No tienen derechos laborales y por eso no temen que se los quiten: el universo de jóvenes informales que seduce Milei

La victoria del candidato de la Libertad Avanza, Javier Milei, en las PASO tiene múltiples explicaciones, una de ellas puede buscarse en la economía popular. Un sector con una población joven, en el que el 44% de los y las trabajadoras tiene entre 18 y 29 años. Un sector que en diez provincias supera a los asalariados registrados del sector privado. Un sector en el que se estima que trabajan alrededor de 8 millones de personas que, en su mayoría, no tienen derechos laborales. Un sector al que las políticas públicas llegan a través de los programas sociales, pero no de la formalización. 

Según el Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (ReNaTEP), entre julio del 2020 y abril de 2023 se registraron 3.618.606 personas, de un universo mucho más amplio. En el último año ingresaron 160.937 personas, es decir, que creció un 4,4% “El Estado solo registra la forma del sujeto del siglo XX, no registra la del siglo XXI, no se actualiza. No tiene registro de la realidad: hay un 50% que tiene nuevas formas”, sostiene Pablo Chena, director de Economía Social y Desarrollo Local del Ministerio de Desarrollo de la Nación. El economista sostiene que hay una gran masa de la población que no conoció a Perón, pero tampoco los derechos que estructuraron el peronismo. El crecimiento de la economía popular contrasta con los trabajadores en relación de dependencia, un sujeto social que es cada vez más chico. En ese universo es donde Milei interpela con su discurso de libertad y fin de los privilegios

Hay una grieta social que sacude a la grieta política, que tiene un totalizante que es el del mercado privado y el sector público. Eso invalida a un 50% de la población que no entra dentro de ese totalizante, de ese formato”, analiza Chena. Sostiene que la idea ‘la derecha te saca derechos y nosotros creamos los derechos’ queda trunca cuando le habla a gente que no tiene derechos. “Hay una grieta que era propia del siglo XX, que era la discusión de la intervención del Estado en la economía, de cuanto tenía que regular el sector privado. En el siglo XXI la discusión público/privado no es totalizante, eso cambió al disminuir fuertemente la creación de puestos de trabajo en el sector formal tradicional. Se fue creando otro sector que tiene otra agenda y al que la discusión público privada no le llega, porque el sector privado no lo toma y el sector público le llega con políticas sociales por su condición de vulnerable y no le llega con una agenda productiva y laboral por su condición de trabajo”, agrega el funcionario.

En la franja de los jóvenes es donde se ve con más claridad esta diferencia. Según el informe Juventudes y Economía Popular del Renatep publicado recientemente, si se compara la composición de los universos de esos trabajadores con el del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA, donde se contabiliza a los trabajadores registrados), hay una diferencia de alrededor de 17 puntos. La presencia de trabajadores de entre 18 y 24 años es significativamente mayor en la economía popular: 24,4% versus 7,4% en SIPA. En cuanto a las ocupaciones que realizan, se trata de trabajadores de comedores y merenderos (17,1%), servicios de limpieza (7,9%), agricultores/as (4,6%), servicios de estética como peluquería o manicuría, entre otras. (3,4%) y vendedores ambulantes (3,1%). El restante 63,9% se reparte entre las otras ocupaciones, ninguna de las cuales alcanza un 3%.

Victoria Ecenarro tiene 26 años y trabaja en el  espacio de primera infancia “Micaela García” de Necochea, provincia de Buenos Aires. Coordina el lugar que cuida a niños y niñas de 45 días a 5 años, en su mayoría, hijos de trabajadores y trabajadoras de la economía popular. Tiene un Potenciar Trabajo, el programa social que aporta un monto equivalente a la mitad del Salario Mínimo, Vital y Móvil (que en agosto fue de $112.500). Es decir que por el Potenciar trabaja recibe poco más de $50.000. Está nucleada en el sindicato Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) y empezó los trámites para incorporarse al monotributo social y acceder a una obra social. “No apoyo las ideas de Milei, pero tengo conocidos que lo votaron. Lo que les atrapa es cortar con la política de una cosa o de otra, de si es Juntos por el Cambio o Unión por la Patria, busca tener algo nuevo o renovador. Quizás lo que Milei propone es más sobre la libertad y los derechos”, explica Ecenarro en diálogo con elDiarioAR.

