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INVESTIGACIÓN

La historia detrás de la “célula terrorista” de Bullrich: contradicciones, sospechas sobre el origen de la causa y tres detenidos

Patricia Bullrich anunció en los medios que el ministerio de Seguridad había neutralizado una supuesta célula terrorista.

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Un peluquero argentino y un profesor de tenis de mesa de nacionalidad siria permanecen detenidos desde finales de diciembre, acusados de formar parte de una supuesta “célula terrorista”, como la definió la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, porque aparentemente iban a recibir un paquete sospechoso desde Medio Oriente. El presunto paquete nunca fue hallado por las autoridades, que creen que, de hecho, nunca existió. El caso incluye contradicciones y pistas más sospechosas que algunos de los sospechados. Así surge del expediente y de las fuentes del caso consultadas por elDiarioAR durante la última semana. 

En total, tres personas permanecen detenidas por orden de la jueza María Servini en una dependencia de la Policía Federal Argentina (PFA) desde hace unos diez días. El tercer detenido es un hombre que se presentó como “agente inorgánico de la embajada de Estados Unidos” para denunciar a los otros dos. 

El caso está a cargo de la jueza María Eugenia Capuchetti desde el viernes último, cuando la primera magistrada se desprendió de la investigación preliminar. Capuchetti ordenó nuevas medidas de prueba en los últimos días y espera los resultados de las pericias de los teléfonos de los tres detenidos que debe realizar la Policía Aeroportuaria Argentina (PSA). El contenido de los dispositivos será clave para decidir sobre la situación procesal de los tres imputados por el supuesto delito de terrorismo.

El plazo de la jueza para decidir si procesa, sobresee o continúa investigando (falta de mérito) a los imputados vence a principios de la semana próxima, informó una fuente judicial con conocimiento directo del expediente. Los tres son representados por un defensor oficial.

Página/12 adelantó las contradicciones del caso y publicó el sábado último que las detenciones y acusaciones de Bullrich serían un bluff y que no habría pruebas suficientes para haber detenido a los acusados.

El fiscal Franco Picardi dictaminó a favor de la libertad del peluquero, argumentando que no tiene antecedentes y ante la falta de pruebas en su contra. La jueza Servini le denegó el pedido y la defensa apeló. Esta semana, la Cámara Federal porteña recibirá un planteo de la defensa del peluquero para pedir nuevamente su excarcelación.

“Las tres personas están vinculadas y sabíamos que llegaban en distintos vuelos y que estaban a la espera de un paquete de Yemen”, dijo Bullrich a los medios. Sólo uno de los detenidos llegó desde el extranjero. Los otros dos viven en la ciudad y la provincia de Buenos Aires.

El paquete sigue sin aparecer y el número de envío que tienen las autoridades no es válido, según el expediente. Además, desde el 29 de diciembre, cuando la policía se presentó en la Aduana para registrar dicho envío, los resultados vienen siendo negativos. 

“Se obtuvo una información de inteligencia brindada por una conjunción de elementos tanto de Estados Unidos como de Israel y de un miembro de Gendarmería que ha sido formado en antiterrorismo de parte de sus pares de Colombia”, dijo Bullrich a los medios.

El inicio

La causa comenzó caratulada como “averiguación de delito” y los detenidos terminaron acusados de “integrar una asociación criminal trasnacional de existencia ininterrumpida en el tiempo que se dedica a la organización y perpetración de atentados terroristas” y que “registraría actividades en distintos países de la región, en particular Colombia, desde donde se habría organizado la perpetración de un ataque –presumiblemente, con explosivos– a un inmueble localizado en el ámbito de esta ciudad vinculado a la colectividad judía”.

El expediente se inició por una denuncia telefónica el 28 de diciembre por la tarde cuando un funcionario del área de Seguridad de la Embajada de Israel en Buenos Aires se comunicó con el Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA) de la Policía Federal, indicando que debía informar acerca de un posible delito. 

