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Los operativos policiales causan grandes pérdidas económicas en los clubes del ascenso

El colegio del club Los Andes donde se produjo un tiroteo a principio de año

Augusto Papasidero

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A muchos equipos del Ascenso argentino les conviene más jugar de visitante que de local. No es un análisis ni tampoco una manera de ver el juego, en el plano económico existen decenas de clubes que terminan en pérdida por cada partido que acogen. La venta de entradas no alcanza. En la Primera División esto no sucede, la capacidad de la mayoría de los estadios es ampliamente superior a los de sus pares de categorías más bajas, y -por sobre todo- el precio de los tickets son establecidos por las propias instituciones, todo lo contrario a lo que pasa en la B, donde la AFA estipula el valor de los mismos.

Desde agosto las generales para la Primera Nacional cuestan entre $3.200 y $4.000, en Primera B de $2.450 a $3.200, Primera C $2.000 y $2.900 y Primera D $1.400 a $2.000.

La gran pregunta es: ¿por qué no les es rentable jugar en sus estadios? El principal causante son los operativos policiales. Distintas obligaciones, como el alquiler de equipos médicos y ambulancias y los controles en los accesos del recinto, también aportan para que la suma total de los gastos sea mayor que los ingresos, pero el gran número queda impuesto por la protección contratada para el encuentro. Esta cifra por sí sola suele equiparar y hasta superar la recaudación total por la venta de entradas.

Bajado a la práctica. El caso de Los Andes es uno de los más trascendentes. El Mil Rayitas no cae en esa categoría de “equipo del Ascenso con poca capacidad en su estadio por eso no vende tantas entradas”. 37.000 personas caben en el Eduardo Gallardón, casi la misma cantidad que en el Estadio Feliciano Gambarte (Godoy Cruz), el Claudio “Chiqui” Tapia (Barracas Central) y el Alfredo Terrera (Central Córdoba) juntos. Lo que realmente afecta al conjunto del sur de Buenos Aires es que sus partidos como local son catalogados como de alta peligrosidad por la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte, lo que supone por consiguiente una mayor seguridad.

 Puertas adentro de Los Andes cuentan por qué clasifican a los partidos de Los Andes de local como un evento sumamente riesgoso. “Principalmente por los problemas con las hinchadas. Ocurrieron hace más de seis meses, pero igualmente nos siguen diciendo que somos de alto riesgo”, dice uno de los miembros del Departamento de Prensa.  

En marzo de 2023 dos facciones de la barrabrava se tirotearon en la puerta del colegio del club cuando los alumnos estaban ingresando. Por suerte, los más de 20 disparos efectuados no dejaron ningún herido.

-¿Qué pasa si no contratan la seguridad estipulada?

-Te dicen que tienen que venir o no podés jugar el partido. Si no te bajan el operativo policial, es la cantidad que te dicen o lo tenés que negociar vos con el operativo, pero nunca baja esa cantidad.

Para hacer un paralelismo con lo que sucede en la liga de mayor nivel de la Argentina, para el clásico rosarino entre Rosario Central y Newell’s se convocaron a 730 policías, en La Plata 500 efectivos custodiaron el Estudiantes-Gimnasia y en el Superclásico de mayo estuvieron presentes más de 1300. Obvio que ninguno de estos clubes terminó con los números en rojo tras estos partidos. En Los Andes los operativos los llevan a cabo entre 150 y 200 comisarios, lo que supone $1.500.000 destinados, con la venta de entradas llegan a amortiguar con lo justo esa cifra, eso sí, falta sumar los otros gastos.

Esta situación entre equipos del Ascenso y operativos policiales lleva años de turbulencia. En 2016 ciertos dirigentes ya hablaban sobre el tema. “A nosotros abrir la cancha nos cuesta unos $100.000 y pagarle a la Policía unos $120.000 en promedio. El socio no paga y la venta de entradas es casi nula, jugar de local nos deja un déficit de $80.000 pesos aproximadamente”, declaraba el por entonces vicepresidente de Independiente Rivadavia de Mendoza, Leonardo López. “Si se dan las cosas, el equipo marcha bien y la convocatoria acompaña, en el mejor de los casos perdemos $50.000”, comentaba también Daniel Legano, el vicepresidente de Los Andes por aquella fecha.

