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El comercio electrónico, la innovación y la informática impulsan la creación del empleo privado en blanco

Trabajadora de Mercado Libre

Alejandro Rebossio

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La logística del comercio electrónico, los servicios de investigación y desarrollo (I+D) como los análisis clínicos, y la informática son tres de los cuatro sectores que más rápido están creando empleo en una economía que se recuperó pronto de la pandemia, con una fuerte baja de la desocupación (del 13% al 7% en un año) pero bajo la creciente amenaza inflacionaria. Las actividades más pujantes están vinculadas con la tecnología, aunque no todas estén bien remuneradas, como es el caso del reparto de paquetes.

En el Informe de Panorama Productivo de marzo pasado, que elabora el estatal Centro de Estudios para la Producción (CEP), se señala que los sectores con mayor creación de empleo privado son los de correo y mensajería (54,1% u 8.000 puestos de trabajo más entre diciembre último y el mismo mes de 2019, es decir, previo a la pandemia y justo cuando comenzó el actual gobierno), que crecieron con las ventas por Internet sobre todo por la pandemia; seguido por el I+D (41,1% o 2.300 ocupados más), que incluye al área de salud, también impactada por el Covid-19 en un país que ha sido sede de pruebas de varias vacunas y de desarrollos de inoculaciones propias y tratamientos contra la enfermedad; obtención y dotación de personal (37,6%), que abarca mucho empleo temporario, de poca estabilidad y bajo salario; e informática (17,2% o 19.000 puestos más), impulsada por el impacto de digitalización y el trabajo remoto en la economía actual. 

El comercio electrónico también impulsó otro de los 20 rubros con más creación de empleo privado formal: el de almacenamiento y actividades de apoyo al transporte (5,7%). “Otros servicios de alta calificación que estuvieron entre los de mayor dinamismo fueron los servicios veterinarios (+8,2%) y otras actividades profesionales, científicas y técnicas (+12,8%), con una creación conjunta superior a los 1.000 puestos de trabajo”, destacó el informe del CEP, que dirige Daniel Schteingart.

“La industria en su conjunto creó más de 53.000 puestos de trabajo asalariados formales desde fines de 2019, con 18 de 24 ramas con mayor dotación de trabajadores en la actualidad que en los albores de la pandemia”, señala el informe. “De esas 18 ramas que crearon empleo, hay nueve que integran el top 20 de las de mayor dinamismo relativo, tales como electrónicos (+17,2%, impulsada por la demanda de digitalización de la pandemia), otros equipos de transporte (+15,2%, motorizada por el buen desempeño de la industria naval y el repunte en la producción de motocicletas y bicicletas), equipos eléctricos (+13,7%, con un particular buen desempeño de los electrodomésticos, traccionados porque las personas pasaron más tiempo en sus hogares y demandaron más este tipo de productos y, además, por un claro proceso de sustitución de importaciones), productos de caucho y plástico (+10,8%, con una buena performance particularmente en el segmento de plásticos), maquinarias (+8,7%, apuntalada sobre todo por el segmento de maquinarias agropecuarias, que en 2021 tuvieron el mejor año desde 1996), productos de madera (+8,2%, impulsados por una importante mejora de precios relativos y también por demandas de muebles), textiles (+7,9%, gracias a cierta sustitución de importaciones), medicamentos (+7,6%, debido a una mayor demanda por la pandemia) y automotriz (+7%, gracias a un marcado repunte de la producción local, incentivada tanto por mayores exportaciones como por un notorio incremento de los patentamientos de origen nacional, que pasaron de ser inferiores al 30% en 2019 a superar cómodamente el 50% en 2021)”, continúa el reporte.

Autopartistas

“En febrero y marzo contratamos 20 personas, ya somos 165 y queremos tener 30 o 40 más en el resto de 2022”, destaca el presidente de la autopartista Ventalum, Raúl Amil, que también preside la Asociación de Fabricantes Argentinos de Componentes (AFAC). Su fábrica de Villa Maipú, partido de San Martín, produce portaequipajes y estribos para las pick ups que Toyota, Renault, Nissan y Ford elaboran en la Argentina y que exportan a toda Latinoamérica. En el primer trimestre del año, la industria automotriz argentina produjo 17% más que en el mismo periodo de 2021. Amil atribuye su mayor producción a varios factores: la demanda aún insatisfecha que dejó la pandemia, la especialización argentina en pick ups que atienden a tres sectores clave de la economía latinoamericana cuyos productos básicos además se apreciaron por la guerra de Ucrania, como el campo, la minería y los hidrocarburos; y el apetito de ciertos consumidores argentinos por estos vehículos, que ya no son rústicos como antes sino bien equipados y que además abundan, a diferencia de los vehículos importados frenados por el cepo. Amil también destaca la calidad de las autopartes criollas. Si no, las automotrices no les comprarían. Claro que además el Mercosur les impone cierta integración de los coches con partes locales.

“Otro sector de gran dinamismo en 2021 fue la minería, con una suba del 7,6% en el empleo directo formal (+2.400 puestos)”, señala el CEP. “Tras un gran auge en la primera década del siglo XXI, el sector experimentó cierto estancamiento durante buena parte de la década de 2010; en los últimos años recobró un notorio dinamismo, de la mano del litio y de nuevos proyectos metalíferos. Con el crecimiento de 2021, el sector superó los 30.000 puestos directos formales en sus diferentes segmentos, alcanzando la mayor cifra desde que hay registro”, completa el centro dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo, que encabeza Matías Kulfas.

Pese a la mejora del empleo privado, no todo es color de rosa. También hay sectores con menos trabajadores que hace dos años, sobre todo aquellos más afectados por las restricciones del Covid-19. “El transporte aéreo lidera las caídas relativas de empleo (-36,9%, -2.500 puestos), resultado determinado por la salida en 2020 de la empresa LAN en el segmento de los vuelos de cabotaje. Las agencias de viajes (-26%), los servicios culturales y museos (-17,5%), los servicios personales como por ejemplo peluquerías y spa (-17,4%), expendio de alimentos y bebidas (-15,3%) y los servicios de alojamiento (-13,8%) le siguen en orden de magnitud. Si en lugar de considerar las variaciones relativas tomamos las absolutas, las mayores bajas se dieron en expendio de alimentos y bebidas (-34.000 empleos) y en transporte terrestre (-23.100), muy afectado el de pasajeros tanto de ómnibus como de taxis y remises”, concluye el informe.

“La fuerte recuperación económica de 2021 permitió que en diciembre pasado se terminaran de recuperar los 187.000 puestos de trabajo asalariados privados formales que se habían perdido a principios de la pandemia”, hace balance el CEP. “En efecto, en diciembre hubo 10.000 asalariados privados formales más que en febrero de 2020; más allá de esta notable mejora, vale tener en cuenta que el empleo formal privado venía en retroceso desde abril de 2018 y, además, que la población en edad laboral crece en torno al 1% por año.

El costado negativo de la reactivación son los salarios. La caída del sueldo promedio anual de los trabajadores registrados en el sector privado fue del 2,3% en 2021, en tanto que la de los informales fue del 7,1%, según el nuevo informe de coyuntura del Centro de Investigación y Formación (Cifra) de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA). “La perspectiva es negativa si se tiene en cuenta la aceleración del proceso de inflación en febrero y marzo de 2022 (4,7% y 6,7%, respectivamente)”, alertan en CIFRA-CTA.

AR

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