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Avanza el juicio por la muerte del Diez

Declaró Cosachov: “No sé por qué murió Maradona y me apena”

Agustina Cosachov, psiquiatra e imputada por homicidio simple por dolo eventual.

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“Siempre actué con total convencimiento de que lo que hacía era lo mejor para el paciente”: así arrancó la declaración de Agustina Cosachov, la psiquiatra que, junto a otras seis personas, está imputada por homicidio simple con dolo eventual en el juicio que se sigue por la muerte de Diego Maradona. Es la primera acusada en hablar a los jueces del TOC3 de San Isidro. Colocó a Leopoldo Luque en lugar de “médico de confianza” y apuntó contra Pedro Di Spagna, el médico clínico asignado por Swiss Medical, como quien debía controlar al paciente y no lo hizo. Para la psiquiatra, ni la prepaga ni Medidom –el servicio de medicina domiciliaria– cumplieron con el personal y los elementos que habían garantizado para la internación en su casa.

“Con la internación domiciliaria se intentó que no consuma alcohol y que tomara la medicación psiquiátrica de forma ordenada. Era una primera fase”, dijo.

Antes de responder preguntas, Cosachov trazó al Tribunal una línea de tiempo que arrancó el 2 de noviembre de 2020, día en que Maradona acepta internarse en Ipensa para un chequeo general. Es en esa revisión en la que encuentran un hematoma subdural. “Pero de la operación por el hematoma me enteré por los medios”, agregó. Algo extraño teniendo en cuenta que la psiquiatra asistía al ex furbolista desde junio, hacía cinco meses, y que era, junto a Luque, los médicos tratantes. Para el 7 de noviembre, cinco días después de la cirugía, Diego evolucionaba y entre el psicólogo Carlos Díaz, Luque, familia y allegados al exfutbolista pensaban, según relató Cosachov, estrategias para el alta.

Un dispositivo intermedio, porque era un cuadro agudo. Una internación domiciliaria en el que había dos condiciones: consumo cero alcohol y que el paciente tomase la medicación de manera ordenada”, siguió Cosachov. Según su testimonio, el 4 de noviembre intercambió mensajes por WhatsApp con el auditor de Swis Medical y le envió un documento en el que ordenaba la internación domiciliaria. “Había requisitos indispensables: médico clínico, neurólogo, enfermeros –en lo posible varones– especializados en consumo de sustancias, ambulancia y disponibilidad para estudios. Eso se pidió como fundamental. El auditor me contestó 'perfecto, ya lo paso para armar'. Queríamos ganar tiempo aunque hubiera que estirar el alta”, amplió Cosachov.

Para su declaración se apoyó en capturas de chats y audios que iba pasando por la pantalla con asistencia de su abogado, Vadim Mischanchuk. En un grupo de WhatsApp integrado por los hijos de Maradona y las hermanas, Cosachov explica parte del tramiterío, avisa que la locación sería en Tigre y que había un alta estimativa. Y consulta si están de acuerdo con la internación domiciliaria. “Por mí, genial”, respondió Jana Maradona. Una de las hermana, “perfecto”. Para el 8 de noviembre, la psiquiatra se contactó con Nancy Forlini, coordinadora de Swiss Medical, otra de las imputadas. Le envía una nota formal en la que reitera la necesidad de armar un grupo interdisciplinario.

Por eso la psiquiatra puso en duda que el acta de externación que firmó en la Clínica de Olivos y que consta en el expediente sea la que, según ella, firmó. Sugirió que estaba alterada o había sido truchada. Son dos hojas y su firma (con la de Luque, dos hijas de Maradona y el director de la Clínica de Olivos) están en la carilla de la segunda hoja. En ese documento, la Clínica de Olivos deja constancia de que Maradona se externa habiendo sido advertido de que lo mejor era que continuara el tratamiento en un centro de rehabilitación, pero que la familia se opone a esa opción. Y sigue: “Los médicos tratantes (N. de la R.: por Luque y Cosachov) prescriben seguimiento y atención domiciliaria del paciente y solicita a Swiss Medical acompañamientos con cuidados domiciliarios consistentes en: asistencia diaria de enfermería y acompañantes terapéuticos”. Y nada más. Cosachov no pudo explicar qué había en la hoja que leyó ese 11 de noviembre, día de la externación. Como si hubiera firmado a ciegas.

La psiquiatra le asignó a Pedro Di Spagna, médico clínico e imputado en la causa, la responsabilidad de revisar a Maradona, aunque Luque ocupara el rol de médico de cabecera. Consta en la causa que Luque sólo ingresó cuatro veces en catorce días al barrio cerrado de Tigre. Di Spagna, dos; y solo pudo revisar al exfutbolista una vez porque la segunda el paciente no quiso. Según el relato de Cosachov, ella tuvo que insistir a la prepaga por ese clínico porque no lo mandaban. La Fiscalía le preguntó quién dio la orden de que el clínico lo viera una vez por semana. Cosachov dijo que ella no dio la orden.

“Hubo reuniones formales y informales entre Luque, Díaz y yo, con las hijas. Al menos los días 4, 9, 10 y 11. Estaba clarísimo que íbamos con la internación domiciliaria. Es cierto que Swiss Medical plantea que el paciente continue en un centro. Era una buena posibilidad, pero el paciente esa alternativa no la quería. También charlamos si era posible una internación compulsiva. La familia había tenido malas experiencias así que se descartó. También es cierto que el paciente no representaba un riesgo para sí ni para terceros, con la internación contra su voluntad no era posible”: Cosachov habló de un tirón, casi sin respirar.

Para el 14 de noviembre, día que cae en el lapso que se investiga en este juicio, Cosachov dijo que “empiezo a notar cierta irregularidad dentro de lo que habíamos hablado con Nancy Forlini, la coordinadora de Swiss Medical. Y le manifiesto a Luque mi descontento”. Otro chat: Cosachov le comenta a Luque que cree que Swiss Medical sólo autorizará a acompañantes y enfermeros. “La verdad es que habían dicho que iba a ser una internación domiciliaria seria, pero ya hablaban de 'cuidados personales'. Le dije a Luque que no me gustaba cómo se estaban manejando. Todo era un palo en la rueda”.

“¿Pero usted qué había pedido?”, la interrogó el fiscal Patricio Ferrari. “La internación domiciliaria”, respondió Cosachov. “Pero en las audiencias se habla de cuidados”, insistió el fiscal. Cosachov: “Me queda a pensar que 'cuidados' fue la utilización de un término con la que la prepaga se desresponsabilizó, tanto de la familia como de nosotros”. El presidente del Tribunal, Maximiliano Savarino, le preguntó si sabía por qué había muerto Maradona. A punto de quebrarse, Cosachov dijo: “No sé por qué murió Maradona y me apena”.

VDM/MG

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