Día del Vino Argentino: ¿por qué se celebra el 24 de noviembre?
Cada 24 de noviembre el país homenajea al vino argentino, declarado bebida nacional en 2010 por decreto presidencial y ratificado en 2013 por la Ley N.º 26.870, la fecha impulsa actividades culturales, económicas y educativas vinculadas a la vitivinicultura, una de las industrias clave del país.
El Día del Vino Argentino se celebra cada 24 de noviembre en conmemoración de la firma del decreto presidencial de 2010 que reconoció al vino como la bebida nacional. Tres años más tarde, el Congreso de la Nación ratificó esa declaración mediante la aprobación unánime de la Ley N.º 26.870.
Desde su instauración, la fecha da inicio a un calendario de actividades que se extiende del 22 de noviembre hasta principios de diciembre, con eventos locales y regionales que resaltan el valor cultural y económico de la vitivinicultura.
Un símbolo cultural con identidad propia
La ley que oficializó al vino argentino estableció como objetivos difundir su valor cultural, promover el isologo del vino nacional en eventos oficiales, impulsar las economías regionales, asegurar su presencia en actividades diplomáticas y promover la definición de regiones y subregiones vitivinícolas en cada provincia.
La elección del vino como bebida nacional responde a su fuerte arraigo en la vida cotidiana y a su papel en la identidad gastronómica argentina. El país fue el primero en el mundo en otorgarle este reconocimiento y hoy se ubica entre los diez principales actores de la industria vitivinícola global.
Con más de 230 mil hectáreas cultivadas, Argentina ocupa el quinto puesto mundial en producción de vinos. El consumo anual ronda los 22 litros por habitante, una presencia que atraviesa todo el territorio, de Ushuaia a La Quiaca.
Cómo se clasifican los vinos
Los vinos se dividen principalmente según la cepa de la uva. Entre los tintos más difundidos se encuentran Malbec, Bonarda, Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah. En los blancos sobresalen Chenin Blanc, Torrontés Riojano, Chardonnay, Semillón, Sauvignon Blanc, Riesling, Moscato Blanco y Pedro Giménez, entre otras variedades.
La clasificación también considera el lugar de origen y el año de cosecha.
El Malbec, la cepa insignia
El Malbec es la variedad preferida por los consumidores argentinos y la más reconocida en el exterior. Llegó desde Francia a mediados del siglo XIX gracias a Domingo Faustino Sarmiento y al agrónomo Michel Aimé Pouget, y encontró en los climas y suelos locales un desarrollo excepcional que lo convirtió en un emblema de la vitivinicultura nacional.
Entre las bodegas mejor posicionadas en rankings internacionales aparecen Zuccardi, Catena Zapata, Trapiche, Casa Vigil – El Enemigo, Colomé, El Esteco y Salentein.
En términos productivos, Mendoza concentra el 75,31% del total nacional. Le siguen San Juan (18,45%) y La Rioja (3,06%). También participan provincias como Salta, Córdoba, Catamarca, Neuquén, Río Negro, Entre Ríos, Chubut, Buenos Aires, Jujuy y San Luis.
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