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Sectores de la carne piden suspender la medida que prohíbe comercializar media res a partir de noviembre

Cada media res pesa alrededor de 100 kilos

Delfina Torres Cabreros

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El 1° de noviembre en las calles argentinas debería dejar de verse una postal típica: la del trabajador que, vestido de blanco, carga sobre su hombro una media res y la lleva desde el camión frigorífico a la carnicería. Ese día entra en vigencia la resolución que obliga a cambiar el formato y distribuir la carne en trozos de no más de 32 kilos, como una manera de mejorar las condiciones laborales del sector y también de hacer una asignación más eficiente de cortes entre comercios. 

Si bien la medida no es sorpresiva, sino que dispuso un tiempo de adaptación y una prórroga, en la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya) aseguran que es “totalmente inviable”. Su titular, Leonardo Rafael, pidió su “suspensión” hasta tanto se encuentren soluciones “viables y sustentables en el tiempo”. En cambio, oros sectores del rubro, como el consorcio exportador ABC, se manifestaron en total apoyo a la medida. 

Camya participó junto con distintas cámaras del sector en una reunión realizada este lunes en las instalaciones de la Sociedad Rural Argentina, donde unificaron posiciones y elevaron una carta al ministro de Economía, Sergio Massa; a la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, y al secretario de Agricultura, Juan José Bahillo. Como punto central, sugieren mantener el formato de la media res y establecer nuevos “medios mecánicos” para descargarla. ¿Qué tipo de medios mecánicos? “Un aparejo que baje la media res y la ponga en una camilla, un carro, o algo que la traslade”, explicó a elDiarioAR Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria de la Carne (CICCRA).

Tras la consulta de este medio, en la Secretaría de Agricultura señalaron que la medida se mantiene y que “Senasa empezará con los controles a partir del 1° de noviembre”, tal como lo establece la resolución.  “Tuvieron casi tres años para acomodar sus instalaciones y se fueron demorando, pensando que no iba a llevarse adelante la medida”, señalaron.

En abril de 2020 la Superintendencia de Riesgos del Trabajo estableció que toda manipulación, transporte y distribución de productos cárnicos, cuyo peso sea superior a los 25 kilos “se deberá realizar con la asistencia de medios mecánicos adecuados”. Una resolución de 2021 elevó ese parámetro a los 32 kilos. 

Si bien el argumento central fue mejorar las condiciones de trabajo de los “hombreadores”, también se consideró que una distribución por trozos de menor peso le permitiría a los abastecedores realizar una asignación más eficiente del producto de acuerdo a las necesidades de cada mercado minorista. Por ejemplo, podrían distribuir más cantidad de cortes baratos en las carnicerías de las zonas más humildes y más cortes de mayor valor en las zonas más acomodadas. Así, la oferta no sería uniforme ni estaría limitada a la integración de cada media res. 

Las medidas ya contemplaban que el nuevo sistema de comercialización requeriría de transformaciones para adecuar la infraestructura de varios de los frigoríficos existentes: agregar espacios de oreo, aumentar las instalaciones, incorporar algunas maquinarias y equipamientos de frío. Por eso disponía implementar programas de asistencia financiera para frigoríficos y faenadores y establecía la entrada en vigencia para el 1° de enero de 2022, fecha que luego fue postergada al 1° de noviembre. 

Schiariti, que participó de la reunión realizada ayer en la Rural, señaló que se trata de una decisión unilateral del Gobierno Nacional y que “no hubo tres años de diálogo sobre este tema”. “No hubo ni un minuto de diálogo”, señaló. 

Según dijo, todos están de acuerdo y hay predisposición para evitar que sea una persona la que cargue más de 100 kilos en su espalda, pero que la resolución del Gobierno o se queda a “mitad de camino”. “Lo que se tiene que hacer es obligar a salir de fábrica con cortes anatómicos, pero para eso hace falta una ley y un estudio muy importante en cuanto a la financiación necesaria para que la industria se adecue y también un estudio sobre la logística de distribución”. ¿Así es como se distribuye la carne en los países más desarrollados?, le preguntó este medio a Schiariti. “No en todos. Vengo de Inglaterra donde he visto bajar cerdo al hombro”. 

Por otro lado, cuestionó las “amenazas” que hay sobre quienes no cumplan, que incluyen clausuras de frigoríficos y la pérdida de matrículas para poder faenar y se preguntó si los gobernadores de las provincias “van a permitir que les cierren 370 fábricas”. Según anticipó, el 1° de noviembre “algunos saldrán [con la res] en tercios, algunos con medios mecánicos y muchos otros con ninguna de las dos cosas”. 

En un comunicado oficial, la Camya señaló que al día de hoy la mayor parte de las plantas faenadoras no cuentan con instalaciones adecuadas para realizar el corte de las medias reses. “Los plazos establecidos para su adecuación no han podido cumplirse debido al alto costo y la complejidad de las obras a realizar y por razones ajenas a la industria, tales como la financiación de las obras comprometida por el Gobierno no se ha hecho efectiva”, detalla.   

En la Secretaría señalan que de ninguna manera se oponen a los medios mecánicos para descargar, pero señalan que las carnicerías de barrio no cuentan con esos recursos, por lo que es de esperar que de suspenderse la medida los trabajadores deban seguir cargando la media res al hombro. Señalaron que buscarán coordinar una reunión, aunque no se las han solicitado formalmente.

La cámara de matarifes y abastecedores consideran que la medida propuesta “no ofrece ventajas sanitarias por tratarse de cuartos sin ningún tipo de protección o envase”. “Tampoco genera economías ni mejoras ambientales por mejor aprovechamiento de subproductos ya que los huesos y grasa seguirán siendo trasladados a las carnicerías y desde allí a las graderías del mismo modo en que se lo hace actualmente con las medias reses”. 

Camya  también buscó rebatir el argumento de la asignación más eficiente de la mercadería. “No responde al concepto de abastecer con cortes según demanda ya que los cuartos que integran cada media res se comercializarán en conjunto por falta de capacidad de la industria para organizar su trazabilidad y logística de acopio y distribución”, aseguró.

En la reunión realizada ayer en la Sociedad Rural Argentina estuvieron presentes, además de la Camya, Ciccra, CAF, representantes de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), de la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe (Cafrisa), de la Cámara de Consignatarios de Hacienda, del Mercado Agroganadero, del Centro de Consignatarios de Productos del País y decenas de matarifes, dueños de frigoríficos y carniceros de todo el país.

DT

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