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Argentina superó los 100.000 muertos por Covid-19
La mamá de Lara, la víctima de Covid que esperó atención en el piso del hospital: “No fue un mal diagnóstico sino falta de empatía y humanidad”

Esta es la foto que visibilizó la historia de Lara. Cuando se tiró en el piso del hospital, en Santa Fe.

Alejandro Marinelli

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Repasa los detalles de esa semana en que su hija comenzó con una tos molesta y que terminó con su muerte. Dice que sabe lo difícil que fue el trabajo de los médicos en la pandemia, pero a medida que le van entregando información siente que los que atendieron a su hija minimizaron todo lo que le pasaba. “La trataron como si tuviera un corte en el dedo y era insulino dependiente, tenía neumonía bilateral y Covid. Y todo eso lo sabían. No fue un mal diagnóstico sino un mal tratamiento, con mucha falta de empatía y humanidad”, dice Claudia Sánchez, la madre de Lara Arreguiz, la joven estudiante de veterinaria de 22 años, que en un hospital de Santa Fe se acurrucó en el piso, con la cabeza apoyada en un bolso, y su foto se difundió por todos lados.    

“Nos dieron la historia médica y comenzamos a ver cantidad de irregularidades. En ese momento no me di cuenta pero ahora al consultarlo con otros médicos todos me confirman que Lara debió ser internada e intubada desde la primera vez que llegamos al hospital. No podía respirar bien, tenía antecedentes por su enfermedad y había sospechas del virus porque estamos en pandemia. Esa fue la primera vez que me dijeron que fuera a casa. Si no tenían camas deberían haberme mandado a otro lugar”, explica Claudia esa primera noche en el hospital Protomédico, en la localidad de Recreo, donde Lara estuvo con oxígeno porque no saturaba bien y luego fue enviada por primera vez a su casa. 

Temprano a la mañana siguiente volvió al mismo hospital para que la hisoparan y le hicieran unas placas de tórax. Con los dos estudios confirmaron lo que presumían, tenía una neumonía que afectaba los dos pulmones y coronavirus. “Con el diagnóstico me dijeron que no tenían camas ni condiciones para atender a una persona con diabetes. Pero en lugar de derivarnos me dijeron que vaya a casa y que si seguía así que la llevara al hospital Iturraspe nuevo. Otra vez me iba para casa sin nada. Fue ahí que le pregunté a la doctora: ‘¿No hay que darle algo?’ ‘¿No le dieron nada todavía?”, me respondió y me dio una tira de antibióticos. ‘Uno cada 8 horas’“, me volvió a decir y me fui. 

Lara no se sintió mejor y a las pocas horas, con la placas en la mano y el resultado del hisopado, Claudia entró con su hija al Iturraspe nuevo. Explicó en la ventanilla que venía del Protomédico y que a Lara le costaba respirar. “Nos sentamos en la sala de espera, que estaba dividida con una cinta de plástico. De un lado los de Covid y del otro las urgencias. Me dijeron que esperara pero Lara no se podía mantener sentada. ‘Me quiero acostar’, me dijo. Ella le preguntó a un hombre de seguridad si se podía tirar en una camilla y le dijo que no. Fue ahí que decidió tirarse en el piso. Le pedí que viniera conmigo, que estaba sucio, pero me respondió que necesitaba recostarse. Una señora se me acercó y me dijo: ‘Vamos a taparla y le puso su campera’. Ese fue el momento de la foto que luego se vio en todos lados. Estaba tan mareada, que la saqué porque la escena me pareció tierna en ese momento. Luego me di cuenta que todo había sido una locura”. 

Claudia cuenta que un médico pasó por al lado y les preguntó qué hacía en el piso. “Le explicamos y siguió de largo. La enfermera me decía que tenía que esperar. Hasta que por fin las atendieron en un consultorio. ”Fue todo raro. Allí el médico le dijo a Lara que no vomitara porque no le iban a hacer efecto los antibióticos. Me explicó que no la podía dejar internada ahí porque había muchos enfermos de Covid. Le dije que ella ya tenía Covid y me negué a irme de nuevo con ella a casa. El médico se fue a la guardia un rato y volvió diciéndome todo lo contrario, que había que dejarla internada hasta que le consiguieran una cama en otro hospital“, detalla Claudia ese segundo día en el hospital. ”Es allí cuando se la llevan. La tienen nueve horas en una sala. Según lo que ella me fue contando por Whatsapp, no le midieron el azúcar, tuvo fiebre, no le dieron los antibióticos y tardaron en llevarle el agua y el yogurt que le compré porque tenía hambre“. Lara estuvo nueve horas allí hasta que por fin decidieron trasladarla al Iturraspe viejo, que tenía camas para internarla. 

