Nueva derrota legislativa del Gobierno: la oposición dictamina la emergencia en el Garrahan

El Gobierno recibió la primera estocada de la semana: un dictamen unificado de la oposición para declarar la emergencia pediátrica en el Hospital Garrahan. La Libertad Avanza quedó en la más absoluta soledad, ni los aliados del PRO o los radicales con peluca se animaron a firmar el dictamen de rechazo. Abandonado a su debilidad parlamentaria, que no para de generarle agujeros en la gobernabilidad, Javier Milei apuesta todo o nada al veto presidencial (y a su capacidad para blindarlo, sea con recursos o con alianzas electorales, cuando llegue el momento).
“Garrahan, Garrahan”, cantaron los diputados de la oposición cuando aparecieron las firmas para el dictamen. Escoltados por un grupo de médicas del hospital, que siguieron todo el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados desde un costado, sosteniendo carteles que decían “Somos residentes, no becarios”, la oposición había conseguido 61 firmas para construir un dictamen casi unánime que declara la emergencia pediátrica y que obliga al Gobierno a recomponer los salarios de los profesionales del Garrahan.
Fue una nueva demostración de fuerza de la oposición, que aprovechó el malestar de los gobernadores con Milei para arrinconar al oficialismo y exponerlo como el único bloque que se había manifestado en contra de garantizar el financiamiento del Garrahan. El dictamen sumó las firmas del peronismo, el radicalismo díscolo de Democracia para Siempre, el pichettismo de Encuentro Federal e, incluso, de las misioneros y salteños de Innovación Federal.
Horas antes de que se reuniera el plenario, el Gobierno se comunicó con Hugo Passalacqua (Misiones) y Gustavo Sáenz (Salta) para intentar convencerlos de que no acompañaran el dictamen. Pero no hubo manera: si bien Sáenz se había reunido el día anterior en Casa Rosada con Karina Milei, los gobernadores están en pie de guerra con el Gobierno. “Ellos ya definieron que van a jugar solos en todas las provincias, ahora la discusión es por los recursos”, admitió un diputado que responde a un gobernador norteño, dando a entender que el Gobierno no planeaba dar marcha atrás en su estrategia electoral de jugar solo en las provincias.

La estrategia de Karina, y su operador Lule Menem, de no negociar listas conjuntas con los oficialismos provinciales está poniendo en peligro la relación del Gobierno con los aliados. Primero con los gobernadores, que comienzan a mostrarse cada vez más interesados en plegarse a las estrategias opositoras. Pero, luego, a su vez, con los aliados radicales y del PRO que, molestos por las dinámicas de los cierres electorales, no salieron en respaldo del oficialismo por el tema Garrahan.
El radicalismo de Rodrigo de Loredo, por ejemplo, firmó un dictamen de minoría junto a la chubutense Ana Clara Romero (PRO) y la lilita Paula Oliveto (CC) que es casi idéntico al de la multipartidaria opositora. Solo se diferencia en un aspecto: el rechazo a la inclusión de un artículo que propone la disolución de la resolución del ministro de Salud, Mario Lugones, que modifica y flexibiliza el sistema de residencias médicas.
Este punto, que fue incluido a último momento por Victoria Tolosa Paz (UxP), es debatido por algunos sectores de la oposición que consideran que podría derivar en una judicialización de la ley. ¿El motivo? Que incluye una modificación de una resolución gubernamental en el cuerpo de una ley que refiere a otro tema.
Por fuera de las diferencias técnicas, sin embargo, la oposición sí logró que LLA quedara sola peleando con el Garrahan: solo el oficialismo firmó un dictamen de rechazo al proyecto. “¿Nadie se pregunta por qué los niños tienen que seguir viajando miles de kilómetros? Hablo de provincias que no tienen ni para hacer un fondo de ojos, háganse cargo de lo que hace el populismo”, cuestionó, a los gritos, la libertaria Carolina Píparo.
Fue la única intervención en contra del proyecto que hubo en todo el debate, y terminó siendo abucheada por las médicas presentes. El PRO bullrichista y los radicales con peluca, en cambio, optaron por no decir ni firmar nada.
Garrahan y universidades: nuevo desafío opositor
Dictaminado el proyecto del Garrahan, la oposición trabaja ahora para darle media sanción en la Cámara de Diputados. El objetivo es aprovechar la debilidad coyuntural del gobierno, y es por eso que las embestidas opositoras son una carrera contra el tiempo: nadie sabe qué estará dispuesto a ofrecer Milei cuando llegue agosto y comience la campaña electoral nacional.
Hay una discusión dentro de la oposición. Un sector reclama aprovechar el empujón de la agenda y convocar una sesión para la semana que viene para aprobar la emergencia en el Garrahan y la actualización presupuestaria de las universidades nacionales, que conseguirá dictamen por la tarde. “Es ahora o nunca, si no perdemos timing”, argumenta una diputada peronista, que se queja: “Falta mucho para agosto”.
La queja es porque varios diputados argumentan que, por el receso invernal, muchos representantes provinciales no podrán –o querrán–viajar, lo cual podría dificultar el momento de conseguir el quórum. Por eso proponen sesionar en agosto. Puertas adentro, sin embargo, empieza a ganar terreno la posibilidad de convocar lo antes posible.
Más de uno mira con atención, incluso, lo que sucederá el próximo jueves en el Senado. Si la Cámara alta aprueba los proyectos de reparto de recursos de los gobernadores -que proponen coparticipar el impuesto a los combustibles líquidos, así como distribuir los Aportes del Tesoro Nacional (ATN)-, quedará abierta la posibilidad para sancionarlo en la Cámara de Diputados la semana siguiente. Y asestarle, así, una derrota completa al Gobierno.
MC/MG
0