Detienen al rapero español Pablo Hasel condenado por tuits contra la monarquía y las fuerzas de seguridad

elDiario.es

Barcelona —

0

Decenas de agentes de la policía catalana entraron en la mañana de este martes en el rectorado de la Universidad de Lleida para detener al rapero Pablo Rivadulla, artísticamente conocido como Pablo Hasel. El cantante permanecía encerrado desde este lunes allí para evitar su ingreso en prisión, que finalmente se produjo pasadas las 9. La detención y el traslado del cantante desde la universidad a la cárcel leridana de Ponent se produjeron sin incidentes.

La policía catalana ejecutó así la orden de detención de la Audiencia Nacional para que Hasel cumpla la condena de 9 meses de cárcel que le impuso el Tribunal Supremo por sus tuits críticos con la corona, las fuerzas de seguridad y en los que acusó sin pruebas “al Estado” de “negar la asistencia médica” a una exmilitante del Grapo (la organización terrorista Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre) que murió en la cárcel.

La entrada en prisión de Hasel se produce por orden de la sección 1a de la Audiencia Nacional, que preside la magistrada conservadora Concepción Espejel. Los jueces concluyeron que no había motivos para suspender el ingreso en prisión de Hasel porque, a su juicio, el cantante no ha mostrado “intención de reparar, al menos moralmente, el daño causado, sino que, al contrario, persiste en su actitud antisocial”.

Antes de entrar en el vehículo de la policía, el rapero se dirigió a sus partidarios y a los medios de comunicación que captaban el momento y gritó: “Muerte al Estado fascista”.

Hasel se encerró este lunes en el edificio del rectorado de la Universidad de Lleida “para ponérselo a la Policía lo más difícil posible” ante su inminente detención y con el objetivo, según declaró a Efe, de visibilizar lo que considera como un “gravísimo ataque” contra las libertades.

Este lunes por la noche, Hasel decía que había “muchas posibilidades” de que lo detuviesen durante la madrugada. “Si esto es lo último que escribo antes de ser encarcelado, ya lo he dicho todo durante años. Pero si tengo que decir algo hago una llamada a enfrentarse al miedo y desobedecer ante tantas imposiciones injustas de una tiranía cada vez peor camuflada. O lo hacemos o van a seguir avanzando como lo siguen haciendo sin que se les pare”, escribió en Twitter.

La condena a Hasel por sus tuits y canciones que según los jueces enaltecían el terrorismo de ETA y los Grapo e injuriaban a la corona y a las fuerzas de seguridad volvió a reabrir el debate sobre la libertad de expresión en España y el excesivo castigo de los denominados delitos de opinión. Entre los tuits por los que Hasel fue condenado, hay opiniones contrarias a la monarquía –“por culpa de Arabia Saudí los niños en Yemen sufren así. Cosas de los amigos demócratas de los mafiosos Borbones”– y también relativos a exmiembros de los Grapo: “2 años desde que Isabel Aparicio fue exterminada por comunista, negándole el estado la asistencia médica en prisión”.

Centenares de cantantes, actores, periodistas e intelectuales suscribieron sendos manifiestos en contra del encarcelamiento del cantante, posición a la que se sumaron organizaciones internacionales de Derechos Humanos como Amnistía Internacional. A raíz de la solidaridad recibida y del encarcelamiento de Hasel el Gobierno anunció una reforma del Código Penal para que los delitos de opinión, como el enaltecimiento del terrorismo, las injurias a la corona y a las fuerzas de seguridad a los que fue condenado Hasel, así como el delito de ultraje a la bandera, no comporten penas de prisión.

Alberto Garzón cree que denota “un síntoma de déficits democráticos graves”

Podemos aseguró este martes que “todos aquellos que presumen de” la “plena normalidad democrática y se consideran progresistas deberían sentir vergüenza” con la detención del rapero. “No hay progreso si nos negamos a reconocer los déficits democráticos actuales”, han añadido.

En la misma línea se posicionó el ministro de Consumo, Alberto Garzón, que criticó que la detención denota un “síntoma de déficits democráticos graves”. “Y quienes lo niegan hacen flaco favor a lo que sí funciona bien de la democracia española, que es mucho también”, añadió.