Informe

Crece la ocupación de camas UTI y hay ocho provincias cerca del colapso sanitario

En el primer día luego de la salida del confinamiento, Argentina llegó a un nuevo pico de internados en terapia intensiva: este lunes se registraron 7.325 camas UTI ocupadas en todo el país. Es el número más alto en lo que va de la pandemia y llega después de 18 días ininterrumpidos de récords en las internaciones.

En esta misma línea, la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) presentó ayer un nuevo informe sobre la ocupación de camas de terapia intensiva a nivel nacional. Del análisis de 177 UTIs, compuestas por un total de 3761 camas, observaron que la tasa de ocupación subió a 92%.

En el 58% de las jurisdicciones, la ocupación de camas fue mayor al 90%. Incluye a la Provincia de Buenos Aires, CABA, La Pampa, Salta y San Luis. Superan el 95% de ocupación de camas UTI, y se acercarían al colapso del sistema sanitario, Chubut, Córdoba, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán.

En el AMBA se registró, en promedio, una ocupación del 94% de las camas de terapia intensiva. Además, el 63% de las instituciones no cuenta con camas disponibles y el 82% de los pacientes requirieron del uso de ventilación mecánica.

Por otro lado, el informe concluye que se observaron pacientes jóvenes y graves, que 2 de cada 10 presentó falla multiorgánica y que la edad promedio de los internados con Covid-19 positivo fue de 53 años.

“El rango etario bajó de la primera ola a la segunda ola más o menos en un promedio de una década menos. Si el año pasado nuestro promedio era de 60 años, ahora probablemente estemos más cerca de entre los 40 y los 50”, dice Luciana Previgliano, médica intensivista en el Hospital General de Agudos Dr. Juan A. Fernández, en diálogo con elDiarioAR.

Previgliano considera que esta tendencia a la baja en el promedio de edad de los afectados se da por varias razones, entre ellas el ritmo del plan de vacunación. 

Los pacientes más longevos están prácticamente vacunados en su totalidad, entonces requieren menos internación en terapia intensiva. Son grupos que siempre acataron y respondieron bien a las directivas y a los cuidados que se le solicita a la población: al ser población de riesgo, entendían que podían estar expuestos a una situación mucho peor. Por otro lado, las poblaciones más jóvenes son las que salen más frecuentemente, que tienen mayor actividad, tanto en el trabajo como en las reuniones sociales. Eso también puede llegar a inferir”, explica.

Además, cuenta que, como en otras instituciones, desde comienzos de la pandemia el hospital “se ha adaptado a ser receptor de pacientes solamente Covid-19” y que se multiplicó “el despliegue de camas de cuidados críticos y de internación”.

“Actualmente tenemos cinco unidades de cuidados críticos, en tres se atienden pacientes solo Covid-19 y dos están para pacientes negativos. El área de emergentología ya no es más una guardia externa sino que es una unidad de cuidados críticos manejada por emergentólogos. El resto de las unidades críticas las manejan los intensivistas”.

MC