Israel impulsa los planes para expulsar y encerrar a todos los palestinos de Gaza mientras negocia un alto el fuego

Al tiempo que negocia en Qatar las condiciones de un alto el fuego de dos meses en Gaza, Israel ha vuelto a manifestar esta semana que sus planes para la Franja pasan por expulsar a la población local. Durante su encuentro con Trump en la Casa Blanca y después de proponer a su homólogo para el premio Nobel de la paz, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insistió en la idea de convertir la Franja en un gran resort al estilo Riviera Maya. Mientras tanto, su ministro de Defensa, el ultra Israel Katz, proponía la construcción de una “ciudad humanitaria” sobre las ruinas de Rafah para encerrar allí a todos los gazatíes y no dejarles salir.
Retorciendo el lenguaje, Netanyahu dijo que la “visión brillante de Trump se llama libertad de elección”. “Si quieren quedarse, pueden hacerlo, pero si quieren irse, deberían poder irse”. Netanyahu aseguró que está trabajando muy de cerca con EEUU “para encontrar países para que realicen lo que siempre han dicho que quieren, es decir, dar a los palestinos un futuro mejor”. Esa “libertad de elección” se reduce a una disyuntiva: quedarse en el territorio sitiado y actualmente sometido a lo que muchos expertos consideran como un genocidio o marcharse a un tercer país por determinar. “No debería ser una prisión”, planteó el primer ministro israelí, responsable último de las condiciones carcelarias.
Katz ha ordenado al Ejército diseñar un plan para construir un campo donde concentrar a toda la población gazatí, empezando primero por los 600.000 desplazados actualmente en la zona humanitaria de Mawasi, donde se apelotonan tras ser desplazados de otros puntos del enclave a lo largo de casi dos años de destrucción sistemática de sus poblaciones.
Una vez dentro, a los residentes no se les permitiría salir, según informa el periódico israelí Haaretz citando al ministro. Katz ha señalado que la construcción de la “ciudad” empezaría durante los 60 días del alto el fuego que se está negociando actualmente y que antes de su traslado se les haría un control de seguridad para asegurar que no son agentes de Hamás.
Las delegaciones de Israel y Hamás negocian estos días a través de intermediarios en la capital Qatar, Doha. El grupo palestino respondió de manera “positiva” al borrador presentado por EEUU, pero ha manifestado su deseo de que el alto el fuego desemboque en el final definitivo de la guerra de castigo de Israel. La propuesta “humanitaria” israelí, sin embargo, tiene difícil encaje con este planteamiento.
Citando fuentes palestinas de la negociación, la cadena pública israelí ha informado de que las declaraciones de Katz sobre la “ciudad humanitaria” han causado problemas durante las negociaciones en Doha. Está “obstaculizando” el proceso, han señalado las fuentes.
Zonas de paso 'humanitarias'
La idea de Katz no es la única que incide en la estabulación de los gazatíes desplazados. La polémica Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés) —patrocinada por Israel y EEUU para distribuir la ayuda humanitaria en la Franja en sustitución de Naciones Unidas mediante un sistema de reparto centralizado que ha dejado en un mes centenares de civiles muertos por disparos de las fuerzas israelíes— también tiene un plan. La organización ha elaborado y presentado a Washington una para construir campos de gran extensión que denomina “áreas de tránsito humanitarias” tanto dentro como, posiblemente, fuera de la Franja, según ha revelado Reuters este martes.
La finalidad de estas zonas, cuya construcción costaría dos millones de dólares, sería “sustituir el control de Hamás sobre la población de Gaza” para que los internos pudiesen “desradicalizarse, reintegrarse y prepararse para mudarse si así lo deseasen”, según señala Reuters, que indica que el ingreso en estos centros sería “voluntario”. La GHF ha negado la información, pero el documento al que ha tenido acceso la agencia tiene el emblema de la organización en la cabecera.
Junio fue el mes más letal para los palestinos de Gaza en los últimos seis meses, según ha informado el centro de análisis y estudios ACLED (Armed Conflict Location & Event Data). Más de 650 palestinos han fallecido desde que empezó a operar a finales de mayo la llamada Fundación Humanitaria de Gaza, lo que supone alrededor del 35% de las muertes registradas en junio.
La sucesión de planes para el vaciado de Gaza que plantean Israel y sus terminales sería un paso previo para la transformación del enclave, libre ya de su población originaria, en una especie de polo económico futurista, en línea con las imágenes distribuidas por el Gobierno israelí en mayo de 2024 que mostraban una hipotética Franja de 2035 plagada de rascacielos.
La realidad del bombardeo constante sobre la población civil dejó en segundo plano informativo tal visión hasta que, el pasado febrero, Trump recuperó la idea al difundir en sus redes un vídeo creado con inteligencia artificial que volvía a incidir en la idea de hacer de Gaza una “Riviera de Oriente Próximo”, mezcla de Miami y Las Vegas, donde dar rienda suelta a sus proyectos de desarrollo inmobiliario.
Qatar rebaja el optimismo
A punto de cumplirse una semana desde que Donald Trump anunció el acuerdo con Israel para el alto el fuego, el ministro israelí Zeev Elkin, miembro del gabinete de seguridad de Netanyhu, declaró el martes que hay una “posibilidad sustancial” de que se acuerde la tregua. “Hamás quiere cambiar algunas cuestiones centrales; no es simple, pero hay avances”, señaló a la radiotelevisión pública israelí Kan. El diario Haaretz cita, a su vez, a un alto cargo israelí según el cual los términos para el acuerdo están ya pactados “al 80% o el 90%”.
Este optimismo lo rebajó el portavoz del ministerio de Exteriores de Qatar, Majed Al-Ansari, que dijo el martes en una rueda de prensa que las negociaciones “llevarán tiempo”, sin precisar un plazo.
“Estamos hablando con las dos delegaciones por separado sobre el marco de las conversaciones”, dijo, pero explicó que los tratos directos entre los contendientes no han empezado propiamente. También el martes, el jefe del Estado Mayor israelí, Eyal Zamir, aseguró que el Ejército sigue centrado en lograr el regreso de los rehenes secuestrados por Hamás y la derrota del grupo y emplazó a las tropas a “ignorar el ruido de fondo”.
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