El funcionario de la embajada sostuvo que un gendarme argentino había llamado a la sede diplomática para afirmar que un ciudadano de origen sirio y pasaporte colombiano estaba por ingresar al país, al cual identificó con nombre, apellido, fecha y lugar de nacimiento, y remitió incluso copia de su pasaporte.

La denuncia llegó durante la celebración de los Juegos Macabeos Panamericanos que se realizaban en Buenos Aires y a cuya inauguración acudió el presidente Javier Milei. También, en medio de una escalada de violencia en la Franja de Gaza. El escenario encendió las alertas en la sede diplomática, blanco de un ataque terrorista en 1992, dos años antes del coche bomba que derribó el edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).

El gendarme, de apellido Romero, según explicó el funcionario de la embajada de Israel, dijo que este ciudadano ingresaría a la Argentina para “hacer una cagada”. El denunciante no hizo mención a ningún paquete ni encomienda. La embajada aportó el número de celular desde el cual había recibido la información. elDiarioAR se comunicó con el área de prensa de la embajada, desde donde respondieron: “La embajada de Israel comprende que las autoridades argentinas están abordando el caso. No tenemos mayores precisiones al respecto”.

La Federal dio intervención al juzgado de turno, a cargo de Servini, y por orden de la jueza ubicó al gendarme, pero su apellido no era Romero. Su identidad se reserva en esta nota. 

Mientras tanto chequearon la identidad del denunciado de nacionalidad siria: efectivamente existe y tenía nacionalidad siria, pasaporte venezolano y también colombiano, ya que vivió en ambos países. El hombre iba a llegar a la Argentina el 30 de diciembre por la mañana en un vuelo de Aerolíneas Argentinas y es instructor de tenis de mesa. 

El gendarme

El mismo 28 de diciembre por la noche, el gendarme declaró ante la DUIA, que dio con su verdadera identidad a través del número aportado por la embajada. Resultó ser agente de inteligencia de la Gendarmería, según declaró.

Aquí vino la primera contradicción: el gendarme asegura que la embajada lo llamó a él y no viceversa. El agente de inteligencia de Gendarmería declaró también que durante dicha llamada informó al personal de seguridad de la sede diplomática sobre información que tendría en su poder desde hacía dos semanas. 

Agregó que recibió dicha información de un policía de Colombia a quien se negó a identificar y que lo alertó sobre la supuesta llegada de tres personas desde Bogotá el 15 de diciembre último, pero que tras una investigación propia comprobó un cambio en la reserva del hotel y corroboró que llegarían el 30 de diciembre por la mañana. El gendarme tenía información sobre las reservas en el Gran Hotel España, donde se hospedarían, ubicado en Tacuarí 80, barrio de Monserrat, a pocos metros de la sede de la embajada de Israel.  

El gendarme aportó la identidad de dos de ellos y mencionó al ciudadano colombiano de nacionalidad siria. Misma identidad que la aportada por la embajada. Además, identificó a un segundo hombre de nombre árabe y dijo no recordar el nombre del tercero pero que su origen era libanés. Afirmó que los tres se encontraban supuestamente investigados en el marco de una causa iniciada en Colombia, de acuerdo con aquella fuente de una fuerza de seguridad de ese país que se negó a identificar. No aportó número de causa ni ningún dato sobre dicho expediente colombiano, al menos en su primera declaración. Es clave para la jueza Capuchetti determinar la existencia de esta supuesta causa en Colombia.

Desde Colombia le aseguraron, agregó el gendarme, que los tres sospechosos se dedicarían a “organizar actividades terroristas” desde el municipio de Popayán. Interpol informó a la Policía Federal que no hay información sobre antecedentes delictivos a nivel internacional de los supuestos sirios que ingresarían a Argentina. La Justicia solicitó que se reciba también información de Interpol Venezuela e Interpol Colombia. 