Dos años más tarde los precios volvieron a sacudir a los conjuntos de segunda categoría. Un aumento del 110% en los controles policiales, repercutieron totalmente en la economía de estos clubes. Cada oficial pasó de cobrar $87 por hora a $183, también los partidos comenzaron a integrar la Categoría 5 en la seguridad para espectáculos cuando antes pertenecían a la división 4. Las instituciones amenazaron con jugar sin público y parar las competencias, pero finalmente se terminaron amoldando a las nuevas obligaciones.

La A.Pre.Vi.De. es la encargada de todo lo que refiere a la seguridad en los partidos disputados en la Provincia de Buenos Aires. Fundada el 8 de agosto de 2012 -en reemplazo del Comité Provincial de Seguridad Deportiva- tiene como tareas impulsar causas judiciales referentes a hechos de violencia en espectáculos deportivos, instar a las asociaciones deportivas a adecuar sus estatutos para recoger en los regímenes disciplinarios las normas relativas a la violencia en el deporte, controlar y evaluar la ejecución de las medidas dispuestas tendientes a garantizar la seguridad en los partidos y calificar los encuentros deportivos según la peligrosidad de los mismos.

Marcelo Frossasco, presidente del Consejo de Seguridad Deportiva Provincial -otro de los entes que regulan los espectáculos deportivos en el país- habla al respecto con elDiarioAR.

-¿Cómo se cataloga a un partido con un alto nivel de peligrosidad?

-Por una serie de ítems. Los más importantes a tener en cuenta son los antecedentes entre los dos equipos en partidos anteriores, se evalúa si las veces que se enfrentaron hubieron incidentes o si la hinchada del club está unida o dividida en diferentes facciones. Obviamente también se toman en cuenta los partidos entre clásicos rivales, donde siempre se generan y se encienden pasiones entre dirigentes, comisiones directivas y simpatizantes.

Además, Frossasco recalca que en los días previos monitorean continuamente las redes sociales de los aficionados y autoridades del equipo, ya que generalmente evidencian el comportamiento futuro que van a tener en el encuentro.

-¿Se diferencian los operativos de Primera a los del Ascenso?

-Para nosotros todos los partidos son importantes, no subestimamos ninguno, ponemos nuestros mejores recursos, humanos y tecnológicos siempre. A lo sumo puede mermar el número de efectivos de acuerdo a la convocatoria del encuentro.

-¿Y qué sucede si un club no respeta lo establecido por el COSEDEPRO?

-Se confecciona un acta que se eleva al tribunal de falta del municipio, y si amerita fija una multa. Además se evalúan posibles sanciones y contemplamos restricciones de acuerdo a la gravedad del incidente. Muchas veces se le imposibilita al club de ingresar instrumentos de percusión, banderas, telones o paraguas por cierta cantidad de partidos. La pasión del hincha sufre mucho cuando no se le permite el ingreso de este tipo de recibimiento, así que es una forma de restringir cuando hay un mal comportamiento.

-¿Los clubes ya ven la contratación de seguridad como un gasto que les da pérdidas?

-Consideramos la seguridad deportiva como una inversión y no como un gasto. Además nosotros hemos ido dándole mucha participación a la seguridad privada, que eso ya es potestad del club organizador, lo que le permite optimizar recursos humanos y económicos.

Entre tanto y tanto los clubes y las organizaciones se tiran la pelota los unos a los otros, en el medio los tesoreros prefieren que sus equipos jueguen lo más lejos posible de su cancha, los números siguen sin cerrar y la violencia en el fútbol argentino no merma.

AP

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