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Los 11 miembros de la delegación de Independiente volvieron a Argentina con testeos negativos

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(Actualiza llegada de parte de la delegación a Ezeiza)

Los 11 integrantes de la delegación de Independiente que debieron regresar anticipadamente de Brasil porque eran “detectables” de coronavirus pese a estar de alta y aprobados por los protocolos de Conmebol, retornaron alrededor de las 22 al aeropuerto de Ezeiza donde fueron testeados con resultados negativos en todos los casos, mientras el resto del equipo empataba 2 a 2 con Bahía por Copa Sudamericana.

La confirmación de los testeos negativos se la realizaron a Télam desde el departamento de prensa de Independiente, luego de que Migraciones comunicara este mediodía que precisamente estos 11 miembros de la delegación “roja” iban a ser sometidos a esos controles cuando arribaran de regreso al aeropuerto Ministro Pistarini.

Las autoridades sanitarias de Brasil no les permitieron el ingreso a estos componentes de la delegación y, luego de más de seis horas de angustia, maltrato e incertidumbre en el aeropuerto, la Conmebol ratificó que el partido se jugaría en el horario y en la sede programada originalmente: en Salvador de Bahía y a las 19.15.

La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa) no aceptó la documentación presentada por Independiente para ingresar al país, que cumplía con los protocolos fijados por Conmebol.

El plantel quedó varado entonces durante más de seis horas en el aeropuerto internacional de Salvador y recién a la madrugada una parte de la delegación se fue al hotel a descansar.

El entrenador interino, Pedro Monzón, quien viajó en reemplazo de Julio César Falcioni, los futbolistas Renzo Bacchia, Gonzalo Asis, Thomas Ortega, Juan Insaurralde, Adrián Arregui, Pablo Hernández, Lucas González y Nicolas Messiniti y dos dirigentes se quedaron en el aeropuerto.

El equipo fue dirigido por César Velázquez, entrenador de arqueros del cuerpo técnico de Falcioni, y con solo 18 jugadores a disposición logró un valioso empate 2 a 2 que lo dejó en la cima del Grupo B de la Copa Sudamericana con siete puntos, dos más que su rival Bahía.

“Las autoridades sanitarias de Bahía nos han maltratado sin razón alguna, dejándonos varados por más de seis horas”, denunció Independiente en un comunicado publicado por la mañana en las redes sociales.

La Conmebol, por su parte, manejó con desprolijidad la situación, ya que por todos los medios intentó mantener en pie el partido correspondiente a la tercera fecha de la Copa Sudamericana.

En primera instancia se manejó la posibilidad de mudar el partido a Paraguay y jugarlo el jueves, pero Independiente se negó ya que el fin de semana jugará un partido clave contra Huracán por la Copa de la Liga Profesional.

Luego, la Conmebol anunció oficialmente la reprogramación del encuentro para el miércoles en Salvador de Bahía, pero la dirigencia del “rojo” nuevamente se negó y sugirió que se juegue tal como estaba programado, a pesar de las dificultades.

“El partido ante Bahía se disputará esta tarde en el horario estipulado”, confirmó el club de Avellaneda antes del mediodía.

“A pesar de haber sido muy perjudicados por la negligencia de las autoridades sanitarias de Bahía, Independiente pidió mantener la programación pensando en el demandante calendario que tenemos por delante”, agregó la institución, que responsabilizó directamente a Brasil por lo sucedido.

Según el relato del dirigente Walter Lusnig, vocal de la Comisión Directiva y uno de los que encabezaron la delegación (también formó parte de ese grupo de “detectables” el jefe de prensa, Nicolás Vallina), ni la Conmebol ni el consulado argentino pudieron mediar ante la “arbitraria” decisión de las autoridades brasileñas.

La delegación del “rojo” partió a Salvador en vuelo chárter el lunes por la tarde con los resultados de los hisopados que se realizaron el sábado. Esa documentación, avalada por Conmebol, empero, no fue autorizada por las autoridades sanitarias brasileñas.

La delegación no fue testeada en el ingreso a Brasil y el problema surgió porque los 11 involucrados presentaron PCR positivo, pero con la respectiva alta epidemiológica.

Lo que siguió fue una pesadilla, ya que la delegación debió dormir en el piso del aeropuerto con bajas temperaturas y sin recibir agua ni comida, hasta que horas después unos colaboradores lograron salir del aeropuerto y volvieron con mantas y viandas.

“Deseamos que este tipo de inconvenientes no vuelvan a ocurrir y que sirva de antecedente para futuras ocasiones que involucren tanto a nuestra institución como a cualquiera que participe de una competencia internacional”, remarcó el comunicado de Independiente en otro de los mensajes publicados este martes.

Una vez más, los equipos quedaron en medio del exigente calendario de Conmebol y las decisiones de las autoridades sanitarias de los 10 países miembros, que utilizan distintos criterios para afrontar la pandemia de coronavirus.

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