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MASCOTAS

¿Es bueno que el perro duerma en tu cama?

Lulú. Foto: Eva San Martín.

Eva San Martín

Diario.es —

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A muchos nos gusta dormir con perros (y gatos) y la mitad de ellos se cuelan en la cama, según una encuesta realizada en Estados Unidos. Mientras que otros se preguntarán si dejar subir al perro a la cama es tan buena idea como parece, los expertos afirman: no hay una única respuesta. “Siempre que no tengas un problema de alergia, dormir con el perro no es ni bueno, ni malo; más bien es una decisión personal”, opina David Menor, veterinario doctor en Etología y editor de la revista especializada Pet Behaviour Science.

La ciencia no se pone de acuerdo: hay estudios que sostienen que dormir con el perro nos ayuda a descansar mejor, mientras que otros aseguran todo lo contrario. Hay gente que es incapaz de dormir con el perro en la cama, mientras que otras personas están encantadas. Por eso, la decisión es muy personal; por ejemplo, si eres una persona muy calurosa, a lo mejor no es la mejor idea dormir con tu mascota pegada al cuello.

Sin embargo, otras personas estarán encantadas de sentir el hocico de su amigo en mitad de la noche. Es importante descansar, por eso, si no dormís cuando tu mascota se sube a la cama, el primer consejo es no dejarlo subir por las noches.

Ahora bien, si le preguntás a tu perro si quiere subir a la cama, seguramente sacudirá la cola de pura felicidad y responderá que sí encantado. “Al perro le gusta estar con las personas; por eso, si a la familia no le importa, descansamos bien y el perro quiere dormir en la cama o estar en nuestra habitación, no hay absolutamente ningún problema”, opina Camps. Ni el perro se va a sentir sentir superior, ni tiene por qué aparecer ningún problema de comportamiento.

Eso sí: para que todo salga bien, hay algunas condiciones. La primera: sé consecuente; o le dejás siempre subir a la cama, o no le dejás nunca. No estaría bien, por ejemplo, dejarles subir cuando a te parece bien o te dan ganas y no dejarlo cuando dormís con tu pareja. O que después de un tiempo durmiendo con vos, decidas que ya no puede. Esta situación es frecuente cuando vamos a tener un bebé e incluso hay veces que se le prohíbe entrar en la habitación.

Si lo hemos dejado durante tres años que duerma con nosotros y luego un día, de la noche a la mañana, le decimos que ya no puede, el perro no va a entender ese cambio y es posible que no le caiga bien. Esta inconstancia genera frustración, una emoción negativa que lo hará sentir mal. Y con ella, pueden aparecer problemas de comportamiento.

Mientras que hay perros que se resignan sin más y aceptan esta frustración, otros no lo llevan tan bien y pueden responder de forma agresiva, gruñir o incluso intentar mordernos cuando los querramos bajar de la cama. Conclusión: ni es bueno, ni es malo dormir con el perro. Pero la decisión tiene que ser consensuada con toda la familia y ser constante: o siempre o nunca.

El juego de la señal (y sin castigos)

Una alternativa: dejar subir al perro a la cama con una señal por medio de la cual le das permiso para subir. Sirve una mantita o una pauta vocal. Con práctica y paciencia, se le puede enseñar a subir a la cama solo cuando querés. En este caso, siempre está condicionado por el hecho de que se dé una señal.

Esto también puede trabajarse si le das acceso a la cama solo durante algunos momentos: por ejemplo, si el perro duerme en su propia cama, pero por las mañanas puede subir a la tuya. Pero si encontrás al perro encima de la cama o del sofá cuando no debiera, no lo castigues. Al revés, hay que invitarlo a bajar y cuando lo haya hecho, recompensarlo con un premio. Eso sí: si intenta subir de nuevo, podés decirle: “no podés subir”. Y volver a recompensarlo por hacerlo bien.

Cómo explicarle que ya no puede subir a la cama

Si el perro duerme en la cama y vas a tener un niño o por cualquier otro motivo decidía que ya no debería dormir vos, tenés que planificarlo. “Antes de tener al bebé o que llegue cualquier otra situación que justifique el cambio de criterio, hay que empezar a trabajar con tiempo para que el perro lo entienda mejor”, anota Menor. En caso contrario, puede crearse una asociación negativa con el bebé o con la nueva pareja.

Hay que hacerlo de manera progresiva y siempre a través de premios. “Si querés que el perro duerma en su propia cama es importante que no lo tome como un castigo porque le costaría más trabajo entender la nueva situación”, explica el doctor en Etología. Lo primero es conseguir que comprenda que ese sitio es bueno, y que cuando está en él le van a pasar cosas buenas. El objetivo es que sea tu perro quien quiera echarse en su propia cama. Para lograrlo, cuando esté allí, dale un premio de vez en cuando.

¿Pero es higiénico dormir con él o ella?

“Si el perro está desparasitado, vacunado y la persona no tiene alergia, no tiene por qué constituir un problema desde el punto de vista sanitario”, afirma Menor. Eso sí: tené en cuenta que tu mascota tiene mayor contacto con el suelo que vos, sobre todo con las patas y la boca. Por eso, cuando dejamos al perro dormir con nosotros hay que saber que podemos estar metiendo microorganismos en la cama que de otro modo no estarían.

Aún así, matiza Menor, el riesgo es relativo, porque lo normal es que el perro no se meta dentro de la cama, bajo las sábanas, sino que se acueste encima y si el perro duerme con vos, conviene cambiar las sábanas y colchas con mayor frecuencia.

E.S.M

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