Entonces, el gendarme no mencionó ningún paquete sospechoso vinculado a los denunciados. Hasta ese momento, el mencionado paquete aún no existía en el expediente.

Primera llamada anónima

Aquel 28 de diciembre, tras la declaración del gendarme, otro alto funcionario de la embajada de Israel se presentó ante la DUIA y declaró ante la policía que además de la llamada del gendarme, la embajada recibió una llamada anónima. En dicha llamada por primera vez hablan de la supuesta conexión del ciudadano colombiano y nacionalidad siria con un supuesto “paquete” de 15 kilos presuntamente enviado por dicha persona al Gran Hotel España de Monserrat, y que, al no ser recibido, regresó a Aduana. No dice de dónde provendría el paquete ni su supuesto contenido.

El Rubio

El 29 de diciembre, después de la llamada anónima a la embajada, un argentino que dijo ser “agente encubierto de la embajada de los Estados Unidos” se presentó ante personal de la Policía Federal y se identificó como “El Rubio”. Su identidad, luego corroborada por la policía, se reserva. Dijo tener conocimiento sobre datos que podían ayudar en la investigación y volvió a señalar al mismo ciudadano colombiano de nacionalidad siria. Repitió los datos que ya había aportado el gendarme: que el hombre ingresaría el 30 al país con pasaporte colombiano.

El Rubio agregó otra información: que hay una “encomienda” de 35 kilos proveniente de Yemen por medio de una empresa privada de courier (da un nombre específico que se reserva). Dijo 35 en lugar de 15, como había sostenido el denunciante anónimo ante la embajada de Israel.

El supuesto agente inorgánico de la embajada de Estados Unidos también introdujo por primera vez en esta historia al peluquero: dijo que este hombre argentino es el destinatario del paquete proveniente de Yemen que llegaría a una peluquería de la calle Rivadavia, muy cercana al Gran Hotel España.

Luego, El Rubio se negó a declarar ante la Justicia a pedido de la policía y se retiró. Por la noche, una nueva llamada anónima, esta vez al 911, reiteró los mismos datos que aportó más temprano El Rubio. La Justicia ya determinó que no es agente de la embajada de Estados Unidos, de acuerdo al expediente.

Al día siguiente, El Rubio, el ciudadano colombiano de nacionalidad siria -el instructor de tenis de mesa- y el peluquero quedaron detenidos.

El profesor de tenis de mesa

El 30 de diciembre último, alrededor de las 7.30 de la mañana, el profesor de tenis de mesa llegó en un vuelo de Aerolíneas Argentinas a Aeropuerto Jorge Newbery. Pasó por Migraciones cerca de las 7.50. Al salir del aeropuerto, 15 minutos más tarde, fue interceptado por un grupo de la DUIA y quedó detenido por orden de la jueza Servini. 

El hombre se mostró perplejo. No se resistió y permitió que abrieran su pequeña valija y su bolso de mano, delante de los transeúntes. Le secuestraron un teléfono celular Motorola G20, sin contraseña ni mecanismo de bloqueo; documentos personales y una tarjeta SUBE; US$2.500, 1.200 euros y 407 pesos colombianos. Quedó incomunicado.

Dos días más tarde, cumplió años, 68, en una dependencia de la PFA, según la fecha de nacimiento que consta en su pasaporte colombiano. 

El 30 de diciembre se realizó el 25° Torneo de tenis de mesa de la Asociación Yabrudense, en Alberti 1541. La policía informó que la asociación se ubica contigua a la Mezquita Al Ahmad. Ambas entidades son gestionadas por el Centro Islámico de la República Argentina. Se trata de la entidad musulmana más representativa del país. Su presidente, Fabián Amín Ankah, entre otros representantes, fue recibido por la canciller Diana Mondino a principios de enero.

El visitante encarcelado nació en Damasco, en la década de 1950. De acuerdo con fuentes de la causa, declaró que llegó a los 23 años desde Siria a Venezuela y que luego se mudó a Colombia, donde vive actualmente.

