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Senado

El Gobierno logró dictamen para la boleta única pero la aprobación en el Senado todavía sigue lejos

El senador camporista Martín Doñate despliega un modelo de boleta única de gran tamaño que es como, a su criterio, quedaría en la Provincia de Buenos Aires, por la enorme oferta electoral del distrito.

Juan José Domínguez

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Si el Senado convierte en ley la boleta única, se producirá un hecho histórico: por primera vez la Argentina cambiaría su forma de votar, dejando atrás las boletas partidarias —que se ubican de a fajos en el cuarto oscuro— para pasar a elegir presidente y demás cargos nacionales usando una sola boleta por elector, donde figura toda la oferta electoral y donde se marca la decisión por cada categoría con un lápiz o lapicera.

Este sistema ya funciona en provincias como Santa Fe y Córdoba, y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero en el ámbito nacional sigue rigiendo la boleta partidaria.

Este cambio histórico puede ocurrir pronto, pero para que eso pase el gobierno de Javier Milei, que promueve la boleta única, debe conseguir al menos 37 de los 72 votos posibles en el Senado. Es decir, la mitad más uno de los integrantes del cuerpo. Esos votos hoy por hoy no están.

La boleta única obtuvo la media sanción de la Cámara de Diputados el 8 de junio de 2022 por obra y gracia de la oposición más numerosa al gobierno de Alberto Fernández, Juntos por el Cambio, y otros espacios provinciales. El tablero terminó 132 votos afirmativos contra 104 negativos (todos, del Frente de Todos), 4 abstenciones y 17 ausentes.

Dos años después, en el Senado el ex Frente de Todos, ahora Unión por la Patria, junta entre sus dos bloques 33 de los 72 senadores. Como se trata de una ley electoral, la iniciativa debe reunir sí o sí al menos 37 votos afirmativos el día de la sesión. La tarea no es sencilla: la suma de todos los bloques no kirchneristas es 39. Es decir que no solamente deben reunir un consenso amplísimo para cumplir el cometido sino tratar de que ninguno de ellos se resfríe o pierda el vuelo para llegar al recinto o prefiera el dictamen de minoría, que propone cambios y que, de ser aprobado, significa que el expediente debería volver a Diputados.

Este miércoles, el asunto quedó habilitado para ser discutido —y eventualmente convertido en ley— en el recinto del Senado. Fue después de que en la comisión de Asuntos Constitucionales y Justicia de la Cámara alta se firmaran los dictámenes de comisiones. Fueron dos: el dictamen de mayoría, que confirma sin modificaciones el texto que aprobó Diputados, y el de minoría, que es Unión por la Patria junto a la rionegrina Mónica Silva, que responde al gobernador Alberto Weretilneck.

Esto significa que el dictamen de minoría podría reunir 34 votos en sesión. Los restantes votos posibles son 38. Ese número consiguió hace unas semanas la vicepresidenta, Victoria Villarruel, para lograr desplazar al peronismo del reparto de puestos en la conducción de la cámara y de presidencias de las comisiones. Pero fue una mayoría circunstancial, con ese fin. Ahora hay que ver si ese acuerdo para distribución cargos tiene impacto a favor de la boleta única o si se quedan cortos.

Argumentos a favor y en contra de la boleta única

La UCR, el PRO y el oficialismo, entre otros espacios, sostienen que la boleta única tiene una serie de ventajas respecto de la herramienta actual: resaltan que es una sola boleta por cada votante y que la impresión la realiza el Estado, sin la participación de los partidos políticos, que en muchos casos suelen financiar las campañas con el dinero de las boletas que reciben del Estado; que los fiscales no deben ir a chequear los posibles faltantes de boletas porque con la boleta única en el cuarto oscuro no hay nada; que los cuartos oscuros pueden ser más chicos o directamente boxes de votación, y no necesariamente usar un aula entera para un solo elector por vez, lo que podría agilizar el proceso electoral; que es más económica y que es ecológicamente sostenible.

“Estoy convencido que tenemos que avanzar en este proyecto de ley de Boleta Única Papel porque la tienen el 80% de las democracias del mundo, sólo 16 países no la tienen, es muy accesible al ciudadano y es menos costosa, universal, genera equidad para los partidos”, argumentó el senador radical Maximiliano Abad. “No creo que esto sea para distraer frente a la situación del país porque lo único que tenemos para debatir acá (en el Senado) es esto. Toda ley es perfectible, yo plantee modificaciones también, pero me gustaría que se hagan una vez sancionada”, dijo el representante de la Provincia de Buenos Aires, confirmando que el radicalismo apoyará la media sanción de Diputados sin cambiarla ni una coma.

Los detractores de la bolta única, en cambio, señalan que como consecuencia de la enorme oferta electoral los electores podrían tener que marcar su decisión en boletas del tamaño de afiches de la calle; y que la boleta única tampoco resuelve el problema de la lista sábana, que es cerrada y bloqueada, porque uno vota una lista completa y no puede elegir candidatos de una u otra lista. Además, que en la boleta única no figura la oferta completa de candidaturas.

“Soy un defensor de la Boleta Única Papel pero coincido con los dichos de los senadores de mi bloque en el sentido de que no podemos entregar una ley mal redactada, con problemas. Eso no significa aprobar de forma apurada este proyecto de ley mal redactado y con problemas”, dijo el salteño Sergio Leavy, de Unión por la Patria, y se preguntó: “¿Cómo hacemos para meter una sábana adentro del sobre? Es muy complicado”.

JJD

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