Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Costo de vida

Con una fuerte suba de los alquileres, la inflación de junio fue del 1,6% y acumula 15,1% en lo que va de 2025

En junio, el alquiler de la vivienda aumentó hasta 8,7% en algunas regiones del país.

Juan José Domínguez

14 de julio de 2025 16:54 h

0

La inflación mensual se deselera pero no todo lo deseado, porque sigue habiendo incrementos persistentes en sectores clave. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) nacional subió 1,6% en junio de 2025, informó el Indec. El dato representa un leve aumento respecto de mayo (ese mes fue del 1,5%) y se inscribe dentro de una variación acumulada del 15,1% en lo que va del año y una inflación interanual del 39,4%, es decir en comparación con el mismo mes del año pasado.

La división con mayor aumento mensual fue Educación (3,7%), empujada por las subas en las cuotas de servicios educativos. Le siguió Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (3,4%), que tuvo su incremento motorizado por alzas en alquileres y expensas, derivadas del impacto de la bonificación salarial a encargados de edificios. Esta última fue la de mayor incidencia en las regiones GBA, Pampeana, Noreste y Patagonia.

En el Cuadro 21 del informe, que detalla las “Variaciones de junio con respecto al mes anterior, según principales aperturas regionales”, se indica que el ítem “Alquiler de la vivienda y gastos conexos” subió 8,7% en la región Patagonia, lo que representa el mayor aumento regional dentro de esa categoría. Le siguen el Noroeste con 8,5%, el Noreste con 8,2%, Cuyo con 5,8%, Pampeana con 6,8% y GBA con 7,3%.

Por lo tanto, el alquiler de la vivienda aumentó hasta 8,7% en junio de 2025, con variaciones importantes en todo el país.

La suba descontrolada de los precios en los alquileres expone el fracaso de la desregulación impulsada por el propio Javier Milei, por lo menos si se la mira desde el lado de los inquilinos. Apenas asumió en su cargo, el Presidente derogó la Ley de Alquileres a través del DNU 70/2023. Lejos de generar un mercado más competitivo o con más oferta, la eliminación de topes y plazos mínimos habilitó una espiral de aumentos que se mantienen por encima de la inflación mensual. El peso de la negociación quedó enteramente del lado de los propietarios: en junio el precio del alquiler creció hasta cinco veces más que la inflación general.

Pese a que el Presidente prometió que la “libertad de contratos” traería alivio a inquilinos y transparencia al mercado, la evidencia estadística muestra lo contrario. El alza en los alquileres acrecienta la vulnerabilidad habitacional, sobre todo en sectores medios y bajos. La política antiintervencionista del Gobierno, en este punto, terminó profundizando el problema que decía venir a resolver.

Más aumentos

En contraposición, las menores subas se observaron en Prendas de vestir y calzado (0,5%) y Alimentos y bebidas no alcohólicas (0,6%), este último un rubro clave para medir el impacto de la inflación sobre los sectores populares. La variación mensual de los bienes fue de solo 0,8%, pero la de los servicios trepó al 3,2%, lo que muestra una mayor presión sobre el bolsillo en las prestaciones más difíciles de sustituir.

Esa disparidad entre bienes y servicios no solo impacta de manera diferenciada en el consumo cotidiano, sino que también reaviva las sospechas sobre la representatividad del índice oficial. La divergencia entre la inflación medida por el Indec y la que publica la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires viene ampliándose notablemente. Sin ir más lejos, en junio la inflación en CABA fue del 2,1%, 0,5 puntos porcentuales más que el IPC del Indec para el mismo mes. La brecha entre ambas mediciones, que históricamente era del 0,2%, trepaba al 55% en los últimos registros comparables.

Según explicó el economista Juan Graña, investigador del Conicet, esta diferencia tiene una raíz metodológica. La canasta del IPC CABA, actualizada en 2022, da más peso a servicios como vivienda, comunicación y educación, mientras que el Indec mantiene una estructura aún anclada en ponderaciones que priorizan los bienes.

En un escenario como el actual, donde los precios de los servicios crecen más rápidamente que los de los bienes, la inflación real podría estar siendo subestimada por el índice nacional. La demora del Indec en actualizar su metodología deja al descubierto un problema central: cuando los datos no reflejan con precisión la dinámica económica, el impacto sobre el poder adquisitivo tiende a desdibujarse en las estadísticas oficiales.

A pesar del acumulado del 15,1% en lo que va de 2025, la Argentina sigue registrando una de las inflaciones más altas del mundo. Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, la inflación global promedio en 2024 se ubica cerca del 5,8%, mientras que entre los países del G20 algunas economías desarrolladas se mantienen por debajo del 4% anual. Brasil se ubica en un 5,3% anual y Reino Unido tiene proyectado un 2,7% para 2025.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) mostró que Venezuela cerró 2024 con una inflación interanual promedio de 180% y proyectó para 2025 una inflación en Zimbabue de 92,2%. Para la Argentina, la proyección es del 36%.

La inflación de junio, por regiones

De acuerdo con el último informe del Indec, las diferencias entre regiones también resultaron significativas. La Patagonia (1,8%) y GBA (2%) fueron las áreas con mayor aumento mensual, mientras que Cuyo (1%) y el Noroeste (1,1%) mostraron las menores subas. En Cuyo, Recreación y cultura (2,5%) encabezó la variación, mientras que en el Noroeste fueron las prendas de vestir las que más incidieron.

En términos interanuales, la Patagonia exhibe una inflación del 43,5%, seguida por GBA con 40,6%. Este fenómeno se explica en parte por la fuerte suba del componente de servicios, que en esa región llegó al 82,2% interanual, impulsado por los alquileres (226,7%) y los gastos de prepagas (66,8%).

A nivel nacional, los precios regulados lideraron las subas con un 2,2% mensual, seguidos del IPC núcleo (1,7%). En cambio, los precios estacionales bajaron 0,2%, lo que ayudó a contener el nivel general. Entre los regulados, se destacan subas en educación formal, salud, electricidad, gas, agua, transporte público y cigarrillos.

En el rubro alimentos, los aumentos fueron moderados. Dentro del GBA, el pan francés (suba de 1,8%), la carne picada (1,9%) y la leche (2,0%) aumentaron por debajo del promedio general. En contraste, productos como el tomate redondo (-21,2%) y el limón (-18,6%) mostraron caídas pronunciadas. Los bienes de consumo básico mostraron señales de estabilidad, pero los servicios continúan encareciéndose.

En el acumulado interanual, Educación lideró con un 74,4%, seguida por Vivienda (69,2%) y Restaurantes y hoteles (60,2%). El componente de alquileres de vivienda se disparó un 174,5% en el GBA, con un pico de 226,7% en la Patagonia. Entre los alimentos, las carnes aumentaron un 53,4% interanual en GBA, y los aceites superaron el 40%.

A pesar de ser una de las menores variaciones mensuales del año, el dato de junio sugiere que el proceso desinflacionario que impulsa el Gobierno enfrenta obstáculos estructurales. La persistencia de aumentos en servicios regulados, salud y educación tensiona la política económica, en momentos donde el Gobierno busca sostener su programa de estabilización sin perder apoyo social, lo que resulta complicado si se mira la actividad económica, que sigue sin despegar, en este segundo año de mandato de Milei, mientras cierran empresas y crece la desocupación.

JJD

Etiquetas
stats