son suficientes para privar de la libertad al peluquero. El detenido al ser argentino, tener un trabajo y domicilio estables, además de carecer de antecedentes penales, tenía más chances de recuperar la libertad que el profesor de tenis de mesa, quien es extranjero y no tiene arraigo en el país.

La acusación, hasta el momento se basa en llamadas anónimas, denuncias realizadas con base en fuentes no identificadas y elucubraciones. La causa quedó a cargo de la jueza María Eugenia Capuchetti el viernes último. La magistrada espera de manera inminente los resultados del peritaje de los teléfonos secuestrados a los tres detenidos para tomar una decisión: si los procesa, los sobresee o continúa investigando a la espera de más pruebas (falta de mérito). También decidirá sobre sus libertades.

Ante el plenario de comisiones por la ley ómnibus, la ministra de Seguridad intentó evitar responder este miércoles las preguntas del diputado Sergio Palazzo (Unión por la Patria) sobre el caso que la funcionaria había anunciado como la “neutralización” de tres terroristas sirios.

El contenido de los teléfonos de los tres acusados y otros dispositivos secuestrados a “El Rubio” será clave en el futuro de los imputados, quienes ya fueron indagados y negaron las acusaciones.

Para la jueza, una de los puntos centrales de las pericias es detectar una conexión o conversaciones entre el peluquero y el profesor de tenis de mesa, quienes dicen no conocerse entre sí y que parecen involucrados en esta historia por una elucubración del tercer detenido. 

La magistrada también espera informes de embajadas extranjeras y de Interpol, entre otras medidas de prueba que ordenó en los últimos días. 

Para los jueces de la Cámara, la imputación es lo suficientemente grave como para rechazar la excarcelación del peluquero. El juzgado de Servini también le denegó la excarcelación argumentando que la investigación no está concluida y que “estarían pendientes de identificación otros sujetos aún no fehacientemente identificados” y que la libertad“ del peluquero ”podría alertarlos y comprometer el éxito de la investigación“.

La jueza agregó: “La organización bajo investigación, tendría vínculos con grupos que operarían en el exterior del país, lo cual también es un factor relevante a tener en cuenta, ya que podría afectar el éxito de la pesquisa o incluso proporcionarle al imputado los medios para una eventual fuga”. “Claramente se trata de una afirmación dogmática carente de sustento probatorio”, le respondió a la jueza el defensor Silva.

El caso

El 28 de diciembre último, la embajada de Israel comenzó a recibir denuncias sobre la supuesta llegada de un ciudadano colombiano de origen sirio que estaría llegando al país desde Bogotá para “mandarse una cagada”. El autor de la denuncia fue un gendarme identificado con un nombre falso y quien dijo que el extranjero estaría presumiblemente involucrado en actividades terroristas en Colombia. Se abrió una investigación en la unidad antiterroristas de la Policía Federal Argentina (PFA) y se dio intervención al juzgado de turno, el de Servini. Entonces, se estaban celebrando los Juegos Macabeos Panamericanos y eso encendió las alarmas. 

El dato que tenía el denunciante era que el hombre llegaría el 30 de diciembre por la mañana y se hospedaría en el Gran Hotel España, vecino a la sede de la embajada, en el barrio de Monserrat. 

La fuente original del gendarme para realizar dicha denuncia es un supuesto policía de Colombia que no fue identificado. Una segunda denuncia recibida por la embajada de Israel en Buenos Aires fue anónima, esta vez con nueva información: que el supuesto terrorista iba a recibir un paquete de 15 kilos. 

Al día siguiente, el 29 de diciembre, un hombre se presentó ante personal de la Policía Federal para brindar “información” sobre la investigación en curso. Dijo llamarse “El Rubio” y ser “agente inorgánico de la embajada de Estados Unidos”. El hombre, argentino y de unos 50 años, sabía que la policía había estado en el Gran Hotel España, por lo que dejó expuesto que habría obtenido de allí la información sobre el caso y sobre la llegada de un huésped el 30 de diciembre: un ciudadano con pasaporte colobiano y nacionalidad siria. Se trataba del mismo hombre denunciado por el gendarme.

“El Rubio” agregó más “información”: que había una “encomienda” de 35 kilos proveniente de Yemen por medio de una empresa privada de courier (da un nombre específico que se reserva). Dijo 35 en lugar de 15, como había sostenido el denunciante anónimo ante la embajada de Israel.

El supuesto agente inorgánico de la embajada de Estados Unidos también introdujo por primera vez en esta historia al peluquero: dijo que este hombre argentino es el destinatario del paquete proveniente de Yemen que llegaría a una peluquería de la calle Rivadavia, muy cercana al Gran Hotel España.

Luego, El Rubio se negó a declarar ante la Justicia a pedido de la policía y se retiró. Por la noche, una nueva llamada anónima, esta vez al 911, reiteró los mismos datos que aportó más temprano El Rubio.

El encargado del hotel dijo este jueves al diario La Nación que fue efectivamente él quien alertó a su amigo “El Rubio” sobre la llegada de un huésped que le pareció “sospechoso” porque tenía pasaporte colombiano y nacionalidad siria. El hombre había hecho llegar sus datos para reservar una habitación vía Whatsapp. 

Todo indicaría que el nombrado -por el peluquero- sería una víctima más de las tantas estafas que se intentan día tras día a través de las redes sociales.

“Las tres personas están vinculadas y sabíamos que llegaban en distintos vuelos y que estaban a la espera de un paquete de Yemen”, dijo Bullrich a los medios a principios de enero.

