Juicio por la muerte del exfutbolista

Dalma Maradona no le cree a la psiquiatra Cosachov y cuestiona a Luque: “Yo era la piedra en el zapato en el tratamiento”

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Dalma Maradona entró en la sala de audiencias por una puerta lateral y se sentó en un punto ciego, a la derecha del Tribunal. Fernando Burlando, su abogado, alcanzó a mandarle un mensaje en el que le avisaba que Agustina Cosachov pidió, de repente, declarar ante los jueces. La psiquiatra está imputada por la muerte del exfutbolista, al igual que otras seis personas -todas relacionadas con la práctica médica- en este proceso. Ella, para los Fiscales y la querella, es una de las integrantes del cuerpo médico que decidía sobre la salud de Diego: su situación es complicada. Mientras Cosachov salía llorando del Juzgado, Dalma concedió a los medios acreditados en sala -entre ella elDiarioAR- una breve entrevista. Dijo, entre otras cosas, que a la psiquiatra no le creyó y que el neurocirujano “Luque siempre fue un Figuretti”.

“Lo que declaró Cosachov, en principio, dista un montón de lo que sucedió en la realidad. No le creí, simplemente por el hecho de que al terminar su declaración le preguntaron de qué había fallecido mi papá y dijo que no sabe qué pasó ¡La psiquiatra...!”, respondió Dalma. Cosachov es la primera imputada en hablar al Tribunal desde que arrancó el debate. Sólo aceptó preguntas de los jueces y de la fiscalía. Dijo que a ella, como a los hijos del exfutbolista, la prepaga les prometió un tipo de internación que no se cumplió. De acuerdo a su testimonio, Swiss Medical no garantizó el personal que había prometido.

¿Cosachov se desliga y responsabilizada a la empresa de salud privada? ¿Qué opinó Dalma sobre ese tramo de la declaración? “Un poco sí. Pero por otro lado, ella también asume que era parte del equipo médico. Además dice que no eran solamente ellos tres (N. de la R.: por el neurocirujano Leopoldo Luque y el psicólogo Carlos Díaz), que es algo que quisieron instalar los testigos anteriores. Era lo que yo tenía entendido, ¿no? Que Swiss Medical podía aportar, pero los responsables ahí adentro eran ellos tres”, respondió Dalma.

Entre el 11 y el 25 de noviembre -lapso que se debate en este juicio-, Cosachov dijo que fue a la casa de Tigre cuatro veces: el 12, el 15, el 18, y el 25, día de la muerte. Según varios testigos que ya declararon, el 18 fue un día movido: Maradona estaba de muy mal humor y no quería que lo revisaran. Incluso Luque entró en la habitación e intentó convencerlo, pero Diego amagó con pegarle una piña. Jana y Gianinna, que estaban en la casa, tampoco lo lograron. El médico clínico Pedro Di Spagna -otro imputado- esperó unas horas hasta que desistió: imposible ir en contra de la voluntad del paciente. Jana declaró que ese día vio a su padre hinchado. Cosachov también. ¿Si al menos dos personas lo advirtieron, quién debía atender ese síntoma, que ya era evidente? “Cosachov no pudo explicar qué pasaba, quién lo atendía, quién era el responsable entre el 18 y 25 de noviembre”, observará Dalma.

Leopoldo Luque, neurocirujano, visitó cuatro veces la casa de Tigre: el 17, 18, 20 y 22 de noviembre. Ante los jueces, Cosachov relegó a Luque. Lo ubicó en el lugar de “médico de confianza” más que “de cabecera” o “tratante”, como se refierieron a él casi todos los testigos en estas 16 audiencias. Para Dalma “no hay manera de despegar a Luque de esto”. En el descanso de la escalera del juzgado de San Isidro, la mayor de las hijas de Maradona, agrega: “Fue raro cuando le preguntaron cuál era técnicamente el rol de Luque y dijo 'no, bueno, un médico confianza'. No, no, no. Rol específico: médico clínico, neurocirujano... ¿Qué era? Decir ”un médico de confianza“ o ”su médico de siempre“, ¿qué es eso? A mí me consta que no era su médico de siempre. Ni siquiera sé cuánto hacía que lo conocía”.

Dalma volverá a aquel 3 de noviembre de 2020 cuando a su padre lo operaron por el hematoma subdural. Luque había llegado en moto a la Clinica de Olivos. Cuando terminó la intervención salió él a dar la conferencia de prensa: habló en plural, se dio por sentado que él había operado a Maradona. Después se tomó un foto con Diego que llegó a la tapa de los diarios. El juicio revela cuestiones incómodas, como pactos que se hacen en un grupo de WhatsApp y se deshacen en simultáneo en otro chat. Hay, en medio, sobredosis de devoción y cholulismo.

Sigue Dalma sobre Luque: “Yo armé un quilombo tremendo. Habíamos acordado no exponer a mi papá. Luque, perfecto, lookeado. Y mi papá con un camisolín, con la gasa en la cabeza, recién operado. Se sacan una foto, esa foto termina en la tapa de los diarios. Y le dije de todo. Obviamente me pidió perdón por eso pero en otro chat escribía 'esta hija de puta qué se mete' o 'Dalma está de culo, está pendeja de mierda'. Yo era la piedra en el zapato en el tratamiento. Preguntaba todo, lo que me pudieran explicar yo lo quería saber. Porque la verdad es que yo sentía que Luque era un Figueretti”.

Dalma declaró como testigo a mediados de abril, cuando el juicio llevaba un mes. La interrogaron sobre el médico clínico, un reclamo que las hijas hacían a los médicos de cabecera y que, según Cosachov, había que insistirle a Swiss Medical para que lo enviara. “Cuando declaré me preguntaba por qué no había llevado yo un clínico. Si yo no podía entrar a ver a mi papá, ¿cómo hacía para llevar a un médico clínico?”.

VDM/MC