El peluquero

El peluquero es ex empleado municipal en una localidad de la provincia de Buenos Aires y empleado público de una dependencia de la gobernación al menos hasta diciembre. No posee antecedentes penales y efectivamente trabajó hasta diciembre en una peluquería de la calle Rivadavía, en el barrio de Monserrat.

Esta es su versión, de acuerdo a su declaración ante la jueza Servini: el 1° de noviembre de 2023 -casi dos meses antes de quedar envuelto en este caso-, el peluquero realizó una denuncia ante el Poder Judicial de la provincia de Buenos Aires. Sostuvo que había conocido a una mujer por redes sociales, oriunda de Las Vegas y actualmente residente en Yemen. 

Tras entablar una amistad, la mujer le dijo que le enviaría un regalo y él le dio la dirección de la peluquería para recibir la encomienda. A finales de octubre y de madrugada, recibió mensajes y llamados de un hombre que le exigió 900 dólares para entregarle el paquete en cuestión, el cual estaría en la Aduana de Ezeiza. Como todo le pareció raro, bloqueó al hombre que intentaba sacarle dinero y a la mujer. Le dijo a su jefa en la peluquería que no recibiera nada a su nombre y realizó la denuncia. Aportó los chats que prueban su historia y un documento: el ticket de remisión de la supuesta encomienda que le habían enviado.

El ticket sería apócrifo, presenta inconsistencias y además no se encuentra registrado en la empresa que iba a realizar el envío internacional, según estableció la Justicia en los últimos días. Todo indica que se trató de un intento de estafa al peluquero desde el principio, cuando comenzó a hablar con la supuesta mujer de Las Vegas residente en el lejano Yemen. Una estafa virtual.

¿Cómo terminó conectado el peluquero con el profesor de tenis de mesa? Por un cliente de la peluquería que se enteró de que iba a recibir un paquete de Yemen: El Rubio. Así lo declaró este último ante la jueza Servini. Dijo que la situación le llamó la atención y que la relacionó con datos que habría obtenido, por otro lado, con respecto a la llegada del profesor de tenis de mesa, de nacionalidad siria.

Comunicado

El 2 de enero último, el Ministerio de Seguridad de la Nación informó en un comunicado: “Neutralizamos la llegada de una posible célula terrorista al país”. “Los detenidos son sospechosos de planificar una acción terrorista en territorio argentino”, sostenía el comunicado. 

“La pesquisa se intensificó -dice el parte oficial- tras detectarse indicios del posible ingreso al país de tres ciudadanos de origen sirio y libanés que se habrían reunido en la ciudad de Buenos Aires con tal propósito”. Además, “se realizó un seguimiento de un envío internacional de una encomienda de 35 kilos originada en la República de Yemen”, agregó el Ministerio. La versión de El Rubio.

“Es importante destacar la detención de otros dos individuos vinculados al envío de la mencionada encomienda”, dice el comunicado.

“Estuvimos trabajando y mandamos todo el equipo porque teníamos la entrada de tres personas por distintos aeropuertos”, agregó Bullrich y dijo que la Dirección de Inteligencia Criminal (Dinincri) del ministerio de Seguridad estuvo trabajando sobre los perfiles de los denunciados. “Había un dato que nos preocupaba: que el hotel estaba cerca de la embajada de Israel”.

Nota: este artículo se actualizó el 10 de enero a las 10:04 para agregar la respuesta de la embajada de Israel a la consulta de elDiarioAR y corregir “pericias” por “peritaje”. Se corrigió el 11 de enero a las 17:31 un dato sobre el peluquero: donde decía “ex empleado de la gobernación de Buenos Aires” debía decir “empleado de la gobernación de Buenos Aires, al menos hasta diciembre”. El profesor de tenis de mesa tenía 67 años cuando llegó a la Argentina y cumplió 68 detenido; y tenía 23 años cuando dejó Siria para instalarse en Venezuela.

ED/MG

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