“Se obtuvo una información de inteligencia brindada por una conjunción de elementos tanto de Estados Unidos como de Israel y de una miembro de Gendarmería que ha sido formado en antiterrorismo de parte de sus pares de Colombia”, afirmó entonces la ministra.

El profesor de tenis de mesa

El ciudadano colombiado con nacionalidad siria denunciado ante la embajada de Israel resultó ser un instructor de tenis de mesa. El 30 de diciembre último, alrededor de las 7.30 de la mañana, llegó en un vuelo de Aerolíneas Argentinas al Aeropuerto Jorge Newbery. Pasó por Migraciones cerca de las 7.50. Al salir del aeropuerto, 15 minutos más tarde, fue interceptado por un grupo de la DUIA y quedó detenido e incomunicado por orden de la jueza Servini. 

El 30 de diciembre se realizó el 25° Torneo de tenis de mesa de la Asociación Yabrudense, en Alberti 1541. La policía informó que la asociación se ubica contigua a la Mezquita Al Ahmad. Ambas entidades son gestionadas por el Centro Islámico de la República Argentina. Se trata de la entidad musulmana más representativa del país. Su presidente, Fabián Amín Ankah, entre otros representantes, fue recibido por la canciller Diana Mondino a principios de enero.

El visitante encarcelado nació en Damasco, en la década de 1950. De acuerdo con fuentes de la causa, declaró que llegó a los 18 años desde Siria a Venezuela y que luego se mudó a Colombia, donde vive actualmente.

El peluquero

El peluquero es ex empleado municipal en una localidad de la provincia de Buenos Aires y empleado público de una dependencia de la gobernación, al menos hasta diciembre. No posee antecedentes penales y efectivamente trabajó hasta diciembre en una peluquería de la calle Rivadavía, en el barrio de Monserrat.

Esta es su versión, de acuerdo a su declaración ante la jueza Servini: el 1° de noviembre de 2023 -casi dos meses antes de quedar envuelto en este caso-, el peluquero realizó una denuncia ante el Poder Judicial de la provincia de Buenos Aires. Sostuvo que había conocido a una mujer por redes sociales, oriunda de Las Vegas y actualmente residente en Yemen. 

Tras entablar una amistad, la mujer le dijo que le enviaría un regalo y él le dio la dirección de la peluquería para recibir la encomienda. A finales de octubre y de madrugada, recibió mensajes y llamados de un hombre que le exigió 900 dólares para entregarle el paquete en cuestión, el cual estaría en la Aduana de Ezeiza. Como todo le pareció raro, bloqueó al hombre que intentaba sacarle dinero y a la mujer. Le dijo a su jefa en la peluquería que no recibiera nada a su nombre y realizó la denuncia. Aportó los chats que prueban su historia y un documento: el ticket de remisión de la supuesta encomienda que le habían enviado.

Están acusados integrar una asociación criminal trasnacional de existencia ininterrumpida en el tiempo que se dedica a la organización y perpetración de atentados terroristas.

El ticket sería apócrifo, presenta inconsistencias y además no se encuentra registrado en la empresa que iba a realizar el envío internacional, según estableció la Justicia en los últimos días. Todo indica que se trató de un intento de estafa al peluquero desde el principio, cuando comenzó a hablar con la supuesta mujer de Las Vegas residente en el lejano Yemen. Una estafa virtual.

¿Cómo terminó conectado el peluquero con el profesor de tenis de mesa? Por un cliente de la peluquería que se enteró de que iba a recibir un paquete de Yemen: El Rubio. Así lo declaró este último ante la jueza Servini. Dijo que la situación le llamó la atención y que la relacionó con datos que habría obtenido con respecto a la llegada del profesor de tenis de mesa, de nacionalidad siria. Los investigadores creen que obtenía la información de personal del Gran Hotel España, que sabía la identidad del profesor de tenis de mesa, su día y horario de llegada y los datos de su vuelo, según consta en el expediente.

“Todo indicaría que el nombrado -por el peluquero- sería una víctima más de las tantas estafas que se intentan día tras día a través de las redes sociales”, expuso su defensa en un escrito ante los camaristas.

La peluquería

El 30 de diciembre último, personal de Armas y Explosivos de la Federal allanó la peluquería ubicada en la calle Rivadavia, muy cerca del hotel, donde trabajaba el detenido. Era el supuesto destino del paquete sospechoso. No hallaron nada.

La encargada del lugar, una peluquera de nacionalidad paraguaya, declaró ante la policía y su testimonio fue tomado por la jueza Servini para mantener detenido al peluquero. La mujer explicó que su colega le pidió que recibiera el paquete que llegaría a su nombre de parte de un sobrino de Estados Unidos. Le ocultó, aparentemente, que era de parte de una mujer en Yemen. 

El peluquero, por su parte, entregó a la peluquera copia del documento del courier con los datos de la encomienda. Los mismos datos que luego aportaría “El Rubio”, cliente de la peluquería, ante la policía. El mismo documento resultó ser falso, según consta en el expediente.

Días más tarde, el peluquero le requirió a su colega que si alguien le consultaba al respecto, se hiciera la desentendida y evitara recibir cualquier encomienda a su nombre. Luego le pidió que borrara del teléfono los mensajes que habían intercambiado sobre el tema. 

La defensa del peluquero argumenta que el pedido de borrar los mensajes se enmarca en el temor del peluquero, que hizo la denuncia por la supuesta estafa virtual. 

ED/JJD