Con respecto a las propuestas de los otros dos candidatos sostuvo que “aportan más para los trabajadores formales que para la economía popular”. “Es una lástima porque un gran porcentaje pertenece a la economía popular y no a los trabajos formales. Deberían haber apuntado más para este lado, somos una gran masa de trabajadores. Siento que está, no se si desvalorizado, pero podrían haber apuntado más para acá”, agrega la joven.

Del total de jóvenes que consiguen su sustento en la economía popular, solo el 27,8% se encuentra dentro del Potenciar Trabajo. En cuanto a la inscripción fiscal, sólo el 6,3% de los trabajadores del Renatep está inscripto en alguna categoría tributaria y el 5,8% está adherido al Monotributo Social. Según Chena, el desafío del Estado es formalizar y desarrollar la economía popular. “Tenemos que salir de la discusión de esto que es una sala de espera para que en algún momento se creen todas las fábricas que hacen falta para tomar a 8 millones de personas que están en la economía popular. En lugar de esa agenda, que es la agenda tradicional, hay que proponer una agenda de desarrollo de la economía popular. Todo eso que el propio pueblo se fue creando para sobrevivir, formalicémoslo y fortalezcámoslo. Démosle la entidad de una tercera economía, que no es mi privada ni pública, es la popular”, indicó. 

Las provincias en las que más actividad informal hay son las del centro del país, allí se ubica el 51% de los inscriptos en el  Renatep. Buenos Aires encabeza la lista con el 36% del total nacional, seguida por Tucumán (6,1%), Chaco (5,7%), Salta (5,6%), Santiago del Estero (5%) y Santa Fe (5%). “La propuesta de Milei destruye lo existente. Le habla a ese sujeto que no es contemplado por la política tradicional, pero lo hace para destruir. Es una grieta que el trabajo divide. Por un lado hay personas que tienen una relación laboral con derechos. Por el otro hay gente que se quedó afuera del sistema, que inventó su trabajó”, explica Chena.

Victoria Ruiz Díaz tiene 29 años y trabaja en su casa junto a otras cinco mujeres. Conforman la unidad productiva de Pastelería y Catering Los Abuelos, elaboran para fiestas o eventos y los fines de semana venden productos de panadería en una feria. Ella, que aprendió el oficio a través de su hermana y de tutoriales de Youtube, le enseñó al resto de sus compañeras. Todas tienen hijos, así que se van turnando para elaborar los pedidos. “A veces cuesta que se entienda que somos que es un trabajo realmente y que ocupamos tiempo y horas de nuestra vida y es lo que nos remunera. En la feria nos miran mal y nosotras estamos trabajando y todas las semanas nos capacitamos para tener venta el fin de semana. Es todo el sistema complejo porque si vos desde arriba no enseñás que esto es un trabajo, la gente sigue pensando que somos planeros, que vivimos del Estado”, le dice a este diario. 

Victoria trabajaba en un comercio con su hermana, pero no le daban los tiempos para cuidar a sus hijos de cinco y diez años. “El trabajar en la economía popular hace que uno pueda elegir su tiempo, cuando ellos van a la escuela o al jardín, ocupo el tiempo en elaborar”, explica. En la población del Renatep predominan las mujeres, constituyen el 58,2% del total. En algunas ocupaciones, la feminización alcanza a 8 o más de cada 10 inscriptos o inscriptas. Se trata, por ejemplo, de las tareas de cuidado, limpieza, las vinculadas a cuestiones estéticas como peluquería y manicuría e indumentaria y textil.

“Meten a todos en la misma bolsa, entiendo que hay unidades piqueteras que no trabajan, que no hacen lo que tienen que hacer y viene la gente que nos dice: ‘Vos cobras un plan’. No, nosotros cobramos un Salario Social Complementario por el trabajo que hacemos. No nos dan importancia. Es un trabajo, un trapito te cuida el auto, un choripanero trabaja porque sale todos los días con frío o con calor para llevar comida a la casa”, agrega. 

Si se mira el mapa de la Argentina, en diez provincias hay más inscripciones en el registro de la economía popular que en la privada. Tucumán, Chaco, Salta, Santiago del Estero, Misiones, Jujuy, Formosa, Corrientes, Catamarca y La Rioja. En la mitad de ellas ganó Milei. Por otro lado, en 12 provincias la economía popular registrada supera en cantidad a los asalariados registrados del sector público: Buenos Aires, Tucumán, Chaco, Salta, Santiago del Estero, Misiones, Jujuy, Mendoza, Corrientes, San Juan, San Luis y Santa Cruz. En siete de ellas, ganó el diputado libertario. 

CDB/DTC