Ella salió por el pasillo. Era de noche, llegó caminando con el suero en la mano. Me le acercó. Le pido que la acompañen porque estaba sola. Fui con ella hasta la ambulancia. Le preguntaba cómo se sentía, porque no se veía bien, pero no hablaba mucho. Le dejé su mochila al lado. Se subió a la ambulancia y se fue. Esa fue la última vez que la vi“. Por contacto estrecho con Lara, Claudia debió aislarse. El papá de Lara, de quien está separado, era el que iba al nuevo hospital. 

El jueves 13 de mayo por la tarde Lara había comenzado a sentir un poco de tos. El domingo fue la primera ida a un hospital y pasó todo el día siguiente en otro hasta que a la noche la derivaron e internaron en el Iturraspe viejo. En ese lugar estuvo el primer día en sala común, el segundo en una intermedia y sus últimas seis horas en terapia intensiva. “Lo que queremos saber es por qué tardaron tanto en llevarla a terapia intensiva. Se perdió mucho tiempo. El médico que ahora nos está ayudando a hacer el informe sobre el accionar médico nos dijo que hay un tiempo que es muy importante para el tratamiento y que en ese momento a Lara no fue atendida como se debía hacer. No sabemos si fue porque minimizaron el cuadro, porque la vieron joven, pero lo real es que no hicieron cosas básicas. Así fue que tardaron más de cinco días para llevarla a una cama de terapia intensiva”. 

Lara murió el 21 de mayo. Ese mismo día, el presidente Alberto Fernández habló para anunciar el confinamiento estricto por 9 días. “Estamos viviendo el peor momento desde que comenzó la pandemia”, dijo. Argentina estaba atravesando el pico de la segunda ola, que en estos días llega a los 100.000 muertos por Covid.

El año pasado, Lara tuvo un fuerte episodio por sus niveles de azúcar en la sangre. Se le disparó la glucemia y comenzó primero con tos, náuseas y se descompensó. “Lo que tuvo se llama cetoacidosis diabética. Los médicos la trataron con sueros, la compensaron y se puso bien. Pero nos dijeron que si se disparaba era peligroso. Tengo miedo que ese cuadro se le haya repetido y que no lo atendieran como debían, a pesar de que a todos le remarcamos que era diabética. Por eso estamos esperando unas pruebas para ver si eso tuvo que ver con la muerte”.  

La investigación por la muerte de Lara lleva un mes y medio. Se secuestró toda la historia clínica, se hizo la autopsia, se mandaron a hacer los estudios complementarios a Rosario y a Recreo. Hace diez días se realizó una reconstrucción de los hechos y la madre de Lara denunció que hubo cambios en los distintos lugares por donde estuvo la joven. “En el Protomédico pusieron biombos grandes para separar espacios, que antes no había. En el Iturraspe nuevo había una cinta para separar filas, como las de banco, cartelería nueva, sacaron la camilla, corrieron las sillas de lugar. En el consultorio donde nos atendieron sacaron uno de los escritorios y corrieron la camilla. Queremos ver bien dónde la tuvieron esas 9 horas en ese hospital porque ella nos decía que al que estaba al lado le estaban haciendo de todo y a ella no. Y si todo ese tiempo fue solo de espera para ser derivada en lugar de recibir atención”, explica Claudia. 

Luego de la muerte, cuando la foto de Lara se difundió, el director del Iturraspe nuevo, Francisco Villano, explicó ante los medios que “fue sólo un momento” que ella estuvo acostada en el piso, que sólo tuvo que esperar unos 30 minutos antes de ser pasada a una sala de cuidados medios. “Es lamentable que se haya acostado en el piso, cuando hay sillones y banco para poder sentarse”, dijo aunque admitió que lo correcto hubiera sido que le dieran una camilla. “Al director le digo que yo estaba ahí y que no hable de cosas que él no vio. Mi hija no podía estar sentada, por eso prefirió tirarse. Necesitaba estar acostada, no en los sillones. Necesitaba una camilla y un poco de humanidad”, le respondió. 

